De regreso...

¿Por qué no puede detectar la energía?, sería más entendible si no pudiera detectar la demoníaca pero ni siquiera puede detectar la energía celestial, por eso lo llamó humano cuando lo vio.

-Dime ¿para que te enviaron mis padres?

-Dentro de siete días es el cumpleaños de la diosa Xuan y la Emperatriz Wa organizó un banquete para celebrarlo y se requiere tu asistencia.

-Eres demasiado imprudente, ¿Cómo es que hablas de esos temas enfrente de un humano?

-No sabía que él príncipe heredero Shen era tan arrogante.

-¿Entonces quién eres tú?

-Soy el príncipe Leilei.

Todos los hijos de dioses de una misma generación aunque sean mayores o menores de edad incluso de bajo rango son príncipes o princesas porque cada dios gobierna cierta área de sus poderes, pero casi nadie sabe de mi existencia porque soy algo así como un tabú, nadie exterior del palacio sabe de mi existencia y los del palacio no tienen información precisa de mí, incluso mis padres.

-¿Con qué eres ese…?

-¿Cómo es que sabes acerca de la princesa Mei Ling?

-Lo mismo digo yo.

Al principio pensé que me había equivocado al confundir la energía del sirviente de mi madre pero acabo de sentir la otra energía celestial, no creo que hayan enviado dos… ¿será otro que enviaron a vigilar?

-Te enviaron sólo.

-Si, princesa Xian.

-Mei Ling, ¿iras al reino celestial?, no extrañas tu mansión y tu jardín.

Creo que ya se quien envió a ese sirviente.

-Está bien iré.

-¿De verdad?

-A este punto no creo que haya otra opción todos quieren que regrese así lo haré pero…

-La diosa Xuan me dio órdenes de que la llevará a como diera lugar y que por cada minuto que se tardará iba a ser uno más de su entrenamiento de artes marciales y estudios por día.

-Ya que vas a volver ayudar a entrenar las tropas.

-A ti no se te escapa nada, ¿verdad?

Me pregunto que pasara con los humanos en mi ausencia, cuando hui pase por cada reino para aprender sus formas de vida pero decidí pasar más tiempo aquí por lástima a ellos y tal vez me encariñe, volveré pronto pero hay algo que me inquieta al irme.

-¿Princesa Mei Ling?

-Vamos.

El reino celestial es hermoso lleno de árboles, plantas, flores, algunas aves y tranquilidad muy profunda, un viento que al pasar te eriza la piel desgraciadamente los que habitan aquí están cegados por las codicia de su gobierno y por ser la raza más fuerte de los nueve cielos.

-Princesa Mei Ling, la notó muy callada desde que dejamos el reino humano.

A pesar de que hace quince mil años tuve una breve visita en el reino celestial no tuve la oportunidad de ver el paisaje mucho menos después de esa conversación, que me hizo tener más clara la idea de que en esta vida no puedo permitirme ser feliz, al menos no hasta que…

-No la molestes debe estar preocupada acerca de qué cara les va mostrar a sus padres después de todo lleva mucho tiempo sin darles una noticia, no creo que estén muy contentos por eso.