Cap 20

-Buenas noches me permite su pasaje y pasaporte por favor?- me preguntó amablemente la chica a la entrada de la puerta, le entregué lo que me había pedido sin decir nada y luego de unos segundos habló nuevamente- Todo en orden señorita Di Salvo, una auxiliar de vuelo la llevará hasta su asiento en la clase ejecutiva; disfrute su vuelo y gracias por preferirnos- sonrió entregándome mi pasaje ya cortado y mi pasaporte

-Gracias- dije tomando mis cosas y dándole una falsa sonrisa mientras entraba por la puerta; caminé por el típico pasillo oscuro que conduce al avión, cuando estuve allí le entregué mi boleto a la auxiliar de vuelo otra vez sin decir nada

-Muy bien- dijo luego de revisar el boleto- si es tan amable de seguirme señorita Di Salvo- me miró sonriendo para luego avanzar delante mío metiéndonos a ambas en los pasillos de la clase económica, no es que no me gustara viajar aquí; de hecho siempre lo hago, pero Tony insistió en que esta vez me fuera en clase ejecutiva para estar mas cómoda por el tema de mi accidente y para que pudiera relajarme, la voz de la auxiliar me sacó de mis pensamientos- Este es su asiento señorita Di Salvo- me miró indicando un asiento que daba a la ventana, justo como me gustaba- mi nombre es Isabelle, por si necesita algo más

-Claro- le dije mientras me deslizaba en mi asiento- gracias Isabelle- sonreí mientras ella dirigía sus pasos hacia la entrada del avión. Luego de unos 20 minutos era la quinta vez que revisaba mis uñas y seguían igual de limadas y perfectas que la última vez que las había revisado, la verdad ya estaba comenzando a aburrirme hasta que de los altavoces sonó la voz ronca de un hombre: “Señores pasajeros les habla su capitán, tengo el placer de informales que contamos con un clima favorable para nuestro vuelo y que el tiempo estimado de llegada será cerca de las 1 de la madrugada. Se les pide que durante el despegue y vuelo apaguen sus celulares y abrochen sus cinturones, gracias por viajar en Air Italy”, luego la voz desapareció dejando un silencio molesto en la cabina, abroché mi cinturón mirando por la ventana y el avión comenzó a avanzar dejando atrás los andenes, el aeropuerto y las luces de la ciudad y fue en este punto, donde lo único que podía ver desde mi ventana era el infinito negro del cielo donde

pensé con mas calma en lo que había pasado en estos tres meses; pensé en Cristopher y en cuando empecé a salir con el de alguna forma, pensé en la primera vez en que realmente me besó, no uno robado como el de la cafetería el día después de que le ganara la carrera; sino uno anhelado y tierno pero a la vez rudo, pensé en la seguridad que sus abrazos me daban, en la satisfacción que sentía cuando sus labios me besaban y en el calor que recorría mi cuerpo con cada una de sus caricias; pero también pensé en la última semana; pensé en Cristopher y en como tocaba a esa chica, lo que me había dicho después de eso y la manera en que me humilló y jugó con mis sentimientos, pensé en como pude escuchar el sonido de mi corazón rompiéndose en miles de pedacitos y que con cada lágrima que derramaba se rompía mas y mas, pensé en las constantes llamadas y mensajes de texto con disculpas que Cristopher me enviaba y que yo ignoraba, pensé también mientras tocaba mi brazo sin el yeso en mi accidente en moto y de verdad había sido una irresponsable al no alimentarme como debía y además del hecho de que casi mato del susto a mi primo, a mi mejor amiga y a mi representante, pensé en la confesión de Cristopher “ ¿No te das cuenta que te quiero?” había dicho él en mas de una ocasión y por mas que esas palabras hicieran temblar cada célula de mi cuerpo sabía que no eran ciertas y por último pensé en el amor que sentía por él y en todo el dolor que tenía acumulado en mi corazón, deseaba odiarlo con todas mis fuerzas, lo intentaba cada día pero era imposible…… sentí como una gota de agua caía en mis manos y luego le siguió otra, no tardé mucho en darme cuenta que eran lágrimas y justo cuando iba a limpiármelas Isabelle apareció con una manta y un pequeño cojín blanco

-Tenga señorita Di Salvo- dijo tendiéndome la manta y el cojín- se encuentra bien? Necesita que la ayude en algo?- preguntó de forma amable

-E-estoy bien, no te preocupes- respondí aclarándome la garganta y limpiándome rápidamente las lágrimas del rostro- una consulta Isabelle- la miré- ustedes sirven alcohol arriba del avión?- pregunté no muy segura

-Claro que si señorita- respondió ahogando una risa- tenemos Champagne, Vodka, Tequila, Menta y Whisky; que le sirvo? - volvió a preguntar

-Un Whisky y que sea doble por favor- respondí e Isabelle de inmediato desapareció- veamos si eso me logra hacer dormir- me dije a misma, a los minutos después Isabelle regresó con un vaso de cristal que contenía un líquido oscuro; al momento de entregármelo lo hizo con una servilleta- Gracias Isabelle- la miré y ella solo asintió esta vez antes de perderse detrás de una cortina dejándome sola con mi vaso de Whisky, lo alcé- llegó el momento de dejarte atrás Cristopher Bianchi- y dicho esto bebí del oscuro líquido, no me apresuré a tomarlo todo de un viaje por lo que me di mi tiempo para disfrutarlo y cuando hube terminado, dejé el vaso en la mini bandeja del asiento delantero y me acomodé en el mío para poder dormir lo que no costó mucho ya que después de unos minutos de mirar la oscuridad del cielo, terminé por ver la oscuridad de mis ojos y soñé…… soñé con Cristopher en un prado cerca de un lago, estaba llamándome con los brazos abiertos y esa hermosa sonrisa que tanto amo, estaba vestido de blanco y además estaba descalzo; me comencé a acercar un paso a la vez, pero no fue hasta que di el tercero que me di cuenta de una cosa: con cada paso que daba Cristopher se alejaba más de mí, pero no paraba de llamarme y eso hizo que entrara en una desesperación acompañada con las ganas de llorar, pero las lágrimas no salían por mas que quisiera y fue ahí donde sentí que me movían y entonces desperté de mi sueño, agitada y con la mano en el pecho.