Había una vez un pequeño unicornio que añoraba volar, pero por más que lo intentaba nunca lo lograba, los otros unicornios so le decían que era como un accesorio, ya que su pelaje era hermoso, pero si no podía volar solo era como un caballo bonito, lo cual lo se sentía triste un día cansado de las burlas de sus compañeros unicornios decido ir a un establo alejado y vio un caballo tan hermoso y él se dijo así mismo me gustaría ser igual de feliz que el seguro que todos lo aman por lo que decido acercarse al caballo también se acercó al pequeño unicornio y le dijo que su pelaje era hermoso y que le gustaría tenerlo el unicornio le dijo que si le daba de su pelaje él sería su amigo a lo que el caballo le contesto que si entonces el pequeño unicornio le dio de su pelaje y el caballo cada día le pedía más hasta que el unicornio se quedó sin pelaje ni plumas para darle al caballo y cuando el unicornio le dijo que ya no tenía más que darle en caballo se alejó galopando y nunca lo volvió a ver una noche un conejo vio al unicornio y le pregunto que le pasaba y por qué no tenía pelaje a lo que el unicornio le dijo que su amigo el caballo se había ido por qué ya no le podía dar más pelaje plumas a lo que el conejo le dijo que si el caballo estaba con e por su pelaje o sus plumas no era su amigo, ya que los amigos no se hacen amigos por qué quieren algo del otro sino por qué tienen intereses afines, así que el conejo le dijo por qué estabas con el caballo y no con otros unicornios a lo que el unicornio le dijo que los otros unicornios lo molestaban y que para sentirse más querido por alguien le dio su pelaje al caballo.
El conejo le dijo que no necesita de la aprobación de alguien para ser especial, el unicornio también le contó que no podía volar y de que esa fue la raíz de que sus compañeros se burlaran de mí, el conejo le dijo que ayudaría a practicar a volar por lo que el conejo decidió llamar a su amigo el colibrí para que le enseñe al unicornio a volar, un día el unicornio se cayó se tapó los oídos con las patas delanteras por qué creía que el conejo y el colibrí se reirán de él, pero solo le dijeron que los errores son parte de crecer que todos han cometido errores.
Después de mucha práctica, el unicornio pudo volar sin caerse y siguió practicando hasta que voló con elegancia y gracia y desde entonces surca los cielos con su amigo, el conejo que le enseño que los amigos no son condicionales, sino que son los que se apoyan en todo momento sin esperar algo a cambio.
Así el pequeño unicornio ahora vive feliz con su amigo el conejo.
FIN
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