Capítulo 3

Adiós Raúl

La emoción de mi primer novio duró muy poco, no porque no lo quería sino porque el amor de él no era lo suficientemente fuerte hacia mí.

Un día viernes después de clases Raúl no me espero, así que me fui a casa de mi abuela Dora dónde mi padre tenía su trabajo, pasé hasta las 7 de la noche, esperé a que mi padre terminará su trabajo, pero cerca de la casa de mi abuela vivía una conocida chica llamada Irà a veces hablamos.

Nos despediamos de mi abuela, y parecía conocido un chico de uniforme que estaba con Irá, paso con mi padre y le digo adiós a Irá y el chico de uniforme era Raúl mi novio, él hizo como que no me conocía y yo solo continúe caminando con mi padre, mi papá no sabía que Raúl era mi novio, era mi novio pero aún no quería llevarlo a casa hasta estar segura de él.

Mi papá me dice que ese muchacho llega todos los días a visitar a Irá y se va a su casa tarde, que los vecinos decían que era su novio pero que tenían sexo, porque se encerraban en la casa de la muchacha. Quería llorar, no dije nada, guardé silencio, cuando llegamos a casa, cené y me fuí a mi cuarto alegando que tenía que estudiar porque tenía prueba de matemática y les pedí que no me molestaran porque necesitaba concentrarme.

Todo su amor era una mentira, y yo caí como una tonta, otro donjuan, me sentía estúpida, lloré toda la noche, y juré vengarme de alguna forma..

Esperaba con ansias el día lunes, me imaginé golpearlo, decirle tantas cosas, tantas malas palabras. Pasé deprimida todo el fin de semana. Mi madre ni cuenta se dió, porque solo vivía ocupada por cosas de su iglesia.

Llegó el lunes, y Raúl no llegó a clases.

El día martes me atreví a buscarlo en su aula, le pedí a una amiga que me acompañara. No lo deje hablar, solo le dije "TERMINAMOS, no soy payasa de nadie, realmente te quiero pero el amor no es mutuo, y gracias por demostrar lo que realmente eres." Raúl solo dijo ok.

Y así mi primer novio, el chico que me gustaba, el chico que me dió mi primer beso, me decepcionó. Le dije adiós en mi corazón, en mi mente, y me repetía, amores van y amores vienen y de cada experiencia algo se aprende.

Pasaron varios meses y no quería saber nada de nadie, y mi vida era de la casa a la escuela y de la escuela a la casa, y los domingos visitar la iglesia, no tenía emoción, comencé a ser introvertida más de la cuenta, lo bueno es que tenía amigas que me hacían reír con cada locura.

Un día de estos Maggy mi mejor amiga me dijo que tenía un admirador secreto y que tenía meses de estar observandome y que cuando empecé con Raul, sus ilusiones conmigo decayeron, pero ahora no estaba con nadie, tenía meses de no mirar a ningún chico, quería cortejarme.