Ver las ventanas era mi momento favorito del día, aveces podía ver parejas caminando de la mano o perros relajados en las calles, eso me hacía sentir algo atrapado, pero a la vez era como un toque de esperanza.
Kael
¿Quienes eran mis padres?
Lucien
¡Vaya! ¡Si que eres callado!
Lucien
¡Y hablas solo!
Kael
Que es lo que quieres?
Lucien
Y por que tanta agresividad? Los dos podemos ser buenos amigos!
Kael
¿Amigos?
Kael
No, tu no puedes hablar con los niños de aquí.
Lucien
Ay, por favor, acaso haces todo lo que te pidan?
Lucien
Me caes bien, pero eres un idiota!
Kael
¿Idiota?
Este tonto seguramente solo quiere meterme en problemas, mejor será ignorarlo.
Lucien
¡Oye por por que me ignoras!
Lucien
¡Kael!
Lucien
*triste* Entenderé si no quieres ser mi amigo...
Lucien
¿Se puso triste?
Kael
Eh, yo...
Kael
Solo no quiero problemas...
Kael
¿Lo entiendes?
Lucien
¡Eres un tonto! ¿Te da miedo que te hagan algo?
Kael
No, es solo que...
Lucien
¡Deja de mentir, si no tuvieras miedo no te importaría que fuera tu amigo!
Kael
Yo...
Lucien
Ven, sígueme! *sale corriendo*
Lucien salió corriendo y por alguna razón lo seguí.
Corrimos hasta él patio, el se acercó a la pared y la señaló.
Lucien
¡Nos escaparemos por ahí!
Lucien
¡Vamos a escalar!
Kael
Ni loco, no pienso hacer esa locura!
Lucien
Kael, solo será un ratito, volveremos antes de que se den cuenta!
Lucien
Súbeme! Yo te ayudare desde arriba!
Había una pared en especifico que no era tan alta como las demás, así que confíe en Kael y lo subí, luego el me ayudo a subir a mi.
Y así terminamos en las calles, y por primera vez deje de ver el mundo desde una ventana.
Lucien
Kael, te lo enseñaré todo! ¡Verás que es fantástico!
Lucien
¡Primero, vamos por comida!
Kael
Espera Lucien!
Kael
¿Y como volveremos?
Lucien
Yo me se el camino, no te preocupes!
Kael
🤩
Kael
Nunca había salido en mi vida!
Lucien
Pues bienvenido al mundo, ya llegamos!
Lucien y yo entramos a un local y lo recibieron muy acogedoramente.
Sofía
¡Por Dios Lucien! ¿¡Qué haces solo en la calle!?
Lucien
¡Estaba jugando con mi nuevo amigo, se llama Kael! ¡Vinimos por un poco de tus pasteles!
Sofía
Oh, ya veo... Iré a traerles, deben tener hambre...! *sonriente*
Lucien
Ni se te ocurra decirle que escapamos, ella no sabe que mis padres me mandaron a ese estúpido lugar...
Kael
Entiendo...
Kael
No diré nada...
/minutos después/
Kael
¡Wow!
Kael
Kael
Se ve delicioso!
Lucien
¡Come todo lo que quieras!
Sofía
¡Y si quieres más, estoy a la orden!
Sofía
Lucien, y tu mamá como esta?
Lucien
Todo bien, relájate y trae dos malteadas!
Sofía
Que odioso eres *se va*
Kael
Esa señora hace lo que le pides?
Lucien
Algo así... Mis padres son dueños de varios locales de la ciudad, y este es uno de ellos, por lo tanto, todo es gratis!
Kael
Guau, eso suena espectacular...!
Kael
*sigo comiendo sonriente*
En ese momento unos tipos entraron a la tienda, pero por alguna razón Lucien se puso nervioso.
Lucien
*se esconde debajo de la mesa*
Kael
Eh? Que sucede?
Lucien
¡Esos tipos que estan ahí son los hermanos de uno de los sirvientes que mate...!
Lucien
Si me ven aquí...
Lucien
Carajo, Kael... ¿Dónde se sentaron?
Kael
*miro hacia mi alrededor* Vienen hacia acá...
Lucien
¿¡Qué!?
Los tipos se sentaron justo en mi mesa. Me observaron y luego rieron.
Sergio
Hola niño, te he visto en algún lado...
Sergio
¿Dónde fue, Roberto?
Roberto
El era de un orfanato, no te acuerdas de mi?
Roberto
Soy el empleado que te encontró cuando casi matas a una niña, lo recuerdas?
Kael
S-si...
Roberto
Si no estoy mal, te mandaron a un centro de rehabilitación entonces, que haces comiendo en una puta cafetería?
Lucien
*Sale de la mesa y le rompe un plato de vidrio en la cabeza* ¡Corre Kael! ¡Vamonos!
Me levanté de inmediato y salí corriendo junto a Lucien, pero los tipos nos comenzaron a perseguir.
Sergio
¡Ese mocoso es Lucien! ¡El niño que mato a nuestro hermano! *corre*
Roberto
Carajo! ¡Lo haremos pagar! *corre*
Kael
¡Lucien! ¿¡Donde nos esconderemos!? *sigo corriendo*
Lucien
¡Solo sígueme! *se mete por un callejón*
Lamentablemente esta vez los tipos fueron más ingeniosos, y cuando nos metimos en el callejón uno de ellos apareció por el otro lado y nos terminaron acorralando.
Ambos nos agarraron con un trapo de húmedo y lo pusieron en nuestras narices, dejándonos inconscientes casi al instante.
Dos niños solos en una ciudad inmensa y recién secuestrados, así fue la primera vez que salí a la ciudad.
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