Que si me arrepentí de haber dejado a Nathan quedarse? No, voy a cobrar venganza? Si, casi no pude quitarme el rotulador de la cara, me refregue la cara y lo único que conseguía era que me quedara roja mientras Nathan solo se reía, después no pude dormir tranquila por temor a que me rayase la cara otra vez, al siguiente día de clases fue muy vergonzoso todo el mundo se me quedaba mirando y no sabía cómo ocultarlo, lleve un tapabocas pero aún así se notaba el arte de Nathan en mi frente.
- Hola Kathe.....que rayos te sucedió - preguntó yukiji mientras se agarraba una coleta de caballo.
- pregúntaselo a el - señale a Nathan mientras el no hacía más que reírse, pero no te preocupes tarde o temprano cobraré venganza.
- jajaja yo? Que podría hacer esta criaturita del señor? - dijo el aún riéndose.
- no te hagas, más te vale que me lo recompenses o si no te vas a arrepentir.
- que? - dijo yukiji algo sorprendida- en serio hay dice 오빠 ? - ( OPPA) .
- si - hize una mueca.
- bueno vamos a la uni que vamos tarde- dijo Nathan y Automáticamente le lanze una mirada amenazadora.
Ya en la universidad muchos de mis compañeros susurraban y hablaban de mi, enserio creen que no los puedo escuchar? Además dejar que hablen es solo por hoy y no vale la pena de dar explicaciones, pasar por al lado de Trina lo único que recibi de ella fue una burla, no se me hacía raro de ella desde que llegué a corea he tenido la mala suerte de compartir con ella mi secundaria y ahora la universidad, no tenía ni la menor idea de por qué le caía mal, me acuerdo muy bien de ese día.
Era mi primer día de clases en corea estaba totalmente desubicada y un poco triste por que Mathew no había ido a despedirse de mi pero tampoco era una obligación suya, simplemente me extrañaba de el, ví una chica con el cabello color castaño oscuro, ojos cafés oscuros y unos rasgos únicos, vestia ropa de marca, pensé que podríamos ser amigas, me le acerque y le extendi la mano y recibí un desprecio por parte de ella.
-hola soy Kathe- extendi la mano nuevamente.
- emm disculpa quien eres tu para hablarme?. - me desprecio nuevamente.
- como verás soy nueva y me gustaría tener amigas.
- de dónde eres?.
- soy de Estados Unidos pero mi papa es coreano y mi mama de Colombia.
- si me puedo dar cuenta, está bien unetenos pero hay unas reglas que debes seguir.
Un poco confundida simplemente acepte lo único que quería era tener compañía alguien en quien confiar, pensé que tendría una buena oportunidad con esta chica.
- como te llamas? - pregunté
- Trina el placer es todo tuyo- tuve que contener una risa ante eso.
Antes de que saliera de clases Trina me detuvo y me dijo que debía vestir mañana al parecer tenía que vestir toda roja, no me negué así que al siguiente día llegué con una falta roja, una blusa blanca, unas botas rojas y una chaqueta de cuero roja, esa era la pequeña ventaja de que tu hermana fuera diseñadora, cuando llegue a clases llame la atención de más de un chico pero no me fijé casi en eso, estaba buscando a Trina, cuando la ví y la saludé hizo una cara de desprecio pero yo aún así me diriji a su paradero, cuando la saludé me miró de arriba hacia abajo como si me estuviera escaneado, me dijo que lo que traía estaba horrible, algo que aprendí de Estados Unidos era que eso era señal de envidia puede que fuera pequeña pero no era tonta, la ignore y continúe con mi día normalmente, durante la hora del almuerzo, me dirigía a la mesa con las chicas para comer, me pude dar cuenta que no se querían sentar con migo pero aún así me dejaron, durante todo el almuerzo ellas se reían y miraban, antes de pararme Trina se paró y me dijo "tu ropa está linda pero falta un pequeño detalle" antes de que pudiera reaccionar ya tenía una malteada de fresa encima, me gustaba la fresa pero no en mi ropa, evité zamparle una bofetada estaba en público, lo único que hize fue decirle lo despreciable que era, salí lo más rápido de la cafetería con la sangre bombeando de una forma exosferante, al siguiente día le pedí disculpas y no conseguí nada más que me insultara me lo merecía pero tampoco por largos 9 años
No se me hizo raro que Trina se burlara de mi solo la ignore era algo que siempre ocurría, al salir de clases le dije a Nathan que tendría que recompensarmelo haciéndome favores muchos favores, primero le dije que debía cargar mi mochila luego le dije que me cargará a mí y así hasta la casa, llegue y mi mama aún no estaba, le marqué.
- mamá? Que paso por que no llegan aún?.
- hija a Jack le van a hacer una operación de una muela y vamos a tardar casi un mes, perdóname hija te prometo que te lo voy a recompensar he hablado con la mamá de Nathan para pedirle que si dejaba a Nathan cuidarte.
- pero mamá ya no soy una niña, ya puedo cuidarme sola.
- aún así le pedí el favor a la mamá de Nathan y ella accedio, hija te amo, portate bien hazle caso a Nathan.- lo dijo como si el fuera mi papá para que le tuviera que hacer caso.
- ok mamá te amo- le respondí sin alegar, al colgar el teléfono me encontré con Nathan mirándome por la barra de la cocina.
- y.. que vamos a comer?
- no lo sé tu estas a cargo.
- está bien luego no te estés arrepintiendo.
- está bien, quiero bolas de arroz y sushi.
- jajaja buen chiste.
- es enserio- le dije con una cara sería.
Me dirigí a mí cuarto y me cambie, cuando salí ví a Nathan cocinando lo que le había pedido, inconscientemente me le quedé mirando por un buen rato, cuando él se dió cuenta sentí como mi cara cogia color así que disimule que buscaba unas revistas pero fracase el se dió cuenta, me senté en el sofá y me puse a ver un poco de televisión cuando escuché un grito de dolor proveniente de la cocina salí corriendo y le pregunté a Nathan que le había ocurrido.
- que ocurrió?
- nada solo quería que vinieras.
- Nathan con eso no se juega.
- si pero te ves hermosa cuando estás brava.
- aish me voy.
- no tu no te vas a ningún lado- me agarro por la cintura y me acerco a el, me puse nerviosa y el se dió cuenta provocando que soltara una leve risa.
- ayúdame a poner la mesa.
Le hize caso omiso, sirvió la comida se veía muy rica.
- no sabía que podías cocinar.
Comimos y después de eso nos fuimos a dormir yo me dormí en mi habitación y Nathan en la de Jack que estaba justo al lado mío, varias veces en la noche el golpeaba la pared con el fin de fastidiarme, me vi obligada a ponerle pestillo a la puerta y ahora solo faltaba esperar a que la noche pasará.
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