Nike sale dejando a Lu en el cuarto, no es que de verdad quisiera hacerlo solo ve al mocoso como un clique que en cualquier momento debe quitarse de encima.
Era lo que hubiera deseado pensar, pero en estos momentos su cabeza está igual o peor de perdida que la de Lu.
No camino mucho solo atravesando el pasillo hasta las escaleras que daban a la planta de abajo pero cuando procuraba bajarlas un pequeño beta lo interrumpió.
Tomo.
Nike?
Nike.
Tomo.
Tomo.
Pasa algo.
Nike.
No no solo, quería pedir una sopa o algo de comer para Lu.
Tomo.
Entiendo, ya iba con ustedes así que ten *le da una bolsa 🛍️*
Nike.
?
Nike extrañado se limitó solo a tomar la bolsa y ojearla, solo para querer pegarse en la cabeza al beta debido al contenido.
Nike.
¿De dónde coño sacaste ésto?
Tomo.
Que es solo aceite corporal, algunos condones y ya sabes.
Nike.
No quiero nada de esto. *se la entrega*
Tomo.
Ahí vamos, Bia los consiguió para ustedes.
Nike.
Tsk.
Tomo.
Escuche lo que Lu dijo.
Nike.
¿?
Tomo.
Ustedes no son precisamente silenciosos.
Nike.
*suspira* qué debería hacer Tomo?
Tomo.
Cómo que qué? Haz estado esperando esto por tres años igual que él.
Tomo.
Acaso no quieres a Lu?
Nike.
Si lo quiero.
Ambos se detienen frente a la puerta de la habitación mientras Nike se acomoda el cabello y voltea a ver a Tomo.
Nike.
No quiero está vida para él.
Tomo.
Esa no es tú decisión.
Tomo.
Pero lo que si decidiste, fue nombrar a Lu como tuyo, o acaso lo olvidaste.
Hace tres años.
Siempre he vivido en esta ciudad y sus cuatro distritos, desde muy chico aprendí como eran las cosas en este lugar pero no sería sino hasta los 15 en que reclamaría mi puesto como una de los cuatro reyes.
Todo siempre fue monótono, todos me tenían miedo no solo por mi estatus como alfa, sino también porque eso es lo que quería causar. Nadie se atrevía a desafiarme.
Al cumplir 18 las cosas se pusieron interesantes con la llegada de Lu Guan a la ciudad, con eso de que sus padres querían volver a sus raíces o algo así. Aunque 3 años mayor nos conocimos en la secundaria.
Y aunque mi primera impresión de él fue "mocoso malcriado", ese mismo día termine con la nariz sangrante y el con un golpe en la mejilla.
Admito que me encanto con locura el hecho de apesar de ser un omega pegaba igual que un alfa adulto y que en ningún momento se demostró débil como usualmente los omegas hacen, así que cuando lo moleste me contestó, y bueno nos fuimos a los golpes.
Curiosamente, esa noche cuando nuestros padres llegaron y el padre y hermano mayor de Lu le reclamaban al mío el hecho de que su hijo se atrevió a pegarle a un omega.
Lu y yo nos encontrábamos sentados en las escaleras de la entrada de su casa mientras escuchábamos a los adultos discutir.
Y ya que estaríamos un buen rato, para pasar el tiempo decidí sacar un cigarrillo que encendí, le ofrecí y que me aceptó.
Nike.
No eres como los otros chicos. De hecho creo que nunca he conocido a un omega tan rebelde como tú.
Nike.
Pegas como el demonio Guang, te doy eso.
Lu.
*sonrojado* Supongo que tampoco lo hiciste mal, Fei... Para ser un alfa.
Me respondió sonrojado y dándome un pequeño empujoncito que me dió al recargarse más sobre mí.
Una situación bastante inusual, a ningún alfa le gustan los omegas que se rebelan a su autoridad. Pero me sentía tan intrigado en ese momento y hasta encantado con esa actitud.
Lu.
*bota el humo* ¿Qué me ves?
Mi respuesta fue acercarme y besarle despacio en los labios.
Ninguno cerró los ojos, pero ambos nos sonreímos con complicidad antes de separarme para volver a fumar.
Lu.
Ese fue mi primer beso.
Me respondió haciendo que dejara caer mi cigarro y dejándome en shock, aunque casi al instante le sonreí de lo más engreído.
Está vez tire lejos el cigarro para tomarlo del rostro y besarlo una vez más. Sus labios eran suaves y tibios, dulces, pero a la vez a tabaco y su aroma de omega era tan embriagante que se aferró a mi y aunque no sabía besar intento seguirme.
Obvio cuando la puerta se abrió de golpe nos separamos viendo a nuestros padres aún discutir. Y aunque por un momento se puso nervioso, no dude en abrazarlo por los hombros aclarandome la garganta llamando su atención.
Cheng.
¡Manos fuera mocoso, aléjate de él !
Me grita el hermano de Lu, pero no lo suelto.
Nike.
Señor Guang, papá, ya lo decidí.
Padre de Nike.
¿Qué decidiste hijo?
Nike.
Lu será mi omega.
Declaró haciendo a todos abrir la boca hasta el piso y sentir como el corazón de Lu se agitaba al punto de querer salirse y más cuando encontró miradas conmigo.
Nike.
Protestas Guang?
Cheng.
Tú no puedes decidir eso imbécil.
Su hermano me reclamo, pero yo estaba muy ocupado mirando en los ojos de Lu como se reflejaba ese fuego azul de mis ojos, al menos para mí esas palabras no eran un juego de niños, sino algo más.
Por lo que Lu sonrió separándose de mí.
Lu.
Bueno, eso ya lo veremos Fei. Aún no sé si quiero un alfa tan problemático como tú. *le saca la lengua*
No pude evitar sonreír más engreído mientras veía como era arrastrado por su padre.
Mi padre me abrazo preguntándome que carajos me pasaba por la cabeza. Pero ni aún así Lu y yo dejamos de vernos hasta que su padre lo subió a su auto para irse.
No sabía que era en ese momento, y aunque me prometí no caer tan fácil la verdad, es que desde que nos conocimos ya sabía que Lu me pertenecía.
Primero empezamos a ser amigos, y aunque yo iba tres grandes por encima de él, siempre me quedaba a esperarlo en la salida y lo llevaba a dejar a su casa. (cabe mencionar que nos besábamos por horas bajo un árbol dorado que se encuentra en el camino)
Era divertido como cada día Cheng nos esperaba en la puerta para que él entrara y su hermano me matará con la mirada. Pero nosotros solo nos sonreíamos porque sabíamos que por las noches treparia hasta su ventana para platicar, besarnos o simplemente abrazarnos en su cama mientras veíamos una película o jugábamos vídeojuegos.
Cosas que nunca solía hacer, al menos no cuando estaba con él.
Me enamore de Lu con tanto desenfreno que todo de mi no hacía más que pensar en él. Y a pesar de mis bromas y comportamiento pervertido, siempre lo cuide y lo respete.
Su padre siempre se negó a ser novio de Lu, ya que argumentaba que no podía estar con el alfa que lo golpeó, pero después de explicarle que fue Lu quien inició la pelea digamos que si se hablando un poco. Aunque siempre mandaban a Cheng de chaperon para nuestras "citas".
Aunque gracias a los hombres de Lu, logravamos escabullirnos para estar a solas.
Fui el más feliz con él a mi lado. Porque aunque peleabamos siempre nos disculpavamos y teníamos la mayor de la confianza. Así, cuando cumplió 17 compartió su primer celo conmigo, y fue increíble.
Porque ya no solo nuestras almas estaban conectadas, sino también nuestros cuerpos.
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