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Caminaba por el parque moviendo su mano sobre el pantalón color azul marino del uniforme, cuando le pidió ayuda a su amigo para conseguir un trabajo, el que fuera, jamás pensó que realmente tomaría su palabra de forma literal.

«— ¡Trabajaré de lo que sea!, pero en serio necesito el dinero. —Exclamó en un grito el más bajo.

— ¿Lo que mar?—Respondió uno de los chicos del círculo.

— Sé lo que piensas, asqueroso... —Replicó asqueado, nuevamente, el mayor de los presentes.

— Nada de eso, YoonGi.Hay un tio mio que necesita ayuda...

— ¡Ay por Dios!—carcajeó el tercero que no había hablado con anterioridad.

— ¡HoSeok!¡Eres igual de asqueroso que NamJoon!—gritoneó de nueva maner el mayor.

— Tranquilo, YoonGi, está en un parque.»

Para alguien de veinte años cuidar un lugar no parecía mala opción, pero evidentemente era aburrido, a tal grado que ver a familias pelear en el parque se volvía lo más divertido que podía encontrar los fines de semana —aunque también estaban los accidentes de niños cayendo de los columpios o de las resbaladillas, algo a lo que el podía pararse y aplaudir como si de un espectáculo se tratase, bueno... no es como si odiara a los niños, pero ver gritonear a un niño cuyo/mamá le ignora papá siempre esta entretenido.

No podría quedarse quieto, porque en cualquier instante le necesitarían y si el tío de NamJoon le llegaría ver en una banca durmiendo sería probable que lo despidiera, y ese disco nuevo no se pagaría solo —tampoco su comida.

Sus pasos se vieron acompañados por el crujir de las hojas, sus pies armonizados por la ventisca de otoño, sus ojos se paseaban de los troncos al pasto y del pasto a los arbustos y de los arbustos al piso y del piso a aquel perro que iba corriendo y de aquel perro a una bufanda...

¿una bufanda?

Se acerca presuroso, viendo la tela balancearse conforme el aire susurraba entre las hojas.Quizás alguien la había perdido, o simplemente voló, aunque el aire no era tan fuerte para llevarse una tela y colgarla así... ¿qué más podría ser?Presionó la bufanda entre sus dedos, y la jaló, llevándose c onsigo algunas pequeñas hojas que estaban a punto de caer.

Miró la tela, roja, entrelazada con algunos hilos negros formando figuras en las bases, parecían pequeños copos o pequeñas flores, se sintió gruesa, de buena calidad, se preocupó porque realmente alguien la buscara por lo que la llevó a la pequeña caseta solitaria, donde se pedían informes y estaban los objetos perdidos, pues probablemente alguien reclamaría dicha bufanda.

***

"espero que sea de su agrasdo esta historia  y me dejen en sus comentarios si tienen alguna pregunta o si cometo algun error"

voy a estar publicando otras historias, que he tenido guardadas, espero sea de su agrado, claro que no aseguro subir seguido los capitulos, ya que mi computadora aun tiene un poquiito de fallas y me costo mucho arreglarlo

recuerden cuidarse mucho y tomar mucha agua. bye bye

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Habían pasado unos días y no había rastro alguno de personas buscando aquella bufanda, la verdad era que a YoonGi le gustaban esas prendas, y esa en especial era muy bonita, sin embargo tampoco se sentía cómodo con sólo llevarla a su casa y ya, esperaría unos dias mas.

Su caminata fue la misma, solo que ahora agregó unos audífonos y una buena colección de música.Pasos tranquilos, el frio hacia que pocas personas visitaran el lugar asi que era de sus dias preferidos.El panorama era simple y tranquilamente acompañado por algunos perros corriendo junto con sus dueños responsables que siempre, siempre, salían a correr para su salud, o algunos ancianos sentados simplemente contemplado más tiempo aquella vida que ya se pudo saber de memoria, aquellos días que cualquiera ignoraría pero para ellos era simplemente especial, cada hoja parecía ser analizada por sus ojos arrugados.

Se sentó por un instante, contemplando el día nublado, añorando las nubes esponjosas y llenas de agua que estaban amenazando con rocía toda la ciudad, cosa que a YoonGi no le molestaría, si había algo que le gustaba de igual manera que los lugares solitarios, era el sonido del agua o el pasto mojado.

A los pocos minutos se levantó, sabía que el recorrido sería inútil en ese día, prácticamente no habían adolescentes tirando basura, o pequeños mocosos perdidos o lastimados, no habían señores cuyas mascotas dejaran sus olorosos agradecimiento en el pasto... pero de cualquier no se quejó y si guió su camino.

Hasta que un objeto azul llamó su atención, la tela parecía estar agitándose implorando ayuda, gritando por llamar la atención, pidiendo ser rescatada.

Otra bufanda.

Suspiró, esto ya era raro, parecían absurdos intentos de suicidio que de tan patéticos que eran ni siquiera de habían molestado en llevarse la bufanda Molesto, caminó hasta la prenda y rozó sus dedos contra la tela, haciendo el intento por bajarla pero...

¡No!—Resonó una voz detrás de él.

Giró el rostro tan rápido que pudo haber mareado, pero sólo encontró un adolescente, con ojos redondos, labios horribles y levemente rojizos, con el cabello castaño adornado por pequeños restos de hojas secas, además de estar cubierto por una manta grande, azul en las orillas y blanca en el centro , parecían tener frío, pues sus mejillas —que contrastaban bien contra sus ojos pequeños— y su nariz estaban rojas.

— ¿Es tuya?—Se animó a preguntar YoonGi después de un instante.

No escuchó respuesta, sólo le vio correr hacia él sosteniendo con fuerza la manta, procurando que no cayera, sus pasos cortos pero rápidos resonaron gracias a las hojas, y sólo fue consciente de todo cuando vio la mano de aquel chico alcanzar la punta de la bufanda, pero no la bajó, sino que de un brinco la subió aún más.

— ¿Qué haces?—Habló más que enojado, intrigado.

—Frio...

— ¿Disculpa?

— Los árboles... siento frío.

YoonGi frunció el ceño y miró los alrededores buscando una cámara oculta...

¿Qué tipo de broma era ésta?

"espero les gusta mucho esta historia, definitivamente a mi me encanta y espero le den su apoyo"

recuerden tomar agua y si les gusta dejar algun comentario y tambien por si tengo algun error ortografico, bye bye

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— Oye... te estoy hablando.—Bufó YoonGi molesto ante el silencio de aquel joven.

Lo único que recibió fue una mirada muda, el chico se acomodó la manta entre sus hombros y miró nuevamente el árbol, sonrió al ver su bufanda enredada entre las ramas, y realmente YoonGi no pudo hacer mucho contra aquella pequeña sonrisa cargada de una inocencia que no había visto ni en niños más pequeños, se preguntó por un instante si es que era menor de edad, quizás sólo era un niño que estaba jugando.

— Oye... ¿cuál es tu nombre?—Preguntó nuevamente mirando al rededor buscando a alguien que acompañara al niño que estaba frente a él.

— MinMin...

— ¿MinMin?

El chico asintió mirándolo y sonriendo cortamente, seguido de esto miró las hojas en el suelo, comenzó a pisar seguro sobre estas hasta verlas hechas pequeñas piezas y se recostó sobre las mismas.

YoonGi miró la escena sorprendido, no parecía tener la edad para hacer dichas cosas, quizás era sólo un poco infantil.

— Frío... —Susurró MinMin revolcándose, cubriéndose con la manta y sonriendo.

— MinMin... —Habló tratando de obtener su atención— ¿Vienes con alguien?

Nuevamente el silencio fue la respuesta a su pregunta, frunció el ceño y se acercó al pequeño que miraba entretenido la bufanda...

— Oye... te estoy hablando.

Sin embargo, al encarar a MinMin sólo modificarlo asustarlo, el menor se alejó rápido de él y se acercó al árbol.

— No, cerca no.—Susurró abrazando su manta.

YoonGi iba a molestarte aún más, de no ser porque le vio tiritar de frío, no sabía qué le pasaba a MinMin, seguramente había consumido alguna sustancia, aunque no parecía alguien que fumara o bebiera nadie podía saberlo.

— Está bien, está bien, pero... cúbrete, hace frío.—Se alejó unos pasos y tratar de mostrarse tranquilo.

Para su sorpresa, él sólo lamió sus labios y asintió tomando nuevamente la manta y colocándola sobre sus hombros.Ambos quedaron allí, YoonGi no sabía qué hacer, si pedir ayuda o si ganar la confianza del chico primero, si se había asustado con él, lo más seguro es que si viera a más hombres uniformados grite o hasta llore.

Pensando en una solución pudo ser consciente de los movimientos de MinMin, sus pies se quitaron de atrás hacia adelante, de estar parado sobre sus talones a estar sobre sus puntas.Esto le grabó mucho a los sobrinos de NamJoon por lo que también grabó cómo hablaba para llamar su atención, decidi ó utilizarlo, si esta última táctica fallaba entonces definitivamente llamaría a alguien más.

— Oh, umh... —Metió las manos en sus bolsillos y miró la bufanda— Gracias por la bufanda, se-seguro que el árbol cálido és-ésta noche.

Los movimientos de MinMin pararon, lo vieron a los ojos y soltó una enorme sonrisa, sus hombros se encogieron y asintieron muchas veces.

— Tengo más... —Habló mirando sus pies.

— ¿E-en dónde?—Si MinMin pudo responder a más de una pregunta seguida entonces lo esperado un éxito.

— Casa... —Volvió a sonreír mostrando sus dientes y haciendo de sus ojos una suave línea— en el ar... armario... bajo la caja azul, detrás de los sacos de papá.

YoonGi asintió y caminó con lentitud hasta sentarse en la banca.

— Oh... ¿tu papá está aquí?

El contrario negó y siguió caminando machacando las hojas.

— ¿Estás solo?

MinMin sonrió y negó nuevamente brincando sobre hojas que estaban íntegras.

— Enton-...

— ¡JiMin!

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