Cazada Por Mi Prometido
Diana es una mujer de una buena familia, desde niña puso sus ojos en el heredero del mayor CEO del país, logró que su padre arreglara un compromiso con aquel joven, sin embargo, con el paso de los años Alexander no deseaba ser atado por un matrimonio.
En un giro de eventos Diana comienza a ser indiferente sobre su compromiso y Alexander comienza a creer que tal vez no debió dejar de lado a su prometida y comienza a luchar por ganar su atención.
Los 3 Papás De Mi Hija.
Un encuentro desastrozo me llevo a quedar embarazada. Decidida a cambiar mi vida, me refugie en una lejana isla de Grecia en donde le di un hogar a mi hija. Quien diría que 3 años después esos hombres volverían a mi vida. ¿Quien es el papá de Estrella?
Ella Aun Me Ama
Reny Lombardo Córcega hija de unos de los hombres más importantes en el mundo de los negocios.
Después de todos los acontecimientos de su familia y de pensar que por fin después de todo lo que tuvo que pasar podría estar tranquila, esperaba con ansias su boda con su primer amor, pero ver algo le rompió el corazón.
Ángel pensó que debía alejar a Reny pero en el camino la lastimo algo que no quería hacer.
Cuando Reny descubre la verdadera razón de alejarla algo los vuelve a separar.
- algún día podre estar con el
Mi jefe esta enamorado de mi
—¿Por qué siempre huyes cuando las cosas se ponen reales? —La voz de Caelan era baja, casi un susurro, pero cargada de frustración. Aysel retrocedió un paso, chocando con la pared detrás de ella. Él
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Un Monstruo En Mi Cama (+18)
PARTE 1 Era la niña de sus ojos, eso decía. Un hombre enamorado de su creación. La mayor de sus flores quién tomaba forma a medida que crecía. Antonio puso sus ojos carnales en su pequeña. Con la ex
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Un Monstruo en mi Cama (+18)
Parte 2 Ana Se levantó aterrorizada y vio al Ryan riendo como loco "¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Llamaré a la policía!" "Creerán que estas loca, solo tu puedes verme __ Ryan hizo una pausa acer
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"Síndrome de Estocolmo, supongo"
Cuando me secuestraron, pensé en todas las maneras en que podría escapar. Grité, pataleé, incluso intenté sobornar a mi captor con mi tarjeta de crédito, hasta que él me miró, incrédulo. —Señorita,
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