Paseo

Ese mismo dia, mas tarde Nora fue notificada la hora de inicio del paseo con el príncipe..

[No le tengo miedo, pero es un pesado ese hombre, con razón todos se asustan de él]

El jardín real se extendía como un océano verde y silencioso, lleno de flores exóticas y caminos de piedra que serpenteaban entre fuentes antiguas. el sol caía suave, pero el ambiente estaba cargado, como si hasta el aire notara que aquellos dos no querían estar ahí.

Nora caminaba a un paso prudente detrás del príncipe, con las manos entrelazadas. los guardias se habían quedado lejos por orden del rey, así que estaban solos. el silencio era tan espeso que se escuchaba el roce de las hojas.

Principe: bueno.. supongo que ambos sabemos que esto es una obligación, no un deseo.

Nora: supongo que sí..pero hay cosas que uno debe hacer aunque no quiera.

él se detuvo y la miró por fin, sus ojos rojos brillando bajo la sombra de los árboles.

Principe: si no quiere estar aquí, lady Aldridge, puede regresar a su casa. nadie la detendrá. así terminamos el compromiso y ambos quedamos libres.

ella frunció el ceño, cruzando los brazos.

Nora: eso no depende de mí, alteza. tendría que ser usted quien lo hiciera.

Jahir arqueó una ceja.

Principe: ¿y por qué habría de hacerlo?

ella sonrió apenas, sin apartar la mirada.

Nora: porque sería usted quien debería decirle al rey que no quiere casarse con una de las pocas mujeres de este reino que posee magia.

el silencio que siguió fue intenso. una brisa movió su cabello, pero Jahir no se movió, solo la observó, meditando sus palabras.

Principe: así que está jugando con fuego.. ¿cree que su don me importa?

Nora: creo.. que le importa más lo que el rey piense si usted rompe el compromiso.

sus miradas chocaron, firmes, como si midieran fuerzas invisibles. por un instante, el aire entre ambos vibró, y las flores cercanas se inclinaron levemente, movidas por una energía que ninguno de los dos quiso reconocer..

Jahir soltó una leve risa.

Principe: interesante. la mayoría tiembla cuando me mira, pero usted... parece disfrutar molestarme.

Nora: tal vez.. o tal vez solo me niego a temerle, alteza.

él la observó en silencio unos segundos más, antes de girarse y seguir caminando.

Principe: entonces espero que esté preparada para las consecuencias, lady Aldridge. en este palacio, nada se dice sin precio..

Nora lo siguió, serena, aunque por dentro sentía el corazón latir con fuerza.

[que así sea, si debo caminar entre fuego para cambiar mi destino, lo haré.]

el paseo continuó Jahir caminaba un paso adelante, sin mirarla, con las manos cruzadas a la espalda. cada tanto la observaba de reojo, molesto por lo serena que parecía.

en su mente, la calma de ella era una provocación.

[cómo puede estar tan tranquila.. una mujer normal temblaría solo con mirarme.]

finalmente se detuvo y la miró con frialdad.

Principe: parece disfrutar esto demasiado.. supongo que le agrada la idea de convertirse en princesa heredera.

Nora lo miró, sorprendida, y luego soltó una risa baja, casi incrédula.

Nora: ¿eso cree?

Principe: no lo digo sin razón.. su calma, su manera de hablar... parecen las de alguien que ya se siente dueña de este lugar.

Nora respiró hondo, cansada de su orgullo, y lo miró directamente a los ojos.

Nora: no es eso, alteza. simplemente no tengo por qué fingir miedo.

él frunció el ceño.

Principe: entonces lo que quiere es el título.

ella arqueó una ceja, su tono se volvió más firme.

Nora: no. lo que quiero es vivir sin que me juzguen por rumores, algo que usted parece no entender..

por un instante, él pareció confundido, pero ella no le dio tiempo de responder.

Nora: además.. no soy yo quien necesita casarse para que lo acepten.

Jahir la miró en silencio, sus ojos brillando con una mezcla de sorpresa y rabia contenida.

Principe: ¿qué intenta decir con eso?

Nora: que usted, alteza.. es quien no puede conseguir una novia por amor… de la manera tradicional..

el aire pareció congelarse. las flores más cercanas se inclinaron, movidas por una ráfaga invisible. por primera vez, Jahir no supo qué decir. su mandíbula se tensó, los dedos se cerraron en un puño, pero no respondió.

ella lo observó un momento más, luego hizo una ligera reverencia.

Nora: disculpe si ofendí su orgullo, pero ya que tanto le gusta la verdad, ahí la tiene.

y siguió caminando, dejando atrás al príncipe más temido del reino, que permaneció inmóvil bajo el sol, con una sombra nueva en sus ojos.. una mezcla peligrosa de enojo y curiosidad.

Nora ya se disponía a marcharse del jardín cuando escuchó gritos a lo lejos. se giró y vio movimiento junto a los establos. un joven intentaba reparar el techo, subido en una escalera improvisada que se tambaleaba con cada golpe del martillo. los caballos relinchaban, inquietos, y varios sirvientes gritaban que bajara, pero él no escuchaba.

Nora frunció el ceño. la escalera se movía peligrosamente.. ese joven iba a caer..

sin pensarlo, extendió la mano. la energía psíquica se formó a su alrededor, invisible pero densa, y la escalera se estabilizó en el aire justo cuando una de las patas estaba por ceder. el joven, sorprendido, se aferró al borde y descendió sano y salvo..

el murmullo del establo se volvió un coro de agradecimientos. los sirvientes se acercaron a Nora, inclinándose con respeto y admiración..

—gracias, lady Aldridge, nos salvó de una desgracia —dijo una mujer mayor, limpiándose las manos en el delantal—. los jovenes nunca hacen caso, pero usted… qué poder tan fino tiene.

Nora sonrió con modestia, moviendo apenas la cabeza.

Nora: solo fue un reflejo, no podía quedarme mirando.

no había notado que, unos metros atrás, Jahir seguía observando la escena. su rostro no mostraba emoción, pero en sus ojos se mezclaban dos cosas que rara vez coincidían en él.. fastidio y desconcierto.

no le gustaba ver a los demás sonreírle. ni ver a su gente agradecerle. no porque no lo mereciera, sino porque eso la hacía… distinta. y él no confiaba en lo distinto.

cuando Nora se giró para seguir su camino, lo encontró de pie, mirándola con frialdad.

Principe: así que le gusta llamar la atención..

ella lo miró, confundida.

Nora: ¿salvar a alguien es llamar la atención?

Principe: cuando se hace con magia frente a todos, sí

Nora suspiró.

Nora: entonces tal vez su problema no es conmigo, alteza, sino con cualquiera que haga algo mejor que usted.

por un instante, el príncipe pareció perder la compostura. su expresión se endureció, y el aire vibró con una energía contenida.

pero ella no se inmutó. le hizo una ligera reverencia, elegante, y siguió caminando hacia el palacio entre las miradas de admiración de los sirvientes.

Jahir se quedó allí, bajo el sol del mediodía, mirando cómo la figura de ella se alejaba. en el fondo de su mente, una voz murmuró algo que no quería aceptar.. no actúa como una mujer normal… ni como una cobarde.

y eso, más que cualquier insulto, lo molestó profundamente.

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Comments

Nena

Nena

Jahir es como esos niños que molestan a las niñeras, para que estás se vayan,😏 está tan acostumbrado a que le tengan miedo, que siempre está a la defensiva 🥰🥰🥰🥰

2025-11-01

7

Hanna

Hanna

jajajajajaja en tu cara principito

2025-11-01

6

Hanna

Hanna

wow .. eso le dolió 😱🤣🤣🤣🤣🤣

2025-11-01

6

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