Quieres crear una escena satisfactoria, genial e inolvidable, pero ¿no sabes como? Debajo te traemos unas excelentes ideas
Fortalecerse inesperadamente
Volver más fuerte al protagonista es la forma principal de crear escenas satisfactorias en las novelas. Cabe señalar que la velocidad a la que el protagonista se vuelve más fuerte debe ser anormal, por ejemplo, más rápida e inesperada que la de los genios, formando un contraste único en el protagonista para escenas satisfactorias.
Esta escena satisfactoria y las que le siguen se complementan entre sí. Precisamente porque el antagonista desconoce la velocidad con la que el protagonista se hace más fuerte, aún cree que el protagonista es un peón insignificante. Por lo tanto, piensa que puede humillarlo, lo que finalmente lleva a que el protagopnista devuelva la humillación.
Establecer un objetivo, y luego lograrlo o incluso superar las expectativas al alcanzarlo
na manera de establecer un objetivo puede ser creando una crisis o atraer el odio de alguien. Cuando el protagonista supera las expectativas al alcanzar un objetivo por algún medio, puede obtener una sensación de satisfacción bastante intensa. Punto clave: este deseo y objetivo deben tener una urgencia y necesidad fuerte.
Por ejemplo: el protagonista hace una apuesta con otras personas de que debe ganar un partido dentro de un tiempo establecido, de lo contrario, su familia será expulsada. La opinión general es que la familia del protagonista sin duda será expulsada, pero él, confiado, gana el partido y hace que la familia de quien apostó contra él sea la expulsada. ¡La reputación de esa familia cae al suelo de inmediato! (Además, esa familia ciertamente no querrá ser expulsada tan fácilmente, así que puede tomar medidas en contra del protagonista o evitar la expulsión, lo que permite que la trama continúe avanzando~).
Lobo con piel de cordero
EL protagonista oculta sus verdaderas habilidades y actua como alguien débil o tonto, para que el rival se confíe y entonces derrotarlo con facilidad, sorprendiéndolos a menudo a través de identidades inesperadas. El protagonista de esta trama usualmente tiene varias identidades conocidas y respetadas, pero sus detalles más íntimos son extremadamente secretos. El protagonista se acerca a ciertas personas o situaciones ocultando su verdadera identidad. Sin embargo, a medida que avanza la historia, ya sea intencionalmente o por accidente, revela su verdadero poder e identidad, dejando a todos boquiabiertos. Es importante destacar que, en este tipo de historias, inicialmente se debe enfocar en cómo era la situación antes de que se revele la identidad del protagonista. Una buena preparación inicial es crucial para lograr una sensación de satisfacción intensa y gratificante para el público.
Por ejemplo, en la historia del "marido inútil", el protagonista masculino parece ser un esposo despreciado por todos, pero en realidad es un magnate con una fortuna suficiente para competir con países enteros. El protagonista es humillado varias veces por un antagonista, hasta que un día va a trabajar a su empresa, encontrándose una vez más con ese mismo antagonista. Este último, pensando que el protagonista es un pobre diablo que vive de la caridad de su suegro después de casarse, lo insulta sin piedad. Sin embargo, en ese momento, el vicepresidente de la compañía se acerca al protagonista, llamándolo "Presidente". De repente, el antagonista no solo pierde la posibilidad de hacer negocios, sino que también se enfrenta a la bancarrota, suplicando clemencia al protagonista. Es crucial enfatizar que, en este tipo de narraciones, las circunstancias previas a la revelación de la verdadera identidad del protagonista deben describirse detalladamente. Una preparación adecuada es esencial para maximizar la sensación de satisfacción intensa en la historia.
Dominación total
Por ejemplo, un objeto u resultado que los personajes secundarios intentan conseguir por todos los medios y no logran, es obtenido fácilmente por el protagonista, creando un fuerte contraste y generando una sensación de satisfacción. Es importante enfocarse aquí en mostrar la desdicha del personaje secundario, como el doloroso precio que pagó para obtener eso que deseaba, pero que al final, se quedó con las manos vacías. La miseria del antagonista y la facilidad con la que el protagonista consigue lo mismo, crea un contraste impactante, que realmente satisface al lector.
Por ejemplo, el antagonista practica el arte de la pintura sin descanso desde pequeño, es muy disciplinado todos los días, sin darse un respiro para relajarse. Finalmente, se convierte en un pintor novato muy solicitado. Sin embargo, el protagonista es un pintor desconocido, y para el antagonista, es humillante tener que competir contra él. Desprecia al protagonista en repetidas ocasiones e incluso utiliza sus conexiones para ponerle trabas. Cuando llega el momento de la competencia real, el villano descubre que las pinturas del protagonista están llenas de un espíritu vibrante, superándolo con una fuerza abrumadora. Su esfuerzo de años no puede superar a un pintor sin apoyo alguno, llevándolo al colapso. (Aquí se puede narrar cómo el antagonista, tras su colapso, empieza a odiar al protagonista, pasando de menospreciarlo a buscar vengarse de manera obsesiva. El protagonista, a su vez, resuelve cada crisis y desafía cada ataque, avanzando así la trama.)
Muestra su superioridad
Riqueza, estatus y poder, casi son elementos indispensables en las novelas, demostrar la superioridad de la riqueza, estatus y poder, naturalmente se convierte en una manera de crear escenas satisfactorias. Clave: Para mostrar superioridad, primero se debe crear ciertas condiciones para el protagonista, no puede simplemente presumir, sino que se deben crear algunos antagonistas que provoquen al protagonista, dándole así la oportunidad de destacar su superioridad.
Por ejemplo: Los personajes terciarios que están en la puerta del banquete justo se burlaban de que el protagonista no tenía ningún trasfundo ni la calificación para participar en una fiesta de alta sociedad, pero el protagonista inmediatamente sacó una invitación de la más alta categoría, y el anfitrión del banquete —el objetivo de adulación de los personajes terciarios— personalmente vino a recibir al protagonista, quien entró al banquete bajo la mirada envidiosa y resentida de los demás. (Aquí, después del banquete, los personajes terciarios podrían intentar descubrir cómo es que el protagonista consiguió una invitación de tan alto nivel, de esta manera, la trama puede continuar desarrollándose).
Ser reconocido y aceptado por el público
Cuando el protagonista completa un logro de gran renombre, recibe el aplauso y la ovación del público es también una excelente manera de generar una escena de satisfacción.
Este punto puede integrarse perfectamente con todos los anteriores, donde los aplausos y ovaciones del público también pueden contrastarse con la humillación y el resentimiento del antagonista, profundizando aún más la sensación de satisfacción. Al mismo tiempo, esto también puede moldear el personaje femenino en la obra, quien podrían enamorarse del protagonista debido a su éxito rotundo, o de figuras importantes que comienzan a admirarlo por la misma razón, sentando las bases para que el protagonista siga devolviendo la humillación a los antagonistas en el futuro.