Eduardo llamo a sus amigos en la policía tenían que localizar a su esposa.
Él no permitiría que ella se fuera de su lado, tal vez ninguno de los dos es feliz, pero en la mente de Eduardo ella no puede dejarlo, es solo suya, así sea solo un artículo de ornato en su casa pero es suya y eso nada lo cambiará.
Pasaron algunos minutos, su móvil sono
-Hola, Eduardo
-Raúl ¿la han encontrado?
-Lo siento, si se mudo de casa tal vez rento o compro a nombre de alguien más, ella no aparece en ningún registro reciente, ¿ya buscaste con tus suegros?
-No, pero en este momento voy para allá.
Eduardo tomo su abrigo monto tu auto y se dirigió a la casa de los padres de Miranda.
Tenía años que no ponía el pie en esa casa, sus suegros siempre lo recibían de muy buena manera, lo que lo hacía sentir incómodo. Así que sólo los veía en ocasiones muy especiales y en lugares públicos donde no pudieran tener demasiada intimidad ni se tocarán temas personales.
No llamó por teléfono para avisar que iría, cuando se dio cuenta ya estaba en la puerta tocando el timbre.
Una voz le preguntó por él interfono
-¿A quién busca?
-Soy el licenciado Eduardo Torre Blanca, busco al señor de la casa.
-Disculpe, no sabia que vendría, en un momento abro la puerta.
Inmediatamente después la reja se comenzó a abrir automáticamente, Eduardo manejo hasta la puerta principal, donde estaba la misma persona que contestó el interfono.
-Buen día Señor.
-Buen día, ¿esta mi suegro?
-No están, salieron de viaje los señores.
-¿Mi esposa y mis hijos viajaron con ellos?
-No lo sé señor, los señores ya tenían planeadas las vacaciones desde hace tiempo no tengo conocimiento si la señorita y sus niños irían con ellos.
-¿Mi suegro lleva su móvil con él?
-No señor, lo dejo al igual que la señora, ya sabe que no le gusta ser molestado cuando sale con su esposa de viaje.
-¿Dejaron algún número donde se les pueda localizar?
-No señor, solo sé que tomarían un crucero por 30 días.
-Esta bien, mi cuñado Enrique viajo con ellos.
-No lo sé, pero puede preguntar en su empresa.
-Tks... - Eduardo hizo un sonido con la boca, le molestaba mucho que este sirviente no pudiera darle las respuestas que él buscaba.
Sin embargo se sintió algo tranquilo, seguramente la sirvienta escucho mal y su esposa e hijos se fueron de viaje con sus padres y descanso a la sirvienta y jardinero, pues sin ellos en casa el trabajo disminuiría drásticamente.
Además Raúl no encontró señales de que ella rentar a o comprara una casa o departamento en la ciudad, no se iría así sin decir nada ¿cierto?
****
Mientras tanto los padres de Miranda miraban por las cámaras la platica entre su yerno y el mayordomo.
Está vez habían tenido que mentir para permanecer en un lugar neutral con respecto a la relación de su hija.
Ella no les dijo nada, no tuvo la oportunidad, pero Enrique les hizo saber lo infeliz que era Miranda por su causa, ellos tenían una leve idea pero nunca imaginaron que realmente el hombre que eligieron para ella fuera tan desgraciado.
Sin embargo Miranda estaba enamorada de ese hombre, se caso con él por qué quiso, realmente no la obligaron. Aún que después a sabiendas de que la relación no era buena le insinuaron una y otra vez que su rechazo al divorcio.
Por la experiencia personal de su padre como especialista en derecho civil, pocas veces la mujer sale bien librada del divorcio, si no era por el dinero que siempre le restringen o por el desprestigio de ser una mujer abandonada.
Pero la mujer siempre pierde en comparación con el hombre, pero esta vez se trata de su propia hija y sabe bien que clase de mujer es.
Ella no fallo como muchas otras pero a pesar de lo escepcional que sea, su marido es basura y es mejor cargar con el desprestigio del divorcio a la carga emocional de ser una mujer condenada a tolerar la infidelidad y desamor de su esposo.
Miranda fue muy feliz con su hermano y sus hijos a comprar muebles nuevos para su nueva casa, que realmente es una propiedad que su padre le había heredado y de la cual nunca habló con su esposo, pues ella en algún momento pensó en venderla.
En estos momentos de verdad se sentía aliviada de no haberla puesto en venta.
La casa no era muy grande pero era bonita, ella había mandado a que hicieran una remodelacion para modernizar la propiedad y ponerla a la venta.
Esta ocasión fue verdaderamente atinado hacer ese gasto.
Los niños estaban tan acostumbrados a su madre que no compartir tiempo ni espacio con su padre no era algo que les afectará realmente, pero en algún momento preguntaría por él.
Aún no había pensado que les diría pero por el momento disfrutarán el tiempo de familia.
Miranda vestía de una forma casual y un maquillaje suave. Enrique noto que aún siendo muy sencilla su hermana llamaba la atención de varios caballero que paseaban en la plaza, ya fueran con amigos o sus parejas más de uno la seguía con la mirada.
Ella no se percata de las miradas, se enfocaba más en no perder de vista a José que se negaba ser tomado de la mano, mientras que la bebé caminaba con una correa para niños.
Miranda deseaba cargar a su bebé pero ella quería caminar al igual que su hermano.
Enrique caminaba tranquilo a su lado, en algún momento también tendría familia y le gustaba estar cerca de sus sobrinos, se preguntaba, ¿cómo era posible que Eduardo no valorará a su familia?
-Hermana, ¿qué piensas de Nicolas?
-No pienso nada, ¿debería pensar algo...?
-Solo pregunto por qué no te haz quitado los aretes que él te regalo.
-Ah, eso... No lo recordaba, con la mudanza no me he detenido a pensar mucho en él, ¿por qué?
-El es abogado, podemos contratarlo para que haga tu acuerdo de divorcio. ¿Qué te parece?
-No es mala idea.
Miranda trataba de sonar indiferente ante el hombre pero realmente desde que lo conoció había pensado mucho en él, también permanecía con los aretes por que realmente le había encantado el regalo, tenía mucho tiempo que no recibía un obsequio de alguien más que no fuera de sus padres, hermano su amiga o tal vez algún compañero.
Pero por lo regular eran cosas más sencillas, una taza para el café, un libro, una tarjeta o algo así.
Le gustaba la sensación de saber que alguien se había tomado el tiempo suficiente para buscar algo para ella, además de que por ser bonitos eran caros, su esposo después de la boda no se molesto en regalarle ni un par de aretes de fantasía.
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Comments
Rosario Rojas
Me encanta
2023-11-16
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Patricia Guzman Ceja
pues ahí tiene ya al pretendiente perfecto ojalá y se quede con el y mandé a volar al marido que por alguna causa se está vengando de ella dice que le debe la vida de su hermano tal vez más adelante la autora nos ilumine que fue lo que pasó..
2023-11-01
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Lau Jewel
Eduardo lamnetara todo
2023-08-12
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