Capítulo 5

—Carajo ¿dices que estoy sola en ésto? —dije nerviosa.

Abandonamos el laboratorio junto con Hyun y ahora seguía al hombre robusto de vuelta al Área Roja. En el camino terminé de aclarar algunas dudas, nada que me inquietara mucho hasta que pregunté por el personal que me ayudaría en la administración de medicamentos y supervisión... Grande fué mi sorpresa.

—Pues el personal es reducido por temas de seguridad y el director Park determinó qué una sola enfermera para siete pacientes es más que suficiente —explicó Hyun.

—Literalmente soy la encargada del Área Roja —aún no podía creerlo.

—A diferencia de las otras áreas ésta es la más segura, los pacientes están controlados, hay personal de seguridad todo el tiempo, al igual que las cámaras de vigilancia —dijo — tu trabajo básicamente es permanecer en el despacho y llamar a seguridad en caso de que algún paciente entre en crisis.

—¿Sólo éso? Además de encargarme de la medicación y algunas terapias grupales —dije casi obviando el resto de tareas —, ¿a los pacientes se les permite salir?

—Individualmente y con supervisión, tienen que estar acompañados por ti —dijo — pero hasta ahora ninguno ha querido salir.

—Si Hyun, éso es obvio —rodé los ojos —, bueno... Espero que todo salga bien.

En ese momento yací frente a las 7 puertas. Creí haber estado preparada, pero no era así, me encontraba nerviosa. No por lo que pudiera ocurrir, sino porque no quería ser cómo las demás enfermeras, era humana y sabía tratar con personas mentalmente inestables.

—Oye no te agobies —trató de calmarme Hyun al notar mi silencio — mi turno ya terminó pero vendrá Joshua en mi reemplazo, no estarás sola en ningún momento. Si algo ocurre, él y el resto de guardias acudirán a ti.

—De acuerdo Hyun, gracias.

Me acerqué dudosamente a la habitación 001 y volteé para mirar unos instantes al guardia, buscando algo en sus ojos.

—Suerte —dijo y sonrió.

Llamé tres veces la puerta, acercando la tarjeta al sensor magnético. La cerradura hizo click y entré respetuosamente en la impoluta y acolchada habitación, adornada con una cama y un juego de escritorio con esquinas redondeadas.

Vi al paciente James Adrian sentado en el suelo frente a mi, abrazado a sus rodillas y recargado en la pared. Despegó la mirada del suelo y me observó profundamente en silencio con aquellas sombras oscuras bajo sus ojos denotando su falta de sueño. Me acerqué a pasos cautelosos, agachándome a su altura manteniendo una distancia prudente para respetar su espacio personal.

—Hola Adrian —dije con una sonrisa cálida en los labios — soy Kang Aerin, la nueva encargada de éste área.

Adrian no se movió ni emitió sonidos, sólo me escaneó completamente desde mi ropa hasta la postura, analizando cada detalle sin siquiera pestañear.

—Me dijeron que eres bastante observador —mantuve la sonrisa.

—Tú no pareces una de ellas —dijo con un tono carente de emociones.

—¿Ellas? —pregunté ladeando la cabeza.

Adrian se encogió de hombros.

—Las otras... Todas llevan el mismo perfume barato y hablan cómo robots —dijo desviando la mirada al suelo.

—¿Y yo? —indagué curiosamente.

—Todavía no sé que eres... —dijo volviendo su mirada a mi, plantando sus irises en los míos con más profundidad que antes.

—No te preocupes, con el tiempo nos conoceremos —respondí suavemente — te dejaré tranquilo, solo quería saber que estabas bien.

Noté la intriga en sus ojos cuándo me siguieron al ponerme de pie. Incluso los sentí pegados en mi espalda al caminar hacia la puerta.

—Nos vemos luego Adrian —dije antes de salir de la habitación.

Cerré la puerta soltando un pesado suspiro al haber visto superficialmente la condición del primer paciente, pero me desconcentre casi al instante al sentir una presencia detrás de mí que me hizo dar un respingo.

—Tu debes ser Kang Aerin —dijo una voz masculina — soy Joshua, el guardia del turno vespertino.

—Un gusto Joshua —saludé al guardia de mi edad — perdona, estoy en medio de mi primera visita.

—No te preocupes, Hyun ya me había comentado —dijo — anda, continúa tranquila, estaré aquí por cualquier cosa.

Simplemente asentí y llamé tres veces a la puerta 002 antes de entrar. Divisé a Ethan sentado en su cama, con la cabeza descansando sobre la pared y los ojos cerrados.

—Ethan ¿verdad? —dije acercándome prudentemente.

—Depende... ¿Quién pregunta? —dijo sonriendo lentamente sin abrir sus ojos.

—La nueva jefa de esta área, soy Kang Aerin.

Ethan abrió sus ojos y me observó unos instantes de pies a cabeza. Se levantó de la cama con lentitud y se acercó a mí, inclinándose ligeramente.

—¿Y qué significa éso? ¿Que vendrás a cuidarme? —dijo divertido bajando el tono de su voz.

—Significa que estaré a cargo de tu bienestar —me crucé de brazos, sin caer en sus encantos.

—¿Y si mi bienestar requiere otro tipo de atención? —ladeó la cabeza, disfrutando su propio juego.

—Entonces me temo que tendrás que encontrar otra forma de entretenerte —dije con seriedad pero manteniendo una sonrisa cordial — sólo venía a ver que estuvieras bien, ya tendremos tiempo de conversar.

Ethan agachó la cabeza con una sonrisa en los labios pero no dijo nada.

Salí de la habitación, cruzando brevemente miradas con Joshua antes de acercarme a la puerta 003, golpeé tres veces y entré.

Jay yacía de pie frente a mí, con los brazos cruzados, observándome con hostilidad.

—Hola Jay. Mi nombre es Kang Aerin, la encargada del nivel tres.

Sin respuesta, sólo miradas oscuras con el ceño fruncido.

—No espero que confíes en mí de inmediato, pero si algún día necesitas algo, aquí estaré —le sonreí con amabilidad y sinceridad.

—¿Si? —dijo riéndose sarcástico — ¿y si lo que necesito es romper algo?

—Si es tu forma de lidiar con la ira, podemos encontrar algo menos destructivo —dije analizando sus palabras.

—Claro, seguro tienes la solución a todos mis problemas —su tono fué burlón.

—Nadie tiene las soluciones de nada, pero uno siempre puede aprender a manejar los problemas —dije reflexiva — sólo quería conocer tu rostro, te dejaré tranquilo.

Me retiré de la habitación sin decir una sola palabra, dejando a Jay confundido por no haber mostrado cobardía ante su hostilidad.

—Juré por un momento que saldría fatal —confesó Joshua — es sumamente inestable, nunca sabes cuándo puede entrar en crisis.

—Quizás lo que les hace falta es un poco de comprensión y no verse reflejados en animales de zoológico —le respondí seca.

Y me encontré con la puerta 004.

—Hola, Jake —saludé una vez dentro de la habitación.

Sentado en la silla frente al escritorio y con una sonrisa neutral, el mencionado permanecía en una posición relajada, indiferente.

—Hola, enfermera Kang —mostró una abierta sonrisa.

—Aah... Así que sabes mi nombre... —dije algo sorprendida, pero aun así le sonreí gentilmente.

—Estaba esperando conocerte —dijo.

—¿En serio? —lo vi asentir — yo también.

—Siempre es divertido ver cómo reaccionan los nuevos —parecía divertido.

—¿Y qué tipo de reacción esperas de mí?

Jake se inclinó hacia adelante, dejó caer su peso en sus codos sobre el escritorio y entrelazó sus dedos.

—Aún no lo sé... Pero lo descubriré —dijo observándome con atención, cómo si me estuviera evaluando.

—Seguro que si —sonreí — sólo quería saber quién eras, nos vemos luego Jake.

Dejé allí al carismático sociópata.

—Jake es muy manipulador... Espero no caigas en sus juegos —acotó Joshua.

—Y para éso hay que formarse con una actitud fuerte —respondí.

...«Carajo tus comentarios estúpidos no son mejores que la actitud de mierda de Nelly»...

Habitación 005, toqué la puerta y entré.

Sentado en medio de la habitación, mirando un punto fijo, casi hipnotizado y mordiendo lentamente el cuello de su camiseta, yacía el paciente con síndrome de Pica.

Me aproximé a él, agachándome a su altura, notando sus manos enguantadas y recordando sus restricciones.

—Hola Nathaniel —lo saludé en voz baja — soy la nueva encargada de tu área.

Él desvió su atención hacia mí pero no dijo nada.

—Sólo quería conocerte, no tienes que decir nada si no quieres —le sonreí cálidamente.

Nathaniel continuó en silencio pero a su vez dejó de masticar el cuello de su camiseta.

—Quería asegurarme de que estabas bien —dije — ya tendremos tiempo para hablar, no te preocupes.

Me levanté del suelo y caminé hacia la puerta.

—Te veo luego...

Abandoné la habitación, pensativa, quizás frustrada. Cómo si los pacientes estuvieran ordenados por grado de peligrosidad.

...«¿Qué carajo les habían hecho?» ...

Habitación 006, seguí la misma dinámica.

—Hola Ash, mi nombre es Kang Aerin —dije con calma — seré la nueva encargada aquí.

Sentado en su cama, permaneció el rubio observando por la ventana sin mostrar emociones. No respondió, ni siquiera me miró.

—No voy a hacerte preguntas difíciles, sólo quería presentarme.

—No hace falta —dijo tras un largo silencio — no estarás aquí por mucho tiempo.

—Bueno éso no lo sabemos... Podría sorprenderte.

Me volví hacia la puerta con la mirada curiosa y "desapercibida" de Ash encima. No salí de allí, sin antes voltearme.

—Luego te veo —susurré.

De nuevo en el pasillo, sólo me quedaba una puerta.

—Oye, escucha... —me frenó Joshua tragando duro — Lux es un caníbal.

—Sé cómo hacer mi trabajo, Joshua... Son solo chicos inocentes.

Golpeé tres veces y entré en la habitación 007.

Encadenado de un pie a la pared, sentado en el suelo dibujando figuras invisibles con su dedo en el aire, yacía Noah.

Me acerqué con pasos lentos y medidos, teniendo un comportamiento corporal sereno para no alterarlo. Mantuve una distancia respetuosa a la hora de hincarme frente a él. Observé sus ojos con un brillo maternal de pena.

—Hola Noah —dije con un tono de voz bajo — seré tu nueva enfermera.

—¿Realmente eres tú o sólo alguien usando tu piel? —dijo sin mirarme.

—Creo que soy yo, pero si alguna vez tienes dudas puedes preguntarme —le sonreí tiernamente.

Noah sonríe levemente.

—¿Y si las respuestas cambian cada vez que las hago?

—Entonces significa que aún no hemos encontrado la correcta —dije comprensiva —, éso es todo Noah, esperaba conocerte.

Sin decir nada, me levanté y salí de la habitación dejando a Noah descolocado e intrigado.

—Bien... Éso ha sido interesante —suspiré luego de cerrar la puerta.

—Realmente es increíble que hayan interactuado contigo —dijo sorprendido el guardia — a Jisu le costó un poco más de un mes ¿cómo lo hiciste?

No respondí, solo me limité a sonreír.

—¿Serías tan amable de indicarme la hora? —pregunté evadiendo el tema.

—Veinticinco para las ocho —dijo consultando su reloj.

—Perfecto, aún tengo tiempo de hacer una llamada antes de administrar sus pastillas —dije sacando mi móvil — enseguida vuelvo.

—Claro... —mi manera de ser parecía dejar a Joshua desconcertado.

Me dirigí a la sala común del Área Roja, allí me senté en uno de los sofás y marqué el número de mi madre. El tono llamó un par de veces hasta que se oyó la línea descolgarse.

^^^—Ari hija mía qué sorpresa, justo antes de cenar —dijo la voz de mi madre al otro lado — esperaba tu llamada mañana.^^^

—Bueno... El tiempo pasa muy lento aquí —dije — nunca te he marcado tanto, valora mi esfuerzo mamá.

^^^—Ay Ari... Tú si que eres igualita a tu padre —dijo mamá —, ¿qué tal tu primer día?^^^

—Bien... —sabía que no podía hablar de temas tan confidenciales con ella — todo ha ido bien, me acostumbraré rápido.

^^^—Bueno hija, es un avance —mi madre parecía contenta — tu hermano está aquí, dice que quiere hablar contigo.^^^

^^^—¡¡Mamá!! —se quejó avergonzado Kai al otro lado.^^^

—Anda pásame con él —dije riendo.

^^^—¿Ari? —oí la dulce voz de mi hermano.^^^

—Hola pequeño mocoso —le puse aquel apodo desde muy pequeño, lo recordé con nostalgia.

^^^—¡¡No soy tu mocoso!! —sé quejo Kai.^^^

—Ay ya, no hagas berrinches —le regañé —, ¿cómo has estado hoy?

^^^—Bien...^^^

—Sé cuándo me mientes —dije conociendo su tono de voz — ¿te ha dolido?

^^^—Un poco esta mañana... —dijo, se lo escuchaba decaído — aún lo siento.^^^

—De acuerdo ¿recuerdas lo que te dije de los paños fríos? Pídele a mamá que te ayude con eso. Hazle caso y tómate tu tratamiento o le diré que te quite la Nintendo —amenacé — no te preocupes Kai... Pronto solucionaré ésto ¿puedes aguantar un poco más por mí?

^^^—Si, si puedo —dijo con determinación — te quiero Ari.^^^

—Y yo a ti hermanito —dije con mi voz a punto de romperse — ya tengo que irme, te llamaré mañana ¿si?

^^^—De acuerdo —dijo — hasta mañana Ari.^^^

—Hasta mañana Kai...

...~~ ⋆ ⭒✧⭒ ⋆ ~~...

Minutos después de la llamada corrí al laboratorio por un carrito auxiliar y los tratamientos de cada paciente. Me encargué de clasificarlos en organizadores con sus nombres y anotar las dosis, las cuales eran muy altas, demasiado. Allí comprendí muchas cosas. A las ocho en punto ingresé al Área Roja y cómo había hecho anteriormente, llamé tres veces a la habitación 001.

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