Entro en mi habitación y saco el cheque de mi bolso. Estrella ya lo ha visto y, en cualquier momento, se irán de aquí. Me quedaré en la casa y, con todo el dinero ahorrado, podré pagar mi universidad, ya que terminé la preparatoria. Quizás busque un trabajo de medio tiempo para el mantenimiento de esta enorme casa, pero puedo vivir bien sin preocupaciones por un par de años. Con eso en mente, me baño y me acuesto a dormir.
Apenas amanece y me arreglo para ir al banco y comprar algunas cosas que necesito. Bajo y Estrella está riendo, rodeada de sus amigas. La evito, caminando hacia la salida.
—Ya bajó la arrimada —comenta una de ellas, y la veo riendo.
—Lo dice la que tuvo que abortar porque no sabía quién era el padre —le respondo. Me ve con odio y nadie dice nada.
—Ignórenla, está enojada porque un hombre rico y guapo como Fernando me está pretendiendo, y a ella ni un perro se le arrima. Pero ve el lado positivo: Limber queda libre, aunque he escuchado rumores de que sus padres lo quieren casar con una mujer de sociedad. Siendo sincera, nunca dejarán que se case con una mujer como tú —dice Estrella altaneramente, y sus amigas se ríen.
—Pero Fernando sí se casará con una inútil y vividora como tú, porque yo sí sé trabajar sin depender de nadie —le respondo.
—Eso es lo que tiene que hacer la gente que no tiene nada, como tú. Ni padres, ni novio, ni nada. Luna, eres una ignorante que no le importa a nadie. Si te mueres, nadie lo notará —me grita.
No me detengo. Al llegar donde ella está, le doy una cachetada que la calla.
—Estrella, sabes perfectamente que ni amigas tienes. Estas son unas víboras que solo se divierten con tu desgracia. Ni a tu padre le importaron cuando las abandonó, y ahora entiendo por qué. ¡De la que se libró! —le digo.
Ella me ve con odio. Lo que me dice me hace perder el control y me lanzo sobre ella a golpes.
—¡Debiste morirte junto a tu madre! —me grita. Me intentan quitar de encima, pero estoy golpeándola sin medir consecuencias, hasta que alguien me jala del cabello y me aleja de ella. Estrella grita llorando sin parar.
—¡Maldita seas! —me grita su madre, auxiliando a su hija. Está tan enojada que corre a las amigas.
—Eres una maldita desgracia —me dice.
—Desde cuándo se lo había ganado —respondo.
Se levanta y camina hacia mí. Me pongo de pie, decidida a no dejarme intimidar.
—Lárgate de mi casa —me dice entre dientes.
—Las que se van son ustedes. Buscaré a un abogado y las sacaré de aquí tal como llegaron, sin nada.
—Pobre estúpida, ¿con qué dinero?
—Eso a ti no te interesa, tía —digo lo último con odio. Ella me ve enojada porque jamás le había hablado así.
Recojo mi bolso y camino hacia la salida. Me acomodo el cabello en el camino y ya lo he pensado bien. Con ese dinero pagaré a un abogado. Algo se podrá hacer. Quizás pueda hacer que ellas se vayan a otro lado, o quién sabe.
Espero el camión y me bajo frente al banco. Me siento esperando mi turno hasta que llega.
—Vengo a cambiar este cheque y meterlo en mi cuenta. Quiero disponer de todo el dinero cuanto antes. Lo metí en un ahorro y, por lo tanto, se duplicó. Algo así me explicaron.
—Efectivamente, señorita. Pero me aparece que usted ya hizo un retiro de una cantidad fuerte. De hecho, la única cantidad que tiene es la que acaba de meter. Para ser exactos, el único dinero que tiene es lo de este cheque.
Me siento como si me hubieran echado una cubeta de agua fría con lo que me dicen.
—Debe haber un error. Yo no he retirado nada. Revise otra vez, por favor —le pido, rogando que sea una confusión.
Él niega con la cabeza, viéndome. Me mareo.
—Señorita, efectivamente, su dinero fue retirado.
—No, ¿cómo es eso posible? ¡Eso no puede ser! ¿Cuándo fue? ¿A qué hora? —le pregunto.
Él suspira y teclea.
—Fue hace dos días —me dice, dándome una hoja donde está mi firma. No entiendo nada. Veo la hora y a esa hora yo estaba en la escuela. Tengo ganas de llorar y las manos me tiemblan.
—Yo ni fui. A esa hora, estaba en la escuela.
—Señorita, lo siento, pero la persona que lo hizo tenía su información muy bien.
Se levanta. Yo seco mis lágrimas. Él regresa con un vaso de agua y me lo ofrece.
—Ya me acordé. Vino con su madre.
—¿Con mi madre? —pregunto. Él asiente, describiéndome a mi supuesta madre. Solo eso necesito para saber quién fue.
Salgo del cubículo y veo destellos de colores. No escucho nada, solo camino por inercia, sin detenerme. Mis pies se cansan; son horas caminando hasta que llego al cementerio donde mis padres están enterrados.
—¡Ellas, ellas me desgraciaron! —le grito a la tumba de mi padre, llorando.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 91 Episodes
Comments
Claudia Izquierdo
wue clase de banco es ese wue entregan dinero con identificación falsa o sin serviorarde definido y las cámaras que cobre en el banco y demande y ella no ñe afirmado nada anadies demande esas mujeres cuentele toda la verdad afernando y al wue te hablo en el club el va aseguir pendiente de ella por wue es bueno y fernsndo no se casa con esa estrella ni libertad tampoco desenmascara esas brujas
2025-07-24
17
Nayelli Patricia castillo de la Cruz
pero como le van a dar algo sin una identificación , ella puede reclamar además de que en los bancos hay cámaras eso entraría en la realidad
2025-07-23
3
💋😘♠️M@rilú♠️💋😉🇻🇪
Pobre niña, a veces los padres no sabemos el daño que le hacemos a nuestros hijos 😞😞😞
2025-08-08
1