TODO CAMBIA

Me dirigía hacía el trabajo, no estaba muy lejos de mi casa, siempre caminaba, pocas veces me llevaba mi padre o Erick, ese día más que nunca quería caminar, caminé lento, me tomé todo el tiempo, salí de casa a las 6:30, entraba a las 8, y como dije, no estaba muy lejos, antes de llegar a mí, lugar de trabajo, me senté en una banqueta del parque, estaba aún muy solo, solo algunas personas trotando.

Ya me sentía mejor, después de todo, tomar tiempo y pensar, es lo que más me ayuda, me calma, me equilibra, más que nada sentía vergüenza, no es que estuviese haciendo lo más extraño del mundo, pero quien quiere que un acto tan íntimo, un recuerdo para siempre, lo presencien tus amigos, tus vecinos y tu padre, además, lo que hizo Vanessa no me sorprende para nada, la conozco, pero de Erick, no lo esperé, es vez de protegerme me expuso más.

Tomé mi celular, ya que solo lo había tomado para ver la hora, tenía muchos mensajes, de los chicos, pero uno llamó mi atención:

*MENSAJE DE PAPÁ*

Cariño, mi pequeña Liz, aún eres mi pequeña, siempre lo serás y papá siempre estará aquí, para ti, te escribo porque sé que así lo prefieres...

No me di cuenta el tiempo en que creciste siempre te trato como mi niña, pero sé que eres una adulta, responsable y sabe lo que hace, siempre me has sorprendido y hecho sentir orgulloso de lo que eres. Cuando quieras hablar, aquí estoy para escucharte, papá te ama y te apoya.

El mensaje de papá me hizo sentir aún mejor, me recordó que lo tengo, que siempre está conmigo, me apoya, no me juzga, siempre me escucha y me aconseja

Se hicieron las 8, ya estaba ordenando la oficina, mirando la agenda para la programación del día...

JAIR: Ada, linda, tan puntual como siempre, incluso me ganas a mí, por algo te dejo las llaves

ADA: Buen día Jair, por supuesto, vengo a abrirte a ti

JAIR: ¿Cómo estuvo tu fin de semana? No te ves con buena cara

ADA: Solo trasnoché, es todo, ya verás mañana cómo estoy, tan espectacular como siempre

JAIR: Ja, ja, ja, ja... No te ves con buena cara, trasnochada, pero linda, me picó el ojo mientras entraba a su oficina

El lugar es pequeño, somos tres personas, cada uno con su oficina, Jonás, Jair y yo, nos encargamos de la Óptica, la única del pueblo y nos va bien, estoy trabajando con Jair, hace muchos años, él tiene 45, ya está calvo, me burlo de su peladez junto con Jonás, pero es un divertido, siempre hay risas en la oficina, en los viajes solo somos él y yo, mientras Jonás atiende en la oficina.

Para el día de hoy estuvimos atendiendo, solo allí, varias personas que habían programado citas y otras que llegaron sin avisar, me olvidé del celular por completo, ni siquiera respondí el mensaje de papá, pero sabe que lo leí, mientras que seguía sonando, llamada de los chicos y Erick.

ADA: Ya llegaron los almuerzos, digo con voz entusiasta

JAIR: Pensé que nunca llegarían, como es que me alimentas a las 3 de la tarde, me dice...

ADA:¿Cómo? Exclamé, eres tú quién debe alimentarnos (en realidad él lo estaba haciendo porque de él era el dinero, pero yo los ordenaba y los ponía sobre la mesa, eso es más importante)

JONAS: ¿Cuál trae más? Lo que hizo que riéramos

Almorzamos tranquilamente, normalmente salimos a almorzar, pero cuando hay mucho trabajo, almorzamos a deshoras, pasamos de largo y salimos un poco más temprano.

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