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Amor Puesta de sol en la cima de la montaña.

Hay un camino angosto con cimientos de roca irregular ubicado entre las verdes montañas rocosas, serpenteando sinuosamente, escondido entre los árboles en la cima de la montaña.

El sol de la tarde tiñó de rojo las mejillas de las mujeres que subían la montaña.

A sus espaldas llevan bolsas, en sus bocas siempre cantan canciones sobre el amanecer y el atardecer...

Despiértese temprano en la mañana para arrear búfalos, ir a manadas de búfalos y campos en terrazas.

Frente a la montaña caía la lluvia, detrás de la montaña el cielo estaba despejado, detrás de la montaña el cielo estaba despejado, mirando al Ejército Rojo.

Una bandera roja, quién es rojo, quién es rojo, quién es rojo, derriba el foso

Un asta de bandera que se mece con el viento, que se agita con el viento, oh, sigo a Hong Quan.

...

La canción fue transmitida por cada cordillera, voló melodiosamente hacia el barranco y cayó al oído de una niña.

La pequeña tiene unos catorce o quince años, de delicada cara ovalada, grandes ojos redondos, espesas pestañas, nariz alta y hermosos labios.

La niña parecía yacer inmóvil en el valle, con un agujero en la manga y en la pernera del pantalón y rasguños en la frente.

El dobladillo de su camisa fue arrastrado por una ligera brisa.

***

Nguyen Khe una vez más recuperó la conciencia, la primera sensación fue que todo el cuerpo parecía querer romperse en pedazos, el dolor se extendía por todas las extremidades, como si un tendón se rompiera nuevamente.

Escuchó un viento suave en su oído, un canto nítido en la distancia, una melodía como una canción, pero su cuerpo era como un Amor Puesta de sol en la cima de la montaña.

Hay un camino angosto con cimientos de roca irregular ubicado entre las verdes montañas rocosas, serpenteando sinuosamente, escondido entre los árboles en la cima de la montaña.

El sol de la tarde tiñó de rojo las mejillas de las mujeres que subían la montaña.

A sus espaldas llevan bolsas, en sus bocas siempre cantan canciones sobre el amanecer y el atardecer...

Despiértese temprano en la mañana para arrear búfalos, ir a manadas de búfalos y campos en terrazas.

Frente a la montaña caía la lluvia, detrás de la montaña el cielo estaba despejado, detrás de la montaña el cielo estaba despejado, mirando al Ejército Rojo.

Una bandera roja, quién es rojo, quién es rojo, quién es rojo, derriba el foso

Un asta de bandera que se mece con el viento, que se agita con el viento, oh, sigo a Hong Quan.

...

La canción fue transmitida por cada cordillera, voló melodiosamente hacia el barranco y cayó al oído de una niña.

La pequeña tiene unos catorce o quince años, de delicada cara ovalada, grandes ojos redondos, espesas pestañas, nariz alta y hermosos labios.

La niña parecía yacer inmóvil en el valle, con un agujero en la manga y en la pernera del pantalón y rasguños en la frente.

El dobladillo de su camisa fue arrastrado por una ligera brisa.

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Nguyen Khe una vez más recuperó la conciencia, la primera sensación fue que todo el cuerpo parecía querer romperse en pedazos, el dolor se extendía por todas las extremidades, como si un tendón se rompiera nuevamente.

Escuchó un viento suave en su oído, un canto nítido en la distancia, una melodía como una canción, pero su cuerpo era como un

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