capítulo 11

"Tu eres Luvianne?"

"Si, como saben mi nombre?"

"Juan nos contaba sobre ti, juegas fútbol no?"

"Em... Si, soy centrocampista y lateral derecha"

"Que raro apellido"

"No es mi apellido, es mi posición en el área de juego"

"Ya entendí"

Ella se enderezó, se acercó a nosotras y metió sus manos en sus bolsillos, se sentó en el pequeño muro del otro lado de la acera a estar de frente a nosotras, se quitó el gorro de lana y lo puso sobre su rodilla.

"Y que saben de Juan, ha llamado?"

"Solo nos envió saludos nada más"

"Y eso fue ayer"

"En serio?"

"Si, de casualidad se ha contactado contigo?"

"No, le he enviado varios mensajes, incluso lo llame pero no levanta"

Nos quedamos en silencio en aquel lugar, de por sí ese lugar además de nosotros no había más presencia, de las tres Nikita era la que parecía estar en la luna, veía hacia la cancha muy afanada y eso en parte le llamaba la atención de Luvianne.

"Si quieres..."

"Quisiera preguntarles algo"

"Si... Cómo qué?"

"Que son ustedes de Juan y quiero que sean sinceras"

Cuando lo dijo hacia bolita la bolsa donde tenía el fresco, vio hacia mi que estaba en el extremo derecho de la banca, lanzo la bolsa, cerré los ojos y escuché un suave golpe, cuando abrí los ojos ví que lo había tirado hacia el envase de la basura.

"somos mascotas de Eleonore, Juan cuidaba de nosotras"

"Esperen... Dijeron mascotas?"

"Lo entendiste mal, somos hijas..."

"Pero Eleonore no ha tenido esposo, siquiera hombre"

"... Adoptadas, a eso quería llegar"

"Es confuso, creí que solo se podían adoptar cuando son bebés"

"También se pueden adoptar a niños y adolescentes, solo que no es muy convencional que se diga, en este caso se vería más como un apadrinamiento como una adopción"

"Interesante dato, y como ha sido Juan con ustedes?"

"Es controlado, por un lado ha sido cuidadoso con nosotras, le ha ayudado a cocinar a Nikita y es divertido"

"No han tenido momentos... Ya saben... Incómodos?"

"No que yo sepa"

Le decía mientras recordaba aquellos escenarios incómodos, cuando me transforme ante el, luego Nikita y por último Cleo, de suerte no ha pasado un evento así de similar, en eso volví en si para ver el rostro inexpresivo de Luvianne.

"Vaya, creí que sería como aquellos chicos que... Olvidenlo"

"Y como ha sido Juan con usted?"

"Bueno, es amable aunque se aprovechan de el por ello, es inteligente aunque sale con unas cosas que a cualquiera haría dudar, de casualidad saben si tiene novia?"

"Novia?"

"O sea, si no lo han visto con una chica... Agarrados de la mano o dándose besos o algo por el estilo"

"Sigo sin entender"

"No hasta donde sabemos, cuando andábamos con el a la única chica con quién veíamos que platicaba es contigo"

"Entiendo"

"Yo no?"

"Cleo... No opines"

"Huh!"

Escuche un sonido extraño así que voltee a ver hacia ese lugar por la carretera, era un camión con ganado en la carga, cuando voltee a ver a Luvianne quien mostraba más bien un rostro de sorpresa.

"Que"

Se puso de pie y se acercó a mi, de inmediato puso sus manos en mis orejas, las estaba masajeando con sus dedos, por un lado era incómodo que lo hiciera.

"Que interesante... Incluso se mueven, son robóticos?"

"Que cosa?"

"Tus orejas?, Son de aquellas robóticas no?"

"Si... Eso creo"

Cuando soltó mis orejas volvió la vista hacia mi rostro, pude apreciar más de cerca sus ojos color verde claro, lentamente sus mejías se sonrojaban hasta que parpadeo y reacciono, bajo sus manos y se fue a sentar a dónde estaba anteriormente.

"Dónde las consiguen, las orejas"

"En internet"

"Si les pidiera una, me las traería?"

"Depende la disponibilidad"

"Interesante, quisiera saber si hay una como las orejas de Koala, harían la consulta?"

"Haré lo que pueda"

Mientras le decía, ella acento y vio a las demás, su atención se dirigió a Nikita que estaba distraída viendo pasar una llega de hormigas, no la culpo, es pálida de cabello color ceniza y ojos bicromaticos.

"Van para algún lago?"

"En realidad veníamos a dar la vuelta por aquí"

"Si quieren les llevo a conocer un poco la ciudad, se rifan?"

Volví a ver a Cleo y Nikita, Cleo esperaba que yo aceptará, Nikita estaba más neutral, solo levanto los hombros y sus manos mientras inclinaba débilmente su cabeza hacia la izquierda, volví la vista hacia Luvianne.

"Porque no?"

"Vamos entonces"

Caminamos al menos un par de cuadras cuando alcanzamos un taxi, Luvianne hasta eso nos pago, llegamos al campo de ferias de la ciudad, los parajes estaban más que bellos, los obsequios y la comida era unica, un deleite.

"Que bien huele... Es café?"

"Es café con vainilla señorita, lo tenemos a buen precio si quiere puede llevar"

"Nikita!"

"Talvez a la próxima"

"Ok!"

Nos quedamos en el anfiteatro a ver las presentaciones de baile y a los comediantes invitados, luego dar vueltas por el pequeño jardín botánico, Cleo se pegó mucho conmigo hasta llegar a sujetar mi brazo mientras veía sorprendida su alrededor.

"Mira Yoko... Que es eso?!"

"Es una planta de mandarinas"

"Se come?"

"Claro que sí... Por cierto, y Niki... Ah, allá está"

Ambas iban platicando a varios pasos detrás de nosotras, parecía que la conversación estaba buena porque hasta reían, llegamos a los puestos de comida donde ella nos invitó a una taza de café con vainilla y pan de mantequilla, ya que oscurecia nos llevó de regreso en taxi.

"Gracias por el recorrido!"

"De nada, nos vemos"

Se fue en aquel auto, continuamos el viaje de regreso a casa, me sentía despejada y aliviada, cuando íbamos a medio camino me detuve mientras algo me venía a la cabeza, Nikita y su típica inclinación de su cabeza hacia un lado a modo de pregunta.

"Ahora que me acuerdo... que hacía Luvianne allí si no había nadie?"

"Llegó para recojer una encomienda que Juan le había mandado... Al igual que tú tenía curiosidad asi que le pregunté y me lo dijo"

"Interesante... Pero que le mando?"

"Eso no lo sé, me dijo que aún no lo ha abierto"

"Quedamos en lo mismo"

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