En el nuevo orden, Camilo empezó a utilizar su caballo para llevar personas, a cambio de dinero.
Un día Camilo tuvo que llevar a Ana.
Camilo
¿Te acuerdas de mí?
Ana
Claro, trabajábamos juntos.
Camilo
Las cosas han mejorado un poco.
Ana
Seguramente para ti.
Ana
Yo tuve que vender mi cuerpo.
Camilo
¿Que?
Ana
Así es, no tuve más alternativas para comer y pagar el tributo.
Camilo
¿Por qué no le decimos todo esto al gobernador?
Ana
¿Crees que no lo he intentado?
Ana
Diego sobornó al gobernador.
Al poco tiempo, Diego llevó a Ana a su destino y se despidieron.
A la hora del almuerzo, Diego se dirigió a un restaurante.
Camarera
¿Que desea?
Camilo
Traígame un filete, un pan y una cervesa.
Al poco tiempo, la camarera llegó con el pedido de Camilo.
Mientras Camilo disfrutaba de la comida pensó:
Camilo
Al menos ahora la gente puede comer lo que quiera.
Camilo
El costo de derrocar a Diego, podría superar el benecio.
Camilo
¿Sería mejor dejar las cosas así?
Despues de comer, Camilo volvió a su trabajó hasta el anochecer.
Camilo había obtnido el habito, de ir todas las noches aun salon de baile, despues de trabajar.
Camilo se fijó en una chica muy guapa, que esta bebiendo en la barra del bar.
Camilo se hacercó y le preguntó:
Camilo
¿Como te llamas?
Daniela
Daniela.
Camilo
¿Bailamos?
Daniela
¿Por que no?
Daniela y Camilo se acercan el uno al otro. La orquesta toca un vals romántico, y la pareja se desliza por la pista de baile con gracia y elegancia.
Daniela lleva un vestido largo y elegante, con flores bordadas en el corpiño y una falda que se abre como una flor al girar. Camilo viste un traje formal, con un chaleco y una corbata que resaltan su elegancia.
Al comenzar a bailar, Camilo toma la mano de Daniela y la atrae hacia sí. La música los envuelve, y ellos se dejan llevar por el ritmo. Sus cuerpos se mueven al unísono, como si fueran uno solo.
La pista de baile está llena de parejas que bailan al ritmo de la música, pero Daniela y Camilo parecen estar en su propio mundo. Sus ojos se encuentran, y la conexión entre ellos es palpable.
A medida que el vals llega a su clímax, Camilo hace girar a Daniela con un movimiento suave y elegante. Ella ríe y se deja llevar, su falda volando alrededor de ella.
La música se detiene, y la pareja se detiene en el centro de la pista. Daniela sonríe, y Camilo la mira con admiración, mientras empieza a pensar en silencio:
Camilo
¿Una chica tan guapa como Daniela, merece que yo inicie una guerra para derrocar a Diego?
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