Otra Vez...

Antes no podía evitar saludarlos con una gran sonrisa en el rostro, pero ahora es diferente. No me da el gusto de hacerlo y creo que eso les sorprendió.

Ellos asienten y vuelven su vista a Alice. Cuando la volvieron a ver, un hermoso brillo apareció en las pupilas de esos fríos ojos que hace un rato me miraron sin emoción alguna.

Me senté en mi puesto que estaba un tanto alejado de ellos, ya que estaba al otro extremo de la mesa.

Las sirvientas llegaron a servirme y cuando terminaron, se fueron rápidamente.

Otra vez... otra vez me quedé observando a aquella familia tan feliz que estaba tan lejos de mí. Sentía un sentimiento tan extraño que no podía, no encontraba las palabras para expresarlo.

Cada vez que los miraba sonriendo de esa manera tan cálida, tan .... dulce, me duele el pecho. Jajaja y no sé por qué me duele si se supone que ya me había acostumbrado, pero...creo que unas pocas horas no son suficientes para superarlo.

Una suave y dulce voz, me sacó de mis pensamientos.

—Hermana mayor, ¿te sientes mal? Es que veo que no comes.—

No me había dado cuenta de que al estar perdida en mis pensamientos, no estaba comiendo. Ay, Alice, ¿cómo puedes ser tan buena?

—Oh, no pasa nada Alice, solo que al ver que estabas comiendo tan alegremente, se me olvidó que tenía que comer.—

Respondí con una voz un tanto fingida porque no era cierto y al decir eso, pude notar como mis padres arrugaban sus cejas más de lo que debían, mirándome fríamente.

—Jejeje hermana mayor, pero tienes que comer. Si no me ayudas a comer, mis padres me engordaran, hehehe.—

Lo dijo con una voz tan ¿dulce? ¡Empalagosa! Y no pude evitar sonreír para evitar reírme a carcajadas por como mostraba tan abiertamente que los duques la mimaban.

—Además, es bueno para tu salud, hermanita (Comenta Alice y rápidamente se cubre sus labios con sus manos) jejeje, hermana mayor (se ríe).—

¿Hermanita? ¿Por qué...? no, lo estoy pensando mucho, seguramente ha estado jugando mucho y por eso lo hizo.

—(Sorprendida) JAJAJA, ¡Que linda mi niña! Quiere ser la hermana mayor, tal vez deberíamos considerar tener...— El Duque la ve con una mirada sería y la Duquesa no finaliza su petición atrevida.

El Duque sonríe y acaricia con ternura la cabeza de la pequeña Alice. Jajaja, todavía sigue siendo algo envidiable, que... envidiosa soy.

—Alice, has estado jugando mucho con tus muñecas ¿verdad?—

Le pregunta el Duque con tanto cariño que llegué a pensar, que a pesar de que de mí se trataba hace unos segundos, rápidamente se volvió a llevar la atención solo ella y yo, quedé como una simple pintura vieja, colgada y olvidada en la pared.

—Sip... (Dice Alice con ternura y algo de tristeza en sus ojos) lo siento.—

Creo que... terminaré odiando las disculpas, porque con tan solo escucharlas, las siento repugnantes.

—No te disculpes, está bien, puedes llamar a Anya de la manera en que te sientas más cómoda. A tu hermana Anya, no le importa.—

Afirma tan seguro el Duque que no pude evitar sonreír con sarcasmo, tenía un nudo amargo atascado en mi garganta que hacía que mis ojos tuvieran ganas de llorar de rabia, enojo y dolor. Al parecer, sus palabras aún tienen algo de efecto en mí.

— ¿Es cierto... hermana Anya?— Pregunta Alice cómo si importará mi maldita opinión cuando el Duque ya lo había afirmado.

La miré a ella, su rostro que antes envidiaba, me miraba con una expresión que daba lástima y que ahora a mí me molesta.

No sabía cuál era mi expresión en este momento, pero lo que si sabía es que estaba a punto de explotar. Si antes no tuve el interés y la necesidad de matarla, ¿podía ser esta una oportunidad para que me vieran como una verdadera villana?

Con el nudo amargo aún en mi garganta, volteé a mirarlo a él y su expresión estaba neutra. Su semblante estaba serio, pero no podía descifrar que era lo que estaba pensado.

La miré nuevamente a ella y le respondí con la expresión más calmada posible, intentando con todas mis fuerzas no volverme loca.

—Sí... no me importa. Haz lo que desees, Alice.—

Contesté rápidamente, y me metí un pedazo de carne en mi boca para apaciguar un poco mis emociones y mastiqué fuertemente para que ninguna lágrima se me saliera.

—Gracias hermana mayor, eres muy dulce.— Alice agradece sonrientemente mientras aprieto fuertemente el cuchillo en mi mano. 

Con la boca amarga, mi vista se quedó en el plato. Veía como se nublaba mi vista por las lágrimas retenidas y que casi me eran imposibles retenerlas por mucho más tiempo.

Por primera vez en mi vida, agradecí haber estado al otro extremo de la mesa para que no se percataran de mi lamentable y desagradable estado. No me... no me agradaría que se dieran cuenta.

—A, anya... recomponte. N,no le des importancia a sus palabras.—

Me reprendí susurrándome mientras jugaba con la comida con el fin de fingir comer y que no sospechara. Si tan solo la guillotina me hubiera quitado también estos malditos sentimientos ese mismo día en el que me quitó la vida, estuviera agradecida... ¿Pero qué podía esperar? Solo han pasado unas horas desde que me...

—Papi, mami, iré a mi habitación a descansar porque estoy muy llena.—

Escuché decir a Alice mientras tragaba el nudo amargo que precionaba en mi garganga, y mi dolor.

—No, ustedes acompañen a mi hermana mayor, yo iré sola.—

Levanté la vista, y la vi corriendo tan alegremente hacia la dirección de la puerta. Una sirvienta le abrió la puerta y se fue tras ella.

Cuando ella ya había desaparecido de la vista de todos, los duques rápidamente cambiaron sus expresiones. Ambos estaban serios, era como si sus emociones positivas se fueran con Alice.

Noté que el ambiente al instante, cambió a uno sombrio. Y sin desear quedarme en este pozo frío sin fondo, decidí marcharme.

Aunque sabía que, no era nada educado marcharse antes que el Duque, pero si Alice se fue ¿por qué yo no podía hacerlo? asi que sin pensarlo mucho y sin importarme lo que dirían, puse el tenedor y el cuchillo en su lugar para irme. Pero el Duque interrumpió mi salida.

—¿Cómo te va en las clases, Anya? ¿Lo estás haciendo bien?—

Me cuestionó fríamente el Duque. Como si no tuviera interés en absoluto, pero de igual forma, me lo preguntó.

—Bien y sí, Duque.—

Contesté sin deseos de conversar más. Este asintió sutilmente y prosiguió comiendo.

Pensando que ya había terminado con sus preguntas sin sentido, intenté bajarme, pero nuevamente me interrumpe. —"Maldición"— Dije en mi mente.

—¿Terminaste lo que ordené?— Me preguntó nuevamente sin interés.

—Ya lo he terminado, Duque.— Dije mientras lo analizaba con la mirada.

—Oh, bien. Entregamelo cuando tengas tiempo.— Ordenó con su rostro neutro.

—¿Está bien después de cenar?— Le pregunté indiferente.

Asiente ligeramente en respuesta mientras me observa con esa típica mirada fría de la que aún no logro ignorar completamente. —Te espero en mi despacho.—

Respondió mientras se levantaba de su asiento para marcharse. La Duquesa lo acompañó, se levantó y se fue tras de él.

Me quedé como una tonta mirándolos, en vez de dejarlos yo; ellos me dejaron... otra vez, sumergiéndome en este silencio agonizante.

Miré nuevamente mi plato, y recordé que no había comido lo suficiente. Con duda, agarré nuevamente el tenedor para comer lo que faltaba.

—Mira, que hija tan descarada. Comiendo después que la hora de la cena ha terminado.— Murmura una sirvienta insolente.

—Sí, tienes razón, que dirán las demás personas de la señorita Anya, ni modales tiene.— Crítica otra insolente sirvienta. 

Los murmullos detuvieron mi mano, y el pedazo de carne se detuvo sin pasar por mis labios.

—Ah, que barbaridad y aún sabiéndolo lo hace...— Sigue la servidumbre.

Ah!  ¿por qué?, bajé el tenedor y lo puse en el plato indignada. Me bajé de la silla y...

"""Fui hacia ella, las miré furiosa y ordené: —Tú, dale cuarenta palazos para que aprenda a no faltarle el respeto nuevamente a su ama, no, mejor ¡córtale la lengua!, pues no le sirve nada más que para decir basura.—

Las pobres sirvientas me miraron con terror. Se quedaron mudas ante mi orden.

—¿No me escucharon? ¿Quieren que se los vuelva a repetir? ¡Hazlo ahora si no despediré a cada una de ustedes! Es más, haré que estén en la lista negra si no lo haces como te ordené.—

Dije y la sirvienta rápidamente fue a traer un cuchillo de doble filo. La otra rápidamente se postró ante mí, suplicando perdón. Pero mis ojos ardieron de maldad y el cuchillo empezó a cortar..."""

—"Ja ja, cómo si pudiera hacerlo, ahora que tengo esta oportunidad, no voy a morir nuevamente. ¡Ni loca!"—

Me levanté y simplemente me fui hacia mi habitación, reteniendo mis ganas de ver sangre.

Aaaah, que sirvientas tan descaradas y las reglas tan ridículas que existen "cuando el dueño de la casa deja de comer, se termina la hora de comer" es el colmo.

Entré rápidamente a mi habitación y me dirigí hacia mi escritorio, agarré el trabajo terminado y encaminé a la oficina del Duque.

Caminé hasta llegar a la oficina y toqué la puerta levemente tres veces para que mi presencia no le pusiera de mal humor.

—Entra.—

Escuchando su respuesta, abrí lentamente la puerta y por desgracia la puerta al abrirla hizo un chillido horrendo que hasta mis tímpanos vibraron con ese perturbador sonido. Imagínense al Duque cuán molesto debe estar por este semejante ruido.

Por instinto, como si mi mente supiera que la puerta iba a hacer este ruido. Volteé rápidamente a ver al Duque para ver su expresión.

Pero este estaba neutro, al parecer estaba tan ocupado en su trabajo que no le importó el ruido que hice o talvez pasó algo bueno para que este de humor y sea un tanto imposible de que le quiten ese buen ánimo con este sonido.

Entre rápidamente y cerré la puerta lentamente con la esperanza que esta no hiciera ruido como hace un rato, pero lastimosamente, no fue así. Siempre hizo de las suyas haciendo nuevamente ese odioso ruido ¡quería tirar la puerta!, y destrozar cada centímetro de esta, pero contuve mi ira por ahora.

—Duque, le traje el trabajo que me pidió que hiciera.— Informé mientras caminaba para entregárselo.

—(leve expresión de sorpresa) ¡!—

Al parecer ¡Se sorprendió!, ¿será que fue porque lo llamé correctamente o porque terminé mi trabajo?

Antes yo era muy necia porque a pesar de que me decían que no los llamara papá y mamá cuando estuviéramos sin Alice, no les hacía caso y les decía siempre papá y mamá. Por supuesto, cada vez que lo hacía me daban una buena lección, pero yo no me quedaba atrás y les decía: —¡¿Por qué tengo que llamarlos así cuando no estemos con Alice?! Si ustedes también son mis padres, así que también tengo el mismo derecho.—

Pero ahora... no quería llamarlo "papá" o "padre" porque en el momento en que lo necesité, que le supliqué que me creyera, no lo hizo. No me ayudó y lo único que me dijo fue: —"No eres mi hija ¡Lárgate antes de que te mate con mis propias manos!"—

Y aún antes de todo eso, de todo ese horror que viví, el nunca me consideró su hija. Él nunca me amó como lo hace con Alice, su hija.

Así que... ¿cómo podría ser él mi padre? ¿Cómo podría yo perdonar al padre que según él, sólo tiene una hija? ¿Cómo podría llamarlo padre, si lo único que hizo por mí, fue matarme en vida?

—Déjalo en mi escritorio y siéntate en la silla. Tenemos que hablar de un asunto muy importante.— Ordenó el Duque.

Dejé por un lado mis pensamientos rencorosos y asentí, e hice como me ordenó; dejé los papeles en el escritorio y me senté cuidadosamente en la silla. Lista para escuchar lo que me tenía que decir.

—Anya, como ya sabes... tienes edad de comprometerte, y por ello, me guardaré explicaciones e iré directamente al punto.—

 

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Comments

Salomé Páez

Salomé Páez

Esta siendo muy estúpida ella

2025-05-20

2

Andre

Andre

aichhhh no se no me gusta la actitud que está tomando está chica, insisto en que si bien no es fácil aceptar el rechazo debería pensar en todo lo que le hicieron y le están haciendo y volverse fuerte, no es explorar si no por el contrario volverse indiferente con ellos y dejar de darles tanta importancia, pero así como va, va a terminar igual o peor🙄🙄🙄😏😏😏😏😏

2023-08-16

10

Zory Barros Martelo

Zory Barros Martelo

pero ella no parece una persona que vuelve en el tiempo, es la misma tonta que sufre y no hace nada para cambiar 🤷 no enfrenta a los padres no se supera y se va lejos de esa gente

2023-08-15

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