Delante de él se extendía una biblioteca infinita, donde se guardaba el conocimiento de lo que había sido y era el mundo. Atemporal, inmensa y atemorizante a pesar de los haces de luz de estrellas que entraban por los enormes ventanales de cristal, e iluminaban el área donde leía un extenso pergamino.
Eliezer Rosenberg
¡Ethan...! *Se acerca volando*
Eliezer Rosenberg
¿Qué haces? *Detiene su vuelo y se posiciona delante de él* ¡Tienes que venir!
Eliezer Rosenberg
*Jala una de sus manos*
Ethan Calloway
¿No ves que estoy ocupado? No me gusta ser interrumpido
Eliezer Rosenberg
Olvida eso, el creador está dando vida a otro hermano
Ethan Calloway
No es la primera vez que ves eso ¿Por qué tanto revuelto?
Eliezer Rosenberg
¡La esfera de luz es inmensa! Todos están allí, viendo. Incluso ha puesto fe...
Ethan Calloway
*Frunce el ceño y mira indeciso el pergamino*
El Arcángel Ariel le había ordenado terminar de leerlo antes del fin de su jornada, y aún quedaba más de la mitad del texto. Resoplando y vencido por la curiosidad, salió de la biblioteca tras la insistencia de su amigo.
Era un largo vuelo hasta la parte más alta del templo, donde las nubes se mezclaban con la misma esencia del universo, y los Tronos formaban el habitáculo del Creador. Tal como había dicho el pelirrojo, todos los seres alados estaban allí, sin importar su nivel. Ocupaban los balcones y rodeaban El Gran Salón, observando una esfera dorada que se movía y brillaba en el centro de un suelo transparente y estrellado. El creador tenía sus brazos extendidos, y aunque en su enigmático rostro cubierto por una luz tan brillante que no permitía conocer su aspecto, no podían notar lo que expresaba, la tensión en las venas del dorso de sus manos era evidente.
Ethan Calloway
*Se esconde detrás de una columna de mármol blanco en lo más alto*
De repente, la esfera de luz comenzó a latir como si estuviese viva, y su forma se transfiguró en una semejante. Brazos, piernas, un torso poderoso; cuando se detuvo, se dispersó, y el cuerpo cayó al suelo acostado, desnudo, y jadeante. De su espalda, salieron cuatro magníficas alas blancas de enorme envergadura, dando así a conocer de inmediato que pertenecía al segundo nivel; un Querubín. Su cabello era azabache, como las noches sin estrellas, que fueron añadidas a su creación.
(Así serían las alas)
？？？
*Tambaleante, se pone de pie*
Creador
*Chasquea los dedos y lo viste con una armadura de oro y un manto rojo*
Ariel Ben-David
*Se acerca, pero no se percata de Ethan*
Ethan Calloway
*Lo ve*
Ethan Calloway
*Se asusta* Oye Eliezer, vamos abajo *Lo toma del brazo y bajan dos niveles al suelo, ocultándose tras la luz que emitían los Serafines*
Serafines... Enormes esferas de fuego que ayudaban con el movimiento del universo al creador, y que apenas tenían consciencia.
Eliezer Rosenberg
Oye, casi no veo nada aquí *Se queja*
Ethan Calloway
Calla, Eliezer. Nos van a descubrir
Eliezer Rosenberg
¿Qué más da?
Creador
De mi esencia te he creado, lucero del Alba *Habló y todo el murmullo cesó* Mi sirviente más próximo, mi reflejo, el más cercano de mis hijos. Tu nombre será Lucifer, porque portarás mi luz allá donde te envíe, porque serás capaz de conocer las entrañas oscuras de la mente de los hombres con solo una mirada.
Ethan Calloway
*Anonadado, mirando al Querubín*
Lucifer
*Recorriendo todo el salón y a cada uno de sus presentes con la mirada*
Creador
... Eres bienvenido a mi templo
Lucifer
Padre... La llama de tu esencia late en mi pecho, percibo amor, capricho... Un gran conocimiento sobre los hombres de la Tierra que creaste, pero no me siento... Cómodo aquí *Dubitativo observando a todos*
Creador
La causa es que, a pesar de haberte dotado de conocimiento sobre la Tierra, no conoces a tus hermanos celestiales. Que la inquietud no ocupe tu corazón, pronto te acostumbrarás. Quizás necesites un asistente que te guíe... *Pensativo*
Ángeles
*Murmurando*
Eliezer Rosenberg
Ethan, es tu oportunidad *Susurró a su amigo*
Ethan Calloway
¡¿Qué?! No, no, estás loco *Susurrando* Soy del nivel nueve, no tengo nada que hacer al lado de un Querubín.
Eliezer Rosenberg
Pero quieres ascender *Empujándolo*
Ethan Calloway
Eliezer, no...
Creador
*Se da cuenta*
Ángeles
*Los ven*
Ethan Calloway
*Cerró los ojos fuertemente y apretó sus manos en su túnica blanca, sus alas se doblaron pegándose a su espalda, sumisas*
Creador
Acércate, hijo...
Ethan Calloway
*Caminando hasta el centro, manteniendo una distancia respetuosa de la envergadura del Querubín*
Ángeles
Principado:
El ángel quiere ser el asistente
Ángeles
*Riendo burlonamente*
Ethan Calloway
*Apretó sus labios avergonzado, dispuesto a marcharse, pero se detuvo cuando Lucifer se acercó*
Lucifer
*Pliega sus alas y se detiene a su lado* ¿Por qué se ríen de él? *Curioso* No veo que nadie más se haya atrevido a acercarse a mí
Ángeles
Principado:
¿Qué podría enseñarle un ángel obrero a un ser celestial del segundo nivel?
Lucifer
Humildad, trabajo duro, servir... ¿No es para eso que fuimos creados? *Señaló deteniendo las burlas*
Creador
Si quieres que él sea tu asistente, no veo inconvenientes... Acércate, lucero.
Lucifer
*Caminó hacia los primeros escalones de los Tronos y se arrodilló*
Creador
*Toca su frente*
Lucifer
*!!!* ¡Ngh! *Siseó de dolor*
Lucifer
*Ve que aparece un halo dorado detrás de su cabeza*
Creador
Me gustaría que te acercaras a mí, y me hablaras de tus experiencias de vez en cuando
Lucifer
Así será
Lucifer
*Se inclinó, y le hizo señas a Ethan para que lo siguiera*
Ethan Calloway
*Lo sigue*
Ángeles
*Murmurando*
Ethan Calloway
¿Qué desea que le muestre primero? *Preguntó una vez que estuvieron fuera del templo*
Lucifer
*Lo pensó un momento y después sonrió*
Ethan Calloway
*Se quedó helado en su lugar cuando el halo del Querubín brilló al hacerlo*
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