(Se sientan en una mesa junto a la ventana. El ambiente es cálido y acogedor.)
Msero
Mesero
¿Qué les gustaría ordenar?
Leo
Dos cafés latte y una porción grande de pastel de zanahoria para compartir, por favor.
Msero
Mesero
Enseguida.
(Mientras esperan su orden, el silencio vuelve a caer, pero esta vez es más cómodo, lleno de una tensión dulce.)
Ilan
Leo... ¿Qué les vamos a decir a los demás? A Bini, a Felix...
Leo
No tenemos que decirles nada todavía si no estás listo. Podemos tomarnos nuestro tiempo. Descubrir qué es esto entre nosotros primero.
Ilan
(Asiente.)
Sí. Eso suena bien. No quiero que se sientan incómodos.
Leo
Nuestros amigos nos quieren. Nos apoyarán, pase lo que pase. Pero entiendo que necesites tu tiempo.
(Llega su orden. Leo corta un trozo de pastel y se lo ofrece a Ilan con un tenedor.)
Leo
Prueba. Está delicioso.
Ilan
(Ilan abre la boca y prueba el pastel. Sus ojos se iluminan ligeramente.)
Sí que está bueno.
(Comparten el pastel y beben sus cafés, conversando en voz baja sobre cosas triviales: la universidad, los amigos, una película que ambos vieron recientemente. Es como cualquier otra tarde juntos, pero con una electricidad sutil que ahora los une.)
Leo
(Deja su taza y mira a Ilan a los ojos.)
¿Sabes qué más me gusta de este pastel?
Ilan
¿Qué?
Leo
Que lo estoy compartiendo contigo.
(Ilan sonríe, una sonrisa genuina que ilumina su rostro. Toma la mano de Leo que está sobre la mesa y la aprieta.
Ilan
Yo también estoy feliz de compartirlo contigo.
Gracias, Leo. Por ser paciente. Por entender.
Leo
Siempre lo haré contigo, Ilan. Siempre.
(Se quedan mirando por un momento, sus manos unidas sobre la mesa. El futuro es incierto, pero por primera vez en mucho tiempo, ambos sienten una mezcla de emoción y esperanza.)
El día termino normal, los chicos regresaron a casa mas que felices porque pudieron aclarar todo y ahora comenzaran con al mucho más intensa podra soportar todo lo que se avecina
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