La sensualidad de Daniela.

Andrei se despertó muy temprano para arreglarse, era extraño pero le emocionada ver a aquella persona que lo había retado un día antes. El tomo una larga ducha de agua fría como siempre y se puso uno de sus elegantes trajes, bajo a la sala y ahí estaba Bárbara, sentada en uno de los sofás esperando.

Bárbara: Cielo tardas demasiado.

Andrei: al parecer estás muy ansiosa.

Bárbara: Claro que sí, quiero conocer las grandezas de tu querida socia.

Andrei: no dudo de su extravagancia.

Bárbara y Andrei se montaron en su camioneta de Lujo y el chófer se dirigió hasta la casa de Daniela.

Daniela sé despertó muy temprano, hoy en especial estába particularmente feliz, moría de ansias por ver la cara de Bárbara al llegar a su mansión. Haci que como siempre se metió en el jacuzzi y dió órdenes de que le buscarán una de las ropas más extravagantes de su clóset, pues no perdería la oportunidad de provocar a Andrei para demostrarle a Bárbara que a pesar de ser gorda tenía mucha sensualidad, tanta como para volver loco a su esposo.

Daniela estaba lista, parada en el balcón de su habitación esperando la llegada de los enemigos. Y ahí estaba la camioneta negra lujosa, digna de la elegancia de Andrei.

La camioneta se acercaba y la impresión de Bárbara cambio de inmediato. Cómo alguien podía comprar una casa Haci de lujosa.

Para Bárbara era un motivo más para odiar a Daniela. Andrei tenía una casa igual de hermosa y lujosa, la había comprado para Bárbara, pero unos días antes de firmar la compra a nombre de ella, Andrei descubrió el engaño, Haci que la casa quedó a nombre de Andrei, y como estaban casados por vienes separados sin duda ella no resibiria nada de esa casa.

Andrei por su parte no estaba nada sorprendido, el conocía la extravagancia de la familia Echeverri y sabía que jamás se medían en gastos.

Andrei y Bárbara bajaron de la camioneta, en seguida el mayordomo salió a recibirlos y a hacerlos pasar.

Mayordomo: Buenos días Señores, la Señorita Echeverri los espera, por favor síganme.

Bárbara camino delante de Andrei y fue la primera en ver a Daniela.

Su cara fue de evidente enojó, pues Daniela traía un conjunto que no dejaba nada a la imaginación.

Daniela por su parte los vio entrar, ahí estaba la huera insípida con su evidentemente poco gusto al vestir, mientras el guapo de Andrei entraba tras de ella con su extraordinario porte y elegancia, sin duda era el sueño de cualquier mujer.

Daniela dió inicio a su plan, camino hacia Andrei con evidente seguridad y lo saludo con un beso en la mejilla, después se dió una vuelta sensual y camino hacia ella para saludarla.