El Juego De La Muerte (Minsung ) Capitulo 5

El calor lo golpeó primero, como una ola que le quemó la piel. Luego, llegaron los gritos: voces desgarradas, inhumanas, un coro interminable de dolor. El olor metálico de la sangre se mezclaba con el hedor a carne quemada y azufre. El cielo, si podía llamarse así, era un rojo líquido que pulsaba como una herida abierta.

A su alrededor, figuras humanas, o lo que quedaba de ellas, se retorcían entre cadenas incandescentes. Algunas imploraban, otras maldecían. El suelo estaba cubierto de un líquido oscuro que burbujeaba y lanzaba vapores venenosos.

Han Jisung ♡

Qué es esto?

Lee Minho ♡

Es el infierno. ¿Te gusta lo que ves? Aquí es donde acabarás si no terminas el juego siendo el ganador.

Jisung no respondió. Su estómago se revolvió, y tuvo que apartar la vista cuando un grupo de sombras arrastró a un hombre hasta un foso de fuego. En un parpadeo, volvieron a la plataforma. El contraste fue tan abrupto que le tomó unos segundos darse cuenta de que ya no escuchaba los gritos. Lee Know levantó la pistola y apuntó directamente a su frente.

Lee Minho ♡

La única manera de que salgas bien de esto es ganando el juego. Así que busca la manera de sobrevivir… solo.

El disparo retumbó, y Jisung cayó de espaldas. Lee Know soltó un suspiro largo.

Lee Minho ♡

No espero mucho de ti.

Cuando abrió los ojos de nuevo, el dolor fue lo primero que sintió. Un golpe seco y punzante en el abdomen lo dobló hacia adelante. Apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que otros dos chicos lo sujetaran por los brazos, inmovilizándolo contra la pared de un callejón.

Doyun

A ver, idiota… Te dije que no te retrasaras, y fue lo primero que hiciste.

Ma Jiseo

Qué…?

Doyun

Eres estúpido o qué?

La confusión apenas le dio espacio para notar la luz que apareció frente a él: la misma esfera luminosa que había visto antes, en la vida de Song Dohu. La esfera se introdujo en su pecho, y de inmediato un torrente de recuerdos invadió su mente.

Ma Jiseo

Mi nombre es Ma Jiseo y soy estudiante de secundaria. Vivo con mi madre, y desde siempre he sido acosado por Doyun, solo porque soy más débil que él. Nadie me defiende. Ni los profesores, ni mis compañeros… ni siquiera yo mismo. Así que decidí suicidarme. De esta forma, ya nadie me molestaría más y podría liberarme de esta tortura.

La visión se desvaneció, y Jisung se encontró de nuevo en el callejón, con los dos chicos todavía sujetándolo. El dolor en su abdomen latía con cada respiración. Su corazón se aceleró. Si esos recuerdos eran ciertos, entonces… en esta vida estaba condenado desde el principio.

Ma Jiseo

Genial… otra vida imposible.

El chico que parecía ser el líder, probablemente el tal Doyun, sonrió de forma cruel y lo empujó contra el muro con tanta fuerza que su cabeza chocó contra los ladrillos.

Doyun

Espero que no pienses que vas a librarte de mí esta vez.

Jisung tragó saliva. Sabía que, si la vida anterior había terminado en segundos, esta podía durar aún menos… a menos que encontrara una forma, cualquier forma, de cambiar su destino. El problema era que no tenía ni idea de cómo hacerlo. Jisung regresó del flashback y abrió los ojos como dos grandes platos, su respiración agitada, sintiendo aún el eco de las imágenes que había visto.

Antes de que pudiera reaccionar, el mismo chico que le había golpeado antes le dio otra patada en el abdomen. Jisung se encorvó por el impacto, soltando un gruñido.

Doyun

Escúchame bien. Más te vale traerme la tarea mañana… o te vas a arrepentir.

Doyun le dio unas pequeñas bofetadas en las mejillas, más para humillarlo que para hacerle daño real, y luego hizo un gesto con la cabeza a los demás chicos. Ellos lo soltaron y se alejaron, riendo mientras abandonaban el lugar. Jisung se llevó una mano a la boca para limpiar el hilo de sangre que le bajaba del labio.

Ma Jiseo

Espera…

Se quedó inmóvil unos segundos, procesando lo que sabía. Luego, sus labios se curvaron en una sonrisa

Ma Jiseo

Si evito que este chico desaparezca… significa que yo seguiré vivo.

Ese pensamiento le dio un aire de optimismo. Según lo que Lee Know le había explicado, si lograba sobrevivir en este cuerpo, seguiría con esta vida. Tal vez no sería la mejor, pero sería suya.

Ma Jiseo

Solo tengo que aguantar y protegerlo de lo que le iba a pasar.

Poco después, Jisung llegó a la casa del chico. La fachada era sencilla, con una puerta pintada de azul y una pequeña maceta en la entrada. Empujó la puerta y entró, sintiéndose un intruso en una vida que no le pertenecía. Las paredes del pasillo estaban adornadas con retratos. En ellos aparecía Ma Jiseo —el dueño original de este cuerpo— sonriendo junto a una mujer de mirada cálida que debía ser su madre.