Capítulo 5

La tarde se acercaba a la noche. El magnífico edificio en el centro de la ciudad estaba lleno de invitados. Decoración elegante, flores blancas y doradas dominando, música suave flotando por toda la sala. En el altar, Ayuna se sentaba con elegancia al lado de Arjuna, que vestía un clásico traje negro con una corbata gris suave.

El rostro de Ayuna brillaba. Ya no como una mujer con el corazón roto. Sino como una reina en su propio escenario.

Los invitados comenzaron a llegar, algunos de ellos mirando a Ayuna confundidos—se suponía que hoy era el día de la boda de Revan y su amante. ¿Pero por qué Ayuna estaba sentada en el altar?

"¿Qué está pasando aquí? ¿No es este lugar para Revan?" susurró uno de los invitados.

"Sí... recibí una invitación del mismo número. ¿Pero resulta ser la recepción de Ayuna?"

Los susurros se hicieron más fuertes. Hasta que finalmente la puerta principal se abrió de par en par.

Revan entró con confianza, de la mano de una hermosa mujer con mucho maquillaje, vistiendo un kebaya de novia con lentejuelas llamativas. Se quedaron rígidos en la entrada al ver quién estaba sentado en el altar.

"¿Q-qué demonios?" siseó Revan.

Los invitados volvieron la mirada hacia ellos, algunos jadeando, otros comenzando a grabar ese extraño momento.

Ayuna miró a Revan con una sonrisa tranquila. Se levantó lentamente, su vestido crujiendo con elegancia, luego se acercó a Revan y a la mujer a su lado.

"Bienvenido, Revan. Eres un invitado, ¿verdad? Por favor, entra", dijo Ayuna suavemente pero punzantemente.

Revan apretó los puños. "Ayuna... ¿qué estás tramando? Este es mi lugar. ¡Yo lo reservé!"

"Lo siento, Revan, parece que todavía estás dormido, ve a lavarte la cara para que no sigas soñando y despiertes, tu cuerpo huele a pecado, ve a bañarte. Y para que quede claro, yo pagué este lugar. A mi nombre. Tú solo te estás aprovechando. Y hoy es mi boda, así que es normal que lo ocupe, así que este no es tu lugar", dijo Ayuna con calma.

La mujer al lado de Revan lo miró llena de interrogantes. "Revan, dijiste que este lugar era tuyo..."

Ayuna se volvió hacia ella, una pequeña sonrisa aún dibujada en sus labios. "Señorita, espero que hoy no se convierta en el momento más vergonzoso de su vida".

Se escucharon risitas de otros invitados.

Revan todavía no lo creía. "¿Lo hiciste a propósito, verdad? ¿Me tendiste una trampa?"

"Lo siento Revan, no somos tan cercanos, ¿para qué te tendería una trampa? Además, ¿qué ganaría con eso? Solo estoy invirtiendo la situación, así que ahora disfruta del arma que instalaste", explicó Ayuna.

Al escuchar eso, Revan se quedó en silencio con sentimientos encontrados, ira, vergüenza, confusión y una sensación que le molestaba en el corazón, pero aún no se daba cuenta de lo que era.

No mucho después, Arjuna se levantó del altar, luego se acercó a Ayuna, abrazando la cintura de su esposa con calma. Su mirada afilada se dirigió a Revan.

"Ella no le tendió una trampa a nadie. Solo está recuperando lo que realmente le pertenece. Y estoy aquí para asegurarme de que nadie la lastime más", dijo Ayuna.

"¿Quién eres tú... no te metas?" desafió Revan.

Arjuna sonrió con calma. "Soy su esposo y sabrás quién soy más adelante, pero no ahora. Ahora lo que necesitas saber es que te arrepentirás de haber tirado una joya solo por una piedra del río pisoteada por otros y una cosa más, esperamos tu buena fe para devolver todos los gastos de manutención que tomaste prestados de mi esposa con el pretexto de engañarla, así como los gastos de matrícula que usaste".

"Si en esta semana no hay devolución, prepárate para aceptar las consecuencias, todo lo que construiste lo destruiré y todos los invitados que vinieron serán testigos", dijo Arjuna con frialdad.

Revan retrocedió un paso. Su rostro estaba pálido.

Ayuna miró a Revan por última vez, luego regresó al altar con pasos llenos de confianza. La mano de Arjuna apretó la suya con fuerza. La música volvió a sonar. Los invitados comenzaron a aplaudir.

¿Y Revan?

Se quedó rígido, siendo ridiculizado en secreto, mirado con lástima y cinismo por muchos pares de ojos. El plan de avergonzar a Ayuna en su falsa boda se revirtió ciento ochenta grados.

Ese día, Ayuna ganó.

Con un vestido blanco. Con amor sincero. Y con una venganza muy elegante.

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La fiesta continuó animada. La música fluyó, los invitados bailaron y las risas resonaron en la sala. En el altar, Ayuna y Arjuna continuaron recibiendo felicitaciones, ocasionalmente tomando fotos con amigos y familiares. Mientras que en el otro lado, Revan se quedó rígido, como una estatua en medio de una tormenta de realidad que destrozó su autoestima.

"Revan... vámonos a casa... esto es vergonzoso", susurró la mujer a su lado mientras tiraba de la mano de Revan, que aún estaba en silencio.

Revan retiró su mano bruscamente. "¡Cállate! ¡Todo esto también es por tu culpa!" siseó lleno de emoción.

La mujer abrió mucho los ojos. "¿Por mi culpa? ¡Tú eres el que engañó a tu novia para pagar tu vida y nuestros planes de boda! ¡No me involucres!"

Algunos invitados comenzaron a notar su pelea. Algunos que no pudieron soportarlo incluso ocultaron la risa. Uno de ellos, Tari, del equipo de wo, se acercó y le entregó un pedazo de papel.

"Sr. Revan", dijo Tari cortés pero con firmeza, "esta es la prueba de transferencia y el recibo de alquiler del edificio a nombre de Ayuna. Nos hemos coordinado con otras administraciones, así que si el Sr. Revan no se va pronto, no nos culpe si la seguridad toma medidas".

Revan se burló. "¿Todos ustedes han trabajado juntos para hacerme caer?"

Tari se rió suavemente. "No, Sr. Revan. El Sr. Revan solo está recibiendo el karma. Y la Sra. Ayuna... solo está aprendiendo a pararse sobre las heridas que el Sr. Revan causó".

La cara de Revan se puso aún más roja, una mezcla de ira, vergüenza y sin saber qué hacer. Finalmente se volvió hacia la mujer a su lado. "¡A casa!"

La mujer no hizo caso. Miró a Revan con frialdad y dijo en voz alta: "No me voy a casa contigo. Ya no eres nada. Eres un estafador. Eres un mentiroso. Y ahora, ni siquiera podemos pagar nuestra propia boda".

De repente, el ambiente se volvió silencioso. Revan miró a la mujer con incredulidad.

"Ya he tenido suficiente", continuó. "Estaba atrapada porque dijiste que todo estaba arreglado. Pero resulta que solo estabas viviendo de tu novia que ahora es la esposa de otra persona", dijo la amante de Revan, llamada Rila.

Después de eso, Rila se dio la vuelta, dejando a Revan solo en medio del salón resplandeciente. La música volvió a sonar, como si ahogara todo el drama que acababa de ocurrir.

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Una hora más tarde, la fiesta comenzó a terminar. Arjuna y Ayuna se dirigieron al balcón del hotel que estaba conectado directamente con el edificio de recepción. La noche parecía hermosa desde allí arriba, con las luces de la ciudad parpadeando como estrellas.

"No esperaba que todo saliera así", dijo Ayuna.

"Te mereces ser feliz. Esto es solo el comienzo", respondió Arjuna.

Ayuna se volvió, mirando a los ojos de su esposo. "Gracias por venir a mi vida, Mas. En el momento en que todos se fueron, tú viniste... y no para ayudar, sino para quedarte".

Arjuna sonrió. "No eres una mujer que necesite ser salvada, Ayuna. Solo necesitas a alguien que crea que mereces ser amada".

Ayuna suspiró aliviada. La carga que había estado oprimiendo su pecho, poco a poco desapareció.

"Eh, pero..." Ayuna de repente se echó a reír. "Es gracioso, mi recepción se convirtió en un escenario de drama".

"Lo importante es que ganaste", Arjuna se encogió de hombros con calma. "Y tu enemigo ahora es el tema de chismes de todo el grupo de ex alumnos de su universidad".

Ayuna se echó a reír aún más fuerte.

Continuará

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