Capítulo 18. Un Encuentro Desagradable

El duque llevó a Marian a pasear por las calles de la ciudad y le mostró todos lo edificios y las tiendas que tenían poco tiempo de haber sido construidos, mientras caminaban a Marian le llamó la atención una casa de modas la cual tenía hermosos vestidos en un escaparate, Izan al ver que Marian estaba interesada en eso le preguntó.

__ ¿Quieres que entremos?

__ Si, me gustaría poder probarme uno de esos vestidos, se ven muy hermosos.

Marian y el duque entraron a la tienda, una pareja les atendió y le mostraron a Marian hermosos vestidos para que se los probara, a Izan le pareció que todos los vestidos que ella se probaba se veían hermosos en ella y le dijo a la pareja que se llevarían todo lo que Marian se había probado y que lo enviaran a la mansión Lion.

Mientras estaban en la tienda el duque vio pasar a alguien conocido y le dijo a Marian. __ ¿Me puedes esperar aquí un momento?, debo ir a hablar con alguien, enseguida regreso.

__ Si, puedes ir tranquilo, te espero aquí.

Izan le dio un beso en la frente y le dijo.

__ Enseguida regreso.

Cuando Izan marcho, Marian siguió mirando vestidos hasta que sintió que alguien la empujó por la espalda, ella perdió el equilibrio y cayó al suelo, al girarse para ver quién era la persona que la había empujado Marian quedo estupefacta. Era su madrastra y su media hermana que estaban de pié detrás de ella y le dijeron.

__ Hola querida Marian, hace mucho tiempo que no nos veíamos, parece que sigues siendo igual de patosa que antes, mira que caerte sólo porqué toque tu hombro.

Marian se levantó del suelo y le contestó a su madrastra.

__ Yo veo que sigues siendo la misma bruja de siempre, aunque ahora que te veo bien estas mas vieja, si no te cuidas puede que mi padre se busque a una amante más joven.

__ Veo que todo el tiempo que estuviste encerrada no sirvio de mucho, quizás debí pedir que te diciplinaran de manera más dura, porque te has vuelto más insolente o quizás sea porque te has casado, lastima que tu vida vaya a ser tan corta y no tengas mucho tiempo para disfrutarlo.

Marian considero que seguir peleando con su madrastra solo le iba a arruinar su día así que pasó a su lado y al ver bien a su hermana pudo ver que ella estaba embarazada, su hermana se tocó el vientre hinchado y se río como si se burlara de Marian porque ella nunca iba a poder ser madre.

Su madrastra al ver que ella se iba la cogió del cabello y le dijo.

__ ¿A dónde crees que vas?, Aún no he terminado de hablar contigo.

Marian le metió las uñas en el brazo a su madrastra y la soltó y le dijo.

__ Maldita perra, parece que debo volver a enseñarte a que me respetes.

La madrastra de Marian quiso golpearla con su abanico pero Marian lo atrapó antes de que la golpeara y lo partió en dos, tiró los pedazos al suelo y le dijo.

__ Si vuelves a ponerme una mano encima haré que te arrepientas.

__ Qué crees que puedes hacerme, solo eres una mocosa estúpida que morirá dentro de un año, me alegro que pronto puedas reunirte con la perra de tu madre.

Cuando la madrastra de Marian dijo eso ella inmediatamente le dio una cachetada, le dejó una marca roja en la mejilla, Susan al ver que Marian le había pegado a su madre le dio un empujón por la espalda y volvió a tirarla al suelo con tal fuerza que las rodillas de Marian comenzaron a sangrar.

Susan vio como se acercaba su esposo John desde la ventana y comenzó a derramar lágrimas y le dijo a Marian.

__ Marian se que aun no me perdonas por haberme casado con John pero eso no te da el derecho a golpear a mi madre, ella no tiene la culpa de nada.

Marian se levantó e iba a pegarle una cachetada a Susan por embustera cuando John entró en la tienda y le sujetó la mano con fuerza.

__ Ni se te ocurra pegarle a Susan, Marian no dejaré que la lastimes, en verdad eres una mujer viciosa vez que Susan está embarazada y aun asi quieres pegarle.

Marian intentó zafarse del agarre de John pero él la tenía bien sujeta y no pudo, a ella le comenzó a doler la mano ya que él la sostenía con mucha fuerza y le dijo.

__ Sueltame, me estas lastimando.

__ No lo haré hasta que le pidas perdón a Susan por querer golpearla.

__ Yo no pienso pedirle perdón a esa bruja embustera, así que sueltame.

__ Ya te dije que no te iras hasta que pidas perdón.

John apretó su mano con más fuerza arrancándole un grito de dolor, la pareja que había atendido a Marian y al duque acababan de regresar de la parte trasera de la tienda y al ver a Marian ser intimidada le dijeron a John.

__ Señor por favor suelte a nuestra clienta, la está lastimando.

__ No pienso hacerlo hasta escuchar una disculpa.

Marian volvió a chillar de dolor y al ver a su hermana reírse de ella a espaldas de John la odio, Marian siempre había odiado eso, su hermana se hacía la víctima y siempre era a ella a quién terminaban castigando.

A Marian le dejó de importar el dolor de su mano y dejó de chillar ya que no quería darle el gusto a su hermana de verla sufrir por su culpa, John la zarandeaba para que ella dijera algo sin embargo Marian se quedó en silencio.

Cuándo el duque regresó a la tienda a buscar a Marian vio como un hombre la sujetaba por la mano con fuerza y la zarandeaba pidiéndole que se disculpara, Izan sintió que la ira lo invadía al ver a Marian ser intimidada, él se acercó aquel hombre como una ráfaga y lo sujetó por el cuello con fuerza haciendo que el soltara a Marian y le dijo.

__ ¿Qué creés que le estas haciendo a mi esposa?

John al ver al duque se quedó de piedra, ya que él no sabía que Marian se había casado y aún menos que su esposo era el duque de Lion quien era la cabeza de una de las familias más importantes de todo el reino.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***