Ahora que estás viva debes pagar el precio... *duda* e ir ante la justicia.
Viñet
... *se da una cucharada de estofado* ... hablas como todos los demás, parecen de piedra...
Viñet
*sigue comiendo* ... ¿A ustedes no les enseñaron a no juzgar por lo que dicen de esa persona?...
Viñet
*traga*... es muy fácil hablar y creer que tienen la razón solo porque lo escucharon de otra boca...
Viñet
*se levanta con delicadeza y pone el plato en la mesa para luego volver a sentarse en la cama* ...Gracias, ahora si no es molestia, esperaré aquí a su hijo.
Viñet
Necesito saber el porqué no me asesinó cuando se lo pedí.
Riah no dejaba de mirar a Viñet, la vigilaba e intentaba descubrir algo con su profunda mirada.
Viñet
... *la mira de frente*
Viñet
...
Riah
Mi nombre es Riah.
Viñet
Ah bueno... ahora te dignaste a decírmelo.
Riah
Mira... entiendo todo lo que dices, pero dime si estuvieras en nuestro lugar ¿Qué harías?...
Riah
¿Qué harías si todos dicen que existe un ser que no es como nosotros, y qué además es un asesino?
Riah
Teniendo familia a la cual proteger... eso asusta aunque no conozca realmente a esa persona que todos catalogan como "mala"...
Riah
Es así... lamentablemente... *la mira con seguridad pero con una pizca de empatía en sus ojos*
Viñet
... ya veo...
Viñet
Por cierto, algo me falta encima...
Riah
¿Hablas de tu daga?... claramente no te iba a dejar con un arma en mi propia casa.
Viñet
*respira hondo* Está bien, me iré.
Viñet
Así que devuélveme mi daga *se levanta de la cama y extiende la mano*
Riah
... Dijiste que esperarías a Linoh.
Viñet
Sí, pero tu dijiste que no puedo tener un arma en esta casa...
Viñet
Así que lo esperaré en otro lugar.
Riah le dio su daga con duda.
Esa daga tenía algo que le llamaba mucho la atención, además era muy refinada y blanca.
Viñet
Gracias *posicionó la daga en su cintura y salió segura de sí aunque sus heridas dictaban reposo*
MUSICA DE FONDO
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Buscando una señal en medio de la nada...
La chica sin alas otra vez dudaba.
Las heridas comenzaban a sangrar nuevamente...
Y por fin ya en el horizonte se veía el pelo negro de un habitante.
Llegó con su espada negra en mano como si hubiera vuelto de un viaje interminable.
Agotado, elevó la mirada hacía la chica que bajo un árbol respiraba...
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