Entre Las Sombras De Babel
Capítulo 2: Aprender a Respirar en la Oscuridad
El sótano olía a humedad y a metal oxidado.
No había ventanas. Solo una lámpara colgante y una cama vieja con un colchón demasiado delgado.
Elian llevaba allí al menos una semana —o eso creía, ya que había perdido la noción del tiempo. No tenía reloj. No veía el sol. Solo sabía que, cada tanto, la puerta se abría y entraba uno de los dos hombres.
Andrew Kuznetsov, imponente, siempre en silencio. Lo miraba con una calma que helaba la sangre. Nunca le gritaba. Nunca lo tocaba. Solo lo observaba.
Otras veces era el Delta.
Artur Petrov, más expresivo, con una sonrisa peligrosa y palabras suaves que cortaban como cuchillas.
Artur Petrov (Delta)
*Ya casi no tiembla cuando me acerco*¿Eso es valentía… o resignación?
Elian no respondía. Aprendió rápido que hablar no servía de nada. Ellos no pedían explicaciones.
No querían saber quién era ni por qué había tropezado con el Alfa. Solo lo querían allí. Presente. Silencioso. Roto.
Una noche, la puerta no se abrió a la hora acostumbrada. Pasaron horas.
Elian estaba en un rincón, abrazando sus piernas. Los pensamientos le ardían en la cabeza.
Elian Smirnova (Omega)
*No puedo seguir así. No saldré por la fuerza… pero sí puedo salir por la mente. Por el deseo*
Cerró los ojos. Respiró hondo. Y cuando finalmente escuchó la cerradura girar, levantó la mirada con suavidad fingida.
Andrew Kuznetsov (Alfa)
*Entró, solo. Se detuvo frente a él, mirándolo en silencio, como siempre*
Elian Smirnova (Omega)
(*Susurró, con voz rota pero dulce*) ¿Por qué me tienen aquí… si ni siquiera me odian?
Andrew no respondió. Se agachó un poco, nivelando su mirada con la del chico.
Andrew Kuznetsov (Alfa)
Porque no decidimos tenerte. Pero ahora estás aquí. Y me intrigas
Elian Smirnova (Omega)
*Elian tragó saliva. Se acercó apenas unos centímetros. El corazón le latía con fuerza, pero sus ojos estaban firmes*
Elian Smirnova (Omega)
Quizá… quizá podría quedarme. Si me lo piden bien
Un silencio denso se instaló. Elian mantuvo su expresión sumisa, pero su mente era una tempestad.
Elian Smirnova (Omega)
*Jueguen conmigo. Rompan sus reglas. Pero yo seré el primero en salir vivo de esta cárcel disfrazada de mansión*
Más tarde, en otra habitación de la casa…
Artur Petrov (Delta)
¿Viste cómo te miró hoy? El Omega está empezando a querer quedarse (*se ríe*)
Artur Petrov (Delta)
¿Y si jugamos un poco más con él?
Andrew Kuznetsov (Alfa)
No está listo. Pero lo estará
Los dos hombres compartieron una mirada silenciosa. Entre ellos no hacía falta hablar demasiado. Ambos sabían lo que venía.
Y Elian, en su celda, sonreía con los ojos cerrados.
Sabía que el juego acababa de comenzar.
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