Tomando valor, Tina se dirige a la recepción, donde una mujer está tecleando algo con esmero en su computadora.
—Buenas tardes.
La mujer le mira con una sonrisa
—¿En qué puedo ayudarle?
—Soy de la revista Vanity... —y con esa mención, ella ha perdido la sonrisa —Ven...
—El señor Park no responde entrevistas. —dijo secamente, regresando la mirada a su computadora
—Ah, lo sé... —balbuceo luego de su atropellada interrupción —Pero he sido enviada para hablar con él. El señor Park organizó la entrevista...
La mujer no muy convencida y de mala gana, parece buscar algo en el aparato para luego mirarla con seriedad.
—El señor Park está en una junta MUY importante. —me recalca el "muy" en su frase —Así que, o usted se equivocó, o la cita tenía otra hora.
—N-no yo...
—Cristina. —un joven de cabello café oscuro se acercó a ellas y dejo encima del escritorio, unas carpetas —Lleva esto al departamento de... —de pronto, se calla y mira a la trigueña —Buenas tardes... —saluda y vuelve su vista a la mujer —El señor Park...
—¿Sabe dónde puedo encontrarlo? —preguntó la oji aceituna, interrumpiendo su frase
La recepcionista rápidamente habla antes que él.
—La señorita quiere ver al señor Park pero le...
—¿De Vanity? —interrumpe a la tal Cristina para mirar a los ojos de la castaña
Tina asiente.
—Si...
—Venga conmigo —le sonríe
Con una sonrisa de satisfacción, la oji aceituna mira de reojo a la recepcionista y trata de no mirarla con superioridad.
Ella tenía razón, sí había llegado a la hora correcta...
—Me llamo Guillermo, pero puede decirme Memo, sin ningún problema.
—Ah, mucho gusto... Soy Tina.
—Bien, señorita Tina. El señor Park está en una reunión ahora mismo, pero ya casi termina, por lo que tendrá que esperar en el pasillo si no tiene inconveniente. —le explica el joven mientras la conduce por varios pasillos, los cuales, no lograban ser de ayuda para comprender la distribución del edificio —Hablaré con él cuando la junta haya terminado para hacerla pasar, ¿le parece? —le pregunta cuando se detiene al fin y la trigueña casi choca con él
—Ah... Si si, me parece bien.
—La junta terminará en unos minutos así que espere aquí y luego vendré por usted.
—Gracias, Memo.
El joven quien parecía ser el secretario del señor Park se aleja de ella por el lado opuesto de donde llegaron.
Andrea le había explicado en su llamada, que el hotel principal que los Park tenían en New York era el hotel: 'Palmer'.
Un hotel de 5 estrellas, sumamente elegante y fino.
Muchas celebridades se hospedaban en el y todos decían que el servicio era de lo mejor.
También le explico que a donde estaba yendo era el edificio: 'Dominion'.
Desde aquel edifico se encargaba de dirigir los más de 13 hoteles que tenía a nivel internacional.
Y Tina, tenía el presentimiento de estar en la boca del lobo.
...[...]...
No podía ponerse nerviosa, había hecho esto antes.
¡Para animales!
Si, pero había hablado con sus dueños, lo cual podría decirse que es lo mismo. ¿Verdad?
Aunque ella admitia que se sentía más segura lanzando preguntas que iban referente a una mascota que a una persona.
La castaña abrió su carpeta y miro las preguntas, necesitaba familiarizarse con ellas.
20 en total...
¡Pero todas incómodas!
¿Qué son estás preguntas?
No podía creer que aquellas preguntas eran las que tenia que hacerle al señor Park.
Un golpe, sobresaltaron a la castaña ya que apartó la mirada de su carpeta y frunciendo el ceño, observó la puerta de una de las habitaciones del pasillo.
Sacudiendo la cabeza, regreso a las preguntas, sin embargo, de nuevo el sonido la hizo cerrar la carpeta y caminar a la puerta.
Tina asomo la oreja y escucho, pero parecía que los ruidos se habían ido.
—Me estaré... —un golpe seco la hizo retroceder —Joder... —su mano tomó el picaporte y abrió con lentitud —¿Hola? —balbuceo
La habitación era de almacenamiento ya que había archiveros y estantes con cajas etiquetadas con nombres de lugares.
El ruido se escucho de nuevo, al fondo de la habitación.
Tina se dirigió al origen, ¿alguien podría necesitar ayuda?
Paso varios estantes hasta el final donde una mesa se hallaba, su corazón dio un vuelco cuando vio a una pareja, tener sexo sobre la mesa.
No pudo ver el rostro de la mujer, sin embargo, parecía ahogar sus jadeos y de ahí los chillidos. Estaba en cuatro, el hombre, la tenía sujeta del cuello y con sus movimientos, movía la mesa, la cual, dejaba un golpe seco en la pared.
La oji aceituna retrocedió...
No, no no.
Con el corazón latiendole en las sienes, se cubrió la boca para evitar vomitar.
—Tintin...
Cuando el hombre habló, Tina no pudo evitar salir corriendo de ahí.
No se molesto en cerrar la puerta y sin mirar atrás, corrió para alejarse de aquella habitación.
Su vista se nublo, sus ojos se cristalizaron y pronto, todo le dio vueltas.
Se detuvo en seco y se apoyo del hombro en la pared.
—¿Está bien?
Tina se sobresalto cuando una mano fría le toco el hombro.
Cuando levanto la vista, sus ojos quedaron atrapados en los miel del hombre que la miraba con asombro y con preocupación.
—¿Está...
La castaña sollozo y pronto, rompió en llanto.
El hombre podía ver su tez pálida y su mirada de miedo. Parecía que había visto un muerto.
—¿Cómo se...
La mujer se cubrió la boca con fuerza antes de escuchar una arcada.
—No puedo... —jadeo, se irgio como pudo e hizo amago de correr nuevamente.
Sin embargo, el hombre la tomó del brazo.
—Espere...
Tina le miró y sin poder evitarlo, vómito.
Vómito sobre el hombre...
Su saco había sido manchado y el líquido se había escurrido por su pantalón y zapatos.
—Yo... Yo... No... Yo... —la mujer estaba pálida, asombrada, temblando
El hombre sacudió la cabeza y la tomó del rostro.
—¿Está bien? —le cuestionó, preguntándose, como podía evitar que siguiera temblando —¿Se siente mejor?
Con lentitud, la mujer pareció recuperar la compostura, su cuerpo dejó ligeramente de temblar.
—Si... Yo... ¡OH! —se separo de él —¡LO SIENTO! —le miró con miedo —Yo no... Dios, yo...
—¡Señor!
Tina y el hombre, miraron a Memo acercarse con prisa.
—No la... Oh, señorita Buller, justo la estaba... ¿Qué pasó? —preguntó abruptamente cuando vio al hombre bañado en vómito
El peli negro sacudió la cabeza.
—Cancela mis citas y atiende a la señorita hasta que esté mejor, iré a cambiarme... —ordenó de manera seria, pero a pesar de eso, no parecía molesto
—Si, señor.
El peli negro mira de nuevo a la mujer quien hasta ahora no le miraba, parecía sumamente apenada por lo que había hecho. Así que evitando empeorarlo, simplemente se dio la vuelta y se alejo.
—Venga conmigo señorita, le daré un poco de agua... ¿Desea que un médico la vea? —pregunta mientras la lleva a la recepción
—No no, estoy bien...
—Cuando salí de la sala de juntas y no la vi, creí que se había marchado. Así que...
Tina se detiene en seco al ver de nuevo la habitación de hace un momento, pero ahora, estaba cerrada.
Memo sigue su mirada y asiente.
—El archivero, así le llamamos, los datos de nuestros hoteles están ahí, solo personal autorizado puede entrar.
—Entiendo... —balbucea la castaña mientras retoman el paso
Cuando bajan, el oji azul le entrega una botella de agua.
—G-gracias... —bebe un poco
El joven le sonríe.
—No me agradezca señorita, ¿segura que no desea que la vea un médico? El señor Park tiene...
Tina palidece y mira con horror al peli café
—¿Qué... —jadea —¿El... El hombre de hace un momento era el señor Park?
Memo la mira algo extrañado.
—Si, eh... ¿No conocía al señor Park?
—No, yo... ¡dioses! —chilló —¡Necesito pedirle perdón! Yo... no sabia...
—Tranquila, no debe preocuparse, el señor Park es una persona comprensible y de seguro no lo tomó como una ofensa. Sin embargo, temo que su entrevista con el queda cancelada por hoy.
—Ay, Dios... ¿Tan malo fue?
Él le sonríe.
—Bien pudo sacarla a rastras del edificio. —se encoge de hombros —Pero no lo hizo... Supongo que le cayó bien.
Tina se paso una mano por la cara con frustración.
—Adiós empleo. —murmuró para si misma —Gracias, me retiro.
—Tranquila, veré si el señor Park desea reagendar.
—Si... Gracias.
Aunque lo hiciera, ella sabía que no sería quien lo entreviste, sin mencionar, que definitivamente, no tendría trabajo para cuando reagendara con tan apretada agenda.
Tina, sale del edificio con el alma por los suelos y sintiéndose la peor persona del mundo.
Fuera de vomitar sobre el hombre más rico y codiciado de New York, que de por si, ya era un tema para un gran titular.
Se sentía mal consigo misma por haberse dejado arrastrar por recuerdos que no deberían seguir haciendo estragos en su vida.
Hoy tuvo la oportunidad de demostrar lo que valía como periodista y simplemente... Lo arruinó.
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Comments
T.N
Ame el cap, muchas gracias!! ya quiero saber que más va a pasar con esos dos 🤭
2025-06-23
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T.N
En su defensa, él la detuvo jajajaj ella pudo haber vomitado en otro lado jajaja
2025-06-23
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T.N
Awww 🥹 no le importa nada más que saber si ella está bien 💘
2025-06-23
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