| Mafia, Amor Y Un Bebé |
• El eco de una noche •
Una noche más en el bajo vientre de Seúl, una noche más donde el acero y la astucia dictaban la supervivencia.
Sus ojos grises, fríos como el mármol, escudriñaban la escena del desastre: el almacén, antes un hervidero de actividad de la mafia rival, ahora una carnicería silente
Su equipo, una sombra eficiente en la penumbra, aseguraba los últimos cabos sueltos. Kian, un Alpha recesivo de ventiocho años, se mantenía impasible.
Su aura, a diferencia de la de un Alpha dominante, era sutil, casi indetectable para los no entrenados. Una rosa tatuada en su cuello, su distintivo, parecía el único rasgo que gritaba poder.
Kang Minho Yoon (B)
Jefe, todo está despejado. Nadie más está con vida.
La voz de Minho, su Beta leal y jefe de seguridad, rompió el silencio.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
—Kian asintió, su mirada fija en el charco de sangre que se expandía bajo un estante volcado.— Está bien...
Un negocio más. Un mensaje más enviado.
La vida de un capo de la mafia no permitía el sentimentalismo. Pero entonces, un sonido. Débil, casi inaudible bajo el zumbido de sus oídos, pero inconfundible.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
—Frunció el ceño— ¿Qué fue eso?
Kang Minho Yoon (B)
—Se encogen los hombros — Quizás un gato, jefe. Siempre se meten en estas cosas.
Pero Kian no estaba convencido. El sonido se repitió, un quejido agudo y desesperado que le hizo erizarse la piel. No era un gato.
Era un llanto humano. Un bebé.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
Revisen de nuevo — ordenó, su voz un murmullo grave—
Kang Minho Yoon (B)
Sí, señor. ¡Ya lo escucharon, revisen! — ordena—
Su Alpha interior, adormecido por años de control, comenzaba a inquietarse. Un sentimiento primitivo de protección que no había experimentado en su vida de lobo solitario.
Los hombres obedecieron con una eficiencia que rayaba en el temor.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
—Camina rápido/ agarrándose el pecho—
Kian se adelantó, sus pasos seguros entre los escombros. El llanto lo guiaba, cada vez más claro, cada vez más desgarrador. Finalmente, detrás de una pila de cajas destrozadas, lo encontró.
Un bulto envuelto en una manta sucia. Un bebé. No tendría más de unos pocos meses. Sus pequeños pulmones chillaban con una desesperación que helaba la sangre.
Su rostro, rojo y arrugado, era una imagen de pura vulnerabilidad. Un Alpha.
Kian podía sentirlo, el ligero aroma a hierba fresca y algo más subyacente, una fuerza inmadura que no correspondía a un adulto. Su propio Alpha recesivo respondió con un gruñido bajo, una urgencia instintiva de proteger a esa pequeña criatura indefensa.
Minho apareció a su lado, sus ojos muy abiertos.
Kang Minho Yoon (B)
Por todos los cielos, jefe... ¿un bebé?
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
—Kian no respondió/se agacha—
Se arrodilló, extendiendo una mano cautelosa.
Ji-Su "Butler" (A. ¿?)
¡waah, waah!
El llanto se interrumpió por un hipo ahogado, y los pequeños ojos del bebé se abrieron.
Ji-Su "Butler" (A. ¿?)
buuu, buuu —Mira a Kian—
Dos orbes oscuros, llenos de lágrimas, lo miraron fijamente. Era la mirada más indefensa que Kian había visto en su vida. De alguna manera, ese pequeño ser Alpha había sobrevivido a un infierno.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
¿Quién es el padre? —Pregunto Kian, su voz áspera—
Minho se apresuró a revisar entre los cuerpos, pero no había rastro de una Omega en la escena, ni de un Alpha que pudiera ser su pareja.
Kang Minho Yoon (B)
Nadie. Parece que lo dejaron aquí, jefe. O... la madre no sobrevivió al tiroteo inicial y quedo atrapada bajo los escombros.—tono sombrío—
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
—Observa al bebé —
K/N: No era parte del plan. No era parte de su vida. La mafia no criaba niños. Y, sin embargo, la idea de dejarlo allí, solo, a merced de la noche y el peligro, le revolvía el estómago. Su Alpha se negaba rotundamente.
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
Tráelo. —Dijo finalmente—
Minho parpadeó incrédulo.
Kang Minho Yoon (B)
¿Tráelo, jefe? ¿A dónde ?¿A la mansión?—Aturdido/confundido —
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
Sí.—Afirmó, poniéndose de pie—
Kian Butler Kennedy (A.recesivo)
No podemos dejarlo aquí. Es un Alpha. Y... es vulnerable.
Era una excusa, lo sabía. Era algo más profundo. Algo que no se atrevía a nombrar.
Kang Minho Yoon (B)
—Sorprendido/levanta al bebé— E-esta bien...
Kian se permitió un breve pensamiento: Mi vida acaba de cambiar para siempre. No sabía cómo, ni por qué, pero ese pequeño bulto de inocencia había abierto una fisura en su armadura, una fisura que nunca creyó posible.
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