La Maldición De La Espada Y El Dragón
Jasmim Vecchi, temida y respetada al ser una de las mejores asesinas y líder de la mayor mafia italiana muere de manera torpe.
Despierta en el cuerpo de la joven Aylin Moretti, hija de un Márquez. Se ve obligada a adaptarse a esa nueva vida y a mantenerse con vida en un mundo donde todo es posible.
Luka Romani, príncipe heredero del reino de Luna, mejor amigo de Aylin y su entrenador de combate. Es un joven deseado por muchas, el cual no desaprovecha dicha atención de parte de las jovencitas.
Dominic Massaro, también conocido como el temido duque Massaro.
Ambos serán importantes en la vida de Aylin. ¿Podrá ella escoger entre ambos?
¿Sabrá quien mato a la verdadera Aylin?
Insaciable
¿Eres víctima del destino? Quizás si, quizás no. Te convertiste en alguien que no reconoces y ahora solo buscas placer en lugares equivocados, tratando de cubrir tu dolor emocional con placer temporal, convirtiéndote en una mujer insaciable.
Soy La Amante
Naima es una joven periodista, huérfana, que por cosas del destino conoce al que será su amor y su mayor dolor de cabeza una noche en una discoteca. Se entregan en cuerpo y alma y desde allí comienzan un sinfín de aventuras que van desde romance, sexo apasionado y sin tabúes, hasta dolor, abandono, entre otras emociones.
Rumores
Los rumores comenzaron como un susurro. Primero en la tienda, luego en la esquina, después en cada rincón del pueblo. “Esa muchacha anda saliendo con mi marido.” Ella lo escuchó por casualidad. Sabí
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Mi Primer Error Bonito
No te amé por lástima, sino porque, por primera vez, sentí algo que no sabía nombrar. Nunca había dicho “me gustas”, ni había querido tanto hacer sonreír a alguien. Solo quise ser una luz chiquita en
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Dónde el cielo nos alcance 😊
El ruido de la lluvia era suave, casi tímido, como si no quisiera molestar. Mateo pintaba bajo el toldo de un pequeño café, rodeado del olor a café tostado y tierra mojada. Sus manos estaban manchadas
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"El último deseo...???" (Pt. 2)
Dicen los libros sagrados que los monstruos aparecieron por voluntad del destino. Mentira. El destino no tuvo nada que ver. Fue simplemente un dios con demasiado tiempo libre y cero cerebro. Ese “dio
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