XVIII. Vagos recuerdos

GREGORY

Años atrás...

— ¿Entonces vas a casarte con ella? Digo, sé que ya existe una acuerdo entre sus familias, pero ¿Qué sientes por ella? — pregunta Sherman cruzado de brazos.

Me quedo pensando por unos minutos antes de responder: a Jessie la conozco prácticamente de toda la vida, nuestras familias trabajan en conjunto para la granja. No puedo negar que siento un enorme cariño hacia ella, además que esos ojos me tienen volando por lo alto. Puede decirse que desde que la ví, ha sido mi primer amor.

— Sabes que desde pequeño he estado enamorado de ella — digo la verdad y estrecha los ojos —. El acuerdo que mi padre ha hecho con su padre no afecta en nada.

— Eso es asunto tuyo, sabes que pienso lo contrario respecto a eso — ¿Por qué le odia tanto? Si Jess es una chica dulce —. Otra pregunta y no molesto más ¿Cómo van a hacer estando en extremos diferentes? Tu irás a estudiar a otro lugar y ella irá a Francia.

— Serán unos años...

— Esa chica realmente te trabaja con un dedo.

— ¿Cuál es el problema con ella? ¿Por qué la odias? Eres mi mejor amigo pero ella es el amor de mi vida — hace una mueca frunciendo el ceño —. Tienes que aceptarla.

Se queda callado y niega con la cabeza. Resopla y sale de mi habitación.

No comprendo a Sherman, hace unos meses estaba feliz por mí, y ahora que le digo de mis planes de la boda antes de irme a Estados Unidos; se niega a ayudarme.

Término de hacer la maleta y mi dulce chica pasa por la puerta, Sonrío al verla; con ese vestido azul cielo a juego con sus ojos y sus cabellos rubios caen por sus hombros; luce simplemente hermosa.

— No me quiero separar de ti, mi amor — dice y se sienta a mi lado. Apoya la cabeza en mi hombro y suelto un suspiro. Tampoco me quiero separar de su lado —. Deberías venir conmigo a Francia, allí podemos estudiar juntos.

— Sabes que no tengo como ir. Apenas si pude juntar el dinero suficiente para ir a Estados Unidos — se tira de espaldas a la cama y me giro hacia ella —. Mis padres no están de acuerdo con que estudie periodismo.

— Eso ya lo sé. Greg yo pago el boleto de avión y te ayudo con el dinero que necesites — dice y me tiro a su lado. Rápidamente se sube sobre mí y los nervios me dominan todo el cuerpo —. He soñado toda mi vida estando contigo, e irnos por destinos diferentes nos va a separar.

— Claro que no — la tomo de la cadera y se estremece. Puedo sentir el calor de sus piernas traspasando la tela de mi pantalón —. Te amo, y la distancia no va acabar nuestro amor.

— Si tu lo dices — se inclina y besa mis labios.

Mis manos viajan a su espalda y la pego más a mí, un suave gemido sale de sus labios y pierdo el control. El beso se transforma en uno más apasionado y nuestras manos inquietas buscan con desespero quitar las prendas que nos estorban. Pero la aparto de golpe al recordar que nunca hemos hecho nada y que, el día que sea completamente mía lo haga como mi esposa.

— No me hagas esto, deseo sentirte y siempre que pasa lo mismo te echas para atrás — dice algo molesta. Acomodo mi ropa y me incorporo en la cama.

— Ya lo hemos hablado — digo y frunce el ceño —. Debemos esperar hasta el día que seas mi esposa.

— Como sea — murmura y sale de la habitación muy enojada.

¿Será que hice bien en alejarla?....

MESES DESPUÉS

— Greg ¿Vas a venir a casa para despedir a Jess? — pregunta mi madre al otro lado de la línea.

— Sí mamá, pero no digas nada quiero darle una sorpresa — la escucho reír y sonrío.

— Se va a poner muy feliz en cuanto te vea. Te ha echado de menos. No para de hablar de ti — dice y niego —. Tendré a mis dos hijos reunidos después de tanto tiempo.

— No sabía que Jeff volvería a casa — susurro.

— No va a volver, ha venido a visitarnos. De verdad que ha pasado tiempo que no venia.

— De hecho, ya van dos años que nono ha vuelto a casa.

— Bueno, mi amor. Te dejaré para que hagas tus maletas. Jess ha llegado, te quiero, hijo.

— Y yo a ti, mamá.

Cuelgo la llamada y subo en el auto. Antes de arrancar un mensaje me hace poner atención en el celular nuevamente.

(Greg, prepara todo para el próximo fin de semana. La universidad te ha escogido para un reportaje para un canal muy importante. Te enviaré todo por correo y felicidades. Att, Eric)....

TRES AÑOS DESPUÉS...

Contemplo la foto en la cámara y me sigo preguntando que fue lo que hice mal. Lo había hecho todo por ella y esa supuesta promesa de amor que me había dicho ante de irse; solo era una vil mentira.

Había pasado de la felicidad infinita a la amarga sensación de dolor y tristeza. Como describir cada una de las traiciones de las dos personas más importantes para mí... cambio la foto y enfoco la cámara en las dos mujeres frente a mí; Emma Rogers y Ana Collins, sonríen, y esos dos luceros verdes me hacen olvidar por un breve momento de aquellos azules que estaban impregnados en mi alma.

— Gregory, toma la foto ahora que estoy entumecida — dice Ana y disparo el flash en el mismo instante que Emma suelta una carcajada; su bella sonrisa quedó en mi mente durante el resto de investigación en el albergue... y fue imposible borrar esos verdes esmeraldas de mis pensamientos, opacando todo rastro del mar en el que me había perdido en el pasado...

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