La Justicia De Adela
¡A la horca!
Esas palabras resonaron en toda la sala.
Adela cayo sobre sus rodillas al escuchar aquella condena tan injusta que se le había impuesto, “yo no lo hice” se repitió en su cabeza. Despues de descubrir quien habia hecho tan miserable a su familia y la habia inculpado fue directo a la horca mirando el rostro satisfecho de su enemiga.
Es demasiado calido, Adela abrio los ojos y se encontro con cuatro paredes que ella conocia muy bien.
-Esta vez salvare a mi familia.
TÚ, MI VIDA ENTERA.
Emma encuentra a su marido siendo infiel con una mujer llamada Wendy, ella ha pasado los últimos tres años tratando de ser feliz, sin embargo, no ha tenido éxito.
Tras descubrir aquella infidelidad Emma decide divorciarse, la última noche de Emma como la Señora Laduer está por terminar y no de la manera más linda , en un banquete los reclamos se hacen presentes, amores prohibidos y secretos del pasado que marcarán un futuro feliz para nuestra protagonista.
Entre disculpas, reproches, discusiones y identidades secretas se desarrollará "Entre besos y caricias".
Insaciable
¿Eres víctima del destino? Quizás si, quizás no. Te convertiste en alguien que no reconoces y ahora solo buscas placer en lugares equivocados, tratando de cubrir tu dolor emocional con placer temporal, convirtiéndote en una mujer insaciable.
Dónde el cielo nos alcance 😊
El ruido de la lluvia era suave, casi tímido, como si no quisiera molestar. Mateo pintaba bajo el toldo de un pequeño café, rodeado del olor a café tostado y tierra mojada. Sus manos estaban manchadas
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"El último deseo...???" (Pt. 2)
Dicen los libros sagrados que los monstruos aparecieron por voluntad del destino. Mentira. El destino no tuvo nada que ver. Fue simplemente un dios con demasiado tiempo libre y cero cerebro. Ese “dio
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Rumores
Los rumores comenzaron como un susurro. Primero en la tienda, luego en la esquina, después en cada rincón del pueblo. “Esa muchacha anda saliendo con mi marido.” Ella lo escuchó por casualidad. Sabí
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Mi Primer Error Bonito
No te amé por lástima, sino porque, por primera vez, sentí algo que no sabía nombrar. Nunca había dicho “me gustas”, ni había querido tanto hacer sonreír a alguien. Solo quise ser una luz chiquita en
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