Era tan solo un adolescente de 13 años y solía salir a jugar con los otros chicos de la cuadra, jugamos canicas, fútbol, escondite y cualquier cosa que se nos ocurriera.
De pronto vi llegar a una hermosa chica que se mudaba a una de las casas de la cuadra y quedé flechado de inmediato…
Una noche que estábamos jugando STOP en la cuadra, ella llegó y preguntó si podía jugar, y este fue el fin de mi concentración.
Pasaban los días y meses pero no me atrevía a decirle nada, me había enamorado y no me atrevía a decirlo.
Un día mi mejor amigo me dijo que ella me había enviado saludos y que había preguntado que ¿porqué era tan callado y tímido?
Así que le pedí a mi amigo que me consiguiera una cita con ella, que si nos podíamos ver en el lago de atrás.
Así fue como aquella tarde ella llego al lugar de nuestra cita y en medio de la charla y los nervios, nos dimos nuestro primer beso.
Esa semana no pude verla debido a un castigo impuesto por mi mamá y una noche cualquiera tocaron a la puerta y al abrir era ella. Venía a despedirse porque se mudaba a otra ciudad.
Así fue como la chica de la cuadra que había robado mi corazón, salió de mi vida dejando como recuerdo aquel lindo y tierno beso.