Intentando escapar de la tutora

Al regresar a casa, Rowen se encargó de contar a los padres de Leila lo que había sucedido mientras hacían el contrato con sus familiares felinos; por supuesto los marqueses se asustaron ante la noticia, pero por suerte Rania aclaró toda la situación antes de que se crearán mal entendidos.

En cuestión del truco para tapar el color del cabello era una situación práctica que en cierta forma le ayudaría cuando esté rodeada de más personas y cuando esté en casa o con personas cercanas podría retirar ese truco y así no agotar las energías de la gota de carbón.

Marquesa Aurora: "Leí no te preocupes en casa no necesitas usar ningún truco y los maestros tampoco dirán nada"

Leila: "Pero pronto iré a la academia la cuestión es dominar una parte de mi magia y así tener más control"

Marques Logan: "En ese caso podrías teñirtelo y así no sobre esforzarte demasiado"

Rowen: "De hecho...no les dije un dato importante" [lo dice en un tono Nervioso]

Marques Logan: "¿Qué es lo que no nos ha dicho?"

Rowen: "La verdad es que iba a enviar a Carl a la misma academia al que va a ir Lei"

Marques Logan: "Perfecto así podrán estudiar juntos"

Leila: "Así que eso era lo que estabas ocultando"

Charleston: "Era una sorpresa pero veo que se tuvo que adelantar, ahora que ya lo sabes espero que seas una buena compañera"

Leila: "...Confio en ti compañero"

Fueron sentimientos encontrados, Lei estaba feliz por tener a un conocido y a la vez sabia que Carl la iba a molestar a la primera oportunidad que tuviera. Al menos aún tenían un mes antes de la academia por lo que la profesora que la enseñaba desde pequeña preparó unas clases especiales para Lei y lo sorprendente fue que habían invitado a Carl para que también recibiera la clase, cosa que sorprendió a todos.

Charleston: "¿Cómo que tu profesora también quiere que esté presente?"

Leila: "¿Acaso crees que yo se el motivo? No me dijo nada más"

Isabel: "A mi me suena a que te van a enseñar el cómo comportarte"

Charleston: "¿Y eso para qué?"

Roman: "Para que puedas bailar junto a Lei en la ceremonia de mayoría de edad, ¿acaso hay otro motivo?"

Leila: "No creo que sea eso"

Roman: "Hagamos una apuesta, si yo tengo razón tendrás que probar mi nuevo invento y si tu ganas yo probaré tu invento"

A lo que Roman se refiere con "inventos" son comidas, resulta que queríamos aprender a cocinar pero el resultado no era muy favorable que digamos, se podría decir que o eran hechos para la cocina, a tal punto que el cocinero los echaba de la cocina cada vez que los veía merodeando y recolectando nuevos ingredientes.

Leila: "Trato hecho" [ambos chocan las manos]

Efectivamente Roman tenía razón, habían llamado a Charleston para enseñarle a manejar sus modales junto a Leila, para que no tuvieran ningún problema y su reputación como tutora no cayera tan bajo.

Tutora: "Ahora por favor joven Holstein de pie"

Charleston obedeció de inmediato, pero en su rostro se notaba que estaba siendo torturado; bueno no se podía esperar otra expresión, hemos estado en esta clase desde hace tres horas.

Habíamos intentado saltar por la ventana pero sorprendentemente escogieron un buen momento para dar esta clase, en plena tarde cuando el abuelo de Carl estaba merodeando por la casa y la marquesa estaba en la habitación continúa.

En pocas palabras, estaban atrapados en la tortuosa clase y encima luego de eso Leila tenía que pagar la apuesta que perdió.

Tutora: "Señorita Leila ¿Qué le he dicho sobre su postura?"

Leila incorpora su postura rápidamente, su tutora nunca le había pegado, pero tampoco era blanda con sus palabras por eso era mejor hacerle caso en lo que dijera; aunque de pequeña Leila era el dolor de cabeza de la tutora no por su falta de conocimiento, era más bien porque no seguía las reglas de cómo se debía sentar, vestir o incluso caminar.

Se podría decir que su comportamiento cambió, ante la sociedad se comportaba como toda una dama de alta sociedad, sin embargo en casa era todo lo contrario

SI bien la tutora se había acostumbrado a esto, en un inicio le causó terror que incluso pensó en renunciar, pero le agarró cariño a Leila así que dejó ir esa idea, aunque de tiempo en tiempo volvía esa idea a su cabeza.

Sobre todo cuando Leila ingresaba por la ventana debido a que llegaba tarde a clase.

Tutora: "Joven Holstein ¿cómo actuaría si alguien está siendo grosero con la señorita? "

Charleston: "Ella se encargaría de eso y yo de recoger el cuerpo"

Tutora: "¡No!... Veo que no ha aprendido nada, que tal si nos hace una demostración de cómo escoltar a nuestra señorita"

Ambos implicados sudaron frío, Leila sentía que el castigo no sólo era para Charleston, también era para ella.

Charleston se levantó de su asiento y se acercó a Leila, extiende su mano y dice

Charleston: "¿Me permite su mano joven señorita?"

Leila cambió su actitud a una mucho más serena y con gracia dijo

Leila: "Por supuesto Sir"

Extendió su mano y la depositó suavemente sobre la mano de Charleston, Leila se levantó de su asiento y bos salieron de la habitación

Tutora: "Muy bien, ahora vuelvan a ingresar a la habitación"

... Nadie respondía...