CAPITULO 3
EMMA.
El día fue avanzando, Zoe volvió a las 6 PM y como siempre se dirigió a su rincón de juegos, que le habíamos armado desde que tenía un año, y tal como habían anticipado en las noticias, a las 9 PM, comenzó a llover, en realidad, DILUVIABA. Con ese detalle climático y la hora en que comenzó, hizo que el ultimo cliente se fuera corriendo con la comida embolsada lo más fuerte posible para que en el camino no sufriera ningún inconveniente. Yo miro a mi amiga y resignada le digo
-Marita, porque no llamas un taxi y ya te vas con Zoe?
-Te parece?, pero falta 1 hora para cerrar.
-quedate tranquila, no creo que tengamos muchos más clientes.
- pero no quiero dejarte sola.
- yo me quedo con Emma, Mari, Fernando seguramente estará enojado, así que no tengo prisa por volver.
-bueno si es así, entonces nos vamos. Zoe!, ya nos vamos con la tía.
- ahí voy tía.
Viene corriendo, desesperada con solo saber, que seguramente, esta noche, iba a dormir con el perro y el gato, uno a cada lado.
-chau mami, chau tío Homer.
Se nos abalanza a cada uno, esperando su saludo.
-portate bien con la tía, y mañana nos vemos aquí.
- si mami, me voy a portar muy bien.
Llega el taxi y ambas corriendo se suben al mismo, Zoe echa una mirada por la ventanilla y con su manito me saluda, sé que la voy a extrañar un montón, pero también es bueno que cada tanto nos separemos y conviva con otras personas que la aman y mucho.
Aprovecho que me quedo a solas con Homero.
-amigo, que paso con Fernando?
- nada, temas de celos, por el Instagram, no es mi culpa ser hermoso.
-además de que lo sos, todavía no aprendió a confiar?
- sí pero bueno, hay que tenerle paciencia, yo lo voy a sacar bueno. Te confieso algo Emma, esta vez, estoy muy enamorado.
Se escucha ruido de motor, miramos por la vidriera y era Fernando, que para su moto, mira hacia adentro y le muestra un equipo para la lluvia, eso significa que vino a buscarlo, para llevarlo en su moto.
-no es hermoso, amiga?
- sí, pero el gesto lo es más. Anda con él, no pierdas el tiempo.
-y vos?, no quiero dejarte sola y menos con esta tormenta.
- no es la primera vez que cierro sola, no te preocupes, te prometo que ya acomodo la cocina y cierro.
- bueno, solo por esta vez, y además, porque no puedo resistirme a esa sonrisa y carita que me mira con el piloto en la mano.
- yo le veo cara de libidinoso.
-ay, amiga!, vos decís?
-sí, sí, hoy hay reconciliación segura.
-entonces me voy.
Me da un beso y sale corriendo hacia la puerta.
-Homero!, ojo con las reconciliaciones!, no sea cosa que aparezcas embarazado.
Él se para en la puerta me mira y se larga una carcajada, luego de eso, me tira un beso al aire y me guiña un ojo. Se coloca el piloto, el casco, Fernando me mira y me saluda con la mano, yo le correspondo el saludo y se van.
Me quedo mirando a la nada, vuelvo a ver hacia afuera, la lluvia no cae en gotas, cae en baldes, entonces llego a la conclusión que ya no vendrá nadie, comienzo a bajar la persiana de la vidriera. En eso para un auto muy costoso y baja un hombre que viene corriendo y entra. En el corto tramo del auto a la entrada del negocio, llego con el pelo empapado, pegado en su rostro y todo el traje mojado, sobre todo en sus hombros.
-Perdón, ya estaba cerrando?
-Digamos que sí, normalmente lo hacemos más tarde, pero con este clima, llegue a la conclusión que nadie más entraría.
- Entiendo, puedo tutearte?, creo que somos casi de la misma edad.
Lo observo bien, era muy alto, juro que si pudiera acercarme, mi frente pegaría en su pecho, de contextura muy parecida a la de Homero, también con rasgos lindos, ojos color miel y una sonrisa… que madre mía!, ahí es cuando me doy cuenta que me había quedado observándolo en todo su esplendor y mas de la cuenta, lo de su sonrisa lo pude deducir, porque obviamente él se dio cuenta de mi escrutinio, así que imaginándome lo roja que tendría mi cara, trate de recomponerme, e hice que mi comentario enfriara un poco la situación.
-bueno, eso depende de la edad, yo tengo apenas 40 años.
- ah, no, yo “apenas” 45, pero eso no impide que seamos menos formales, la noche y la tormenta lo amerita.
- bueno, lamentablemente, hace un rato que apagamos la cocina, usted buscaba algo en especial?
- bien, veo que seguimos con la formalidad, está bien, entonces, por lo que usted me dice, no podría pedir nada.
- puedo buscar algo que haya quedado, me fijo y le digo que hay.
- bueno, por favor, se me hizo muy tarde, los viernes siempre tengo ese problema, por cuestión de trabajo, salgo más tarde y termino comprando algo para cenar.
- ajam, bien, ya vuelvo.
Entro y trato de tranquilizarme, reviso que quedó, solo tenía un par de milanesas y unos bocadillos de verdura que había guardado para llevarme a casa, lo sacrifico y se lo voy a ofrecer igual, quizás no lo quiera, vuelvo a salir, él estaba parado en el mostrador, mirando todo como si quisiera retenerlo en la memoria, cuando me ve salir, vuelve a mirarme y sonreír.
-Me quedaron un par de milanesas y unos bocadillos de verdura, no sé si le gusten.
- no es una mala opción, me gusta, además, no tengo otra cosa para cenar.
- bien, entonces ahí le caliento la comida y se la traigo.
-perfecto, espero aquí.
Voy a la cocina, caliento mi cena, porque era mi cena, casi mirándola con lastima, en casa tendré que hacer un par de huevos fritos y acompañarlo con un poco de arroz con queso... La envuelvo bien para que resista el viaje y la tormenta, salgo con todo listo.
-Aquí está, todo bien envuelto para que llegue calentito y sano.
-quien?, yo o la comida?
Él se ríe y yo vuelvo a tener cara de tomate, me parece a mí o es un atrevido?
-siempre hable de la comida.
-ok, cuanto le debo.
Le digo el precio y el me da su tarjeta, Sebastián Morales, yo la paso por el posnet, y se la devuelvo.
-no vale, usted ya sabe mi nombre y yo no el suyo.
- eso importa para la ocasión?
- sí importa, usted sabe que soy Sebastián.
- bueno si es tan importante para usted, me llamo Emma Verón.
-Emma, hermoso nombre, es corto y no admite diminutivos. Bueno Emma, si su comida es buena, nos veremos más seguido, estoy a 10 cuadras de aquí, eso me resolvería y mucho el problema de los viernes.
-Entonces lo veremos nuevamente por aquí, porque nuestra comida es muy buena.
- nuestra?, solo la veo a usted.
- no, somos 3 socios, que ahora no están por el tema del clima.
-Entiendo, ya se va? O la viene a buscar su marido?
- eh, no, soy soltera.
- entonces la espero, afuera está muy feo como para dejar a una mujer sola.
- no es necesario, ya es habitual, vaya a su casa que la comida se le enfría.
- tengo microondas, la espero.
- bu…bueno, parece que no va a cambiar de opinión, verdad?
- no, será solo para que cierre y me asegure que no le ocurra nada con esta tormenta.
- ok, ya vuelvo.
Entro ya casi enojada, otro pesado, aunque esa risa…me mata, que dientes!, y que aroma!, se nota que lleva perfume importado. Directamente, tomo mi ropa y salgo, no quería que esperara el tiempo de cambiar mi ropa.
-Bueno, salgamos.
El asiente, yo termino de cerrar la puerta, bajo la cortina, la aseguro.
-necesita que la alcance a algún lado?, está lloviendo fuerte.
- no es necesario, tengo mi auto enfrente, muchas gracias, espero que disfrute de nuestra comida.
- así espero, buenas noches Emma.
- buenas noches…
Él se queda esperando alguna otra cosa, quizás de que yo le diga su nombre, pero no me sale de hacerlo, entonces se sube al auto, arranca y se va.
-Sebastián…
Apenas fue un susurro.
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Comments
GALATEA CORAZÓN ❤️🇨🇴🇨🇴❤️
Emmita, haciéndose la difícil. Qué tal y Sebastián sea el papá de la niña??? 🤔🤭🇨🇴🇨🇴
2025-09-13
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GALATEA CORAZÓN ❤️🇨🇴🇨🇴❤️
😂😂😂😂
2025-09-13
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