Isabella no era solo la esposa de Arturo, era el alma y el corazón de la familia. Provenía de una familia de académicos y artistas, era una galerista de éxito internacional con un ojo exquisito para el talento emergente. Era elegante, carismática y poseía una inteligencia emocional que equilibraba la naturaleza racional de Arturo. Era el puente perfecto entre el padre pragmático, la hija fuerte y el hijo sensible. Su muerte dejó un vacío que el dinero no podía llenar.
El Misterio de la Muerte
Isabella falleció hace una década, cuando Valeria tenía 15 años y Diego, 12. La causa oficial declarada fue un raro aneurisma cerebral, fulminante e indetectable en los chequeos de rutina. Sin embargo, las circunstancias siempre estuvieron rodeadas de un velo de sospecha que la familia nunca pudo levantar por completo
Murió en el extranjero: Estaba en Ginebra, Suiza, supervisando una subasta de arte de alto perfil. Arturo estaba en otro país por un proyecto de infraestructura.
· Falta de testigos claros: Su asistente personal dijo que se quejó de un fuerte dolor de cabeza y se retiró a su suite de hotel. La encontraron sin vida a la mañana siguiente. No hubo autopsia completa inicial debido a la presión de la familia de Isabella para evitar el "espectáculo" y la rápida repatriación del cuerpo.
El informe contradictorio: Un patólogo forense privado contratado por Arturo meses más tarde, basándose en los escasos informes médicos suizos, sugirió levemente que ciertos marcadores en sangre podrían ser inconsistentes con un aneurisma natural, insinuando la remota posibilidad de una toxina indetectable. Pero sin el cuerpo para exhumar, era imposible probarlo. El caso se archivó como "muerte por causas naturales", pero la semilla de la duda quedó plantada para siempre.
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