En un mundo donde la jerarquía se grababa en el alma y la casta Alfa gobernaba con una ferocidad contenida, similar a la de los lobos de su linaje pero templada por la razón humana, los cielos, antaño testigos de su gloria, ahora guardaban un silencio acusador. Gael sirius y Kai sirius, pilares de la sociedad Alfa, ocultaban un pecado ancestral bajo la máscara de la élite: ambos eran ángeles caídos, su verdadera naturaleza velada por un pacto de silencio y poder. Su caída, sin embargo, no los había redimido..
Un día, bajo un sol que pronto sería eclipsado por la furia de una tormenta inminente, sus caminos se desviaron hacia la oscuridad olvidada de un callejón. Allí, acurrucado entre la inmundicia, encontraron lo inesperado: un ser alado, un ángel caído como ellos, con ojos del color de las violetas más profundas. Yulye, un nombre susurrado entre sollozos, portaba en sus maltrechas alas la fragilidad de un paraíso perdido, un recordatorio silencioso de la gracia que ellos habían desechado..
Para Gael, el hallazgo despertó una curiosidad teñida de una extraña melancolía, un eco distante de la luz que alguna vez conoció. Para Kai, representaba una anomalía peligrosa, un secreto andante que amenazaba con desenterrar su propia verdad oculta.
presente*
El sol, un ojo de fuego en lo alto, bañaba la ciudad de una luz dorada. Pero en el horizonte, una mancha de tinta comenzaba a expandirse, una gran nube negra que presagiaba un cambio abrupto en el clima.
hombre
vaya, parece que se nos avecina una buena tormenta
*susurró*
En medio de este día contrastante, dos figuras emergieron de la brillante avenida, doblando hacia una calle lateral menos transitada. Eran los hermanos Belial, herederos de un imperio empresarial cuyo nombre resonaba en cada rincón de la ciudad.
Kai sirius
Date prisa Gael, tengo una reunión importante en una hora
*dije con un tono de impaciencia*
Gael sirius
*suspira con resignación*
Gael Vestía un traje impecable de corte elegante, y su cabello rubio estaba peinado con una estudiada perfección. Su atractivo era innegable, pero su actitud oscilaba entre una dulzura encantadora y una arrogancia palpable.
kai a su lado impaciente por irse rápido Su semblante serio y sus movimientos pausados contrastaban con la vivacidad de su hermano. Con un traje oscuro que parecía absorber la luz, su presencia imponente a menudo intimidaba, valiéndole la reputación de un hombre frío y sin corazón, aunque pocos conocieran la bondad que ocultaba bajo esa fachada severa.
Al doblar una esquina, Gael se detuvo bruscamente, su atención capturada por la boca oscura de un callejón abandonado, un contraste sombrío con la luminosidad de la calle principal.
Gael sirius
Mira, Kai. ¿No ves a alguien ahí? señaló Gael, *sus ojos entrecerrándose para escrutar la penumbra del callejón*
Kai, con la vista fija en su reloj de pulsera de diseño minimalista, respondió sin detenerse:
Kai sirius
¿De qué hablas? Sigue caminando, Gael. No tenemos tiempo para tus distracciones.
Gael sirius
Pero en serio, Kai...*insistió*
Gael sirius
Parece que hay alguien acurrucado al fondo.
Kai sirius
Si tanto te interesa, ve tú.
*me detuve con un suspiro*. Pero no tardes. Mi paciencia tiene límites.
La pestilencia a basura y humedad lo asaltó, pero lo ignoró, concentrado en la figura sombría acurrucada contra la pared. Al acercarse, sus ojos se abrieron con incredulidad ante lo que veía.
Gael sirius
¿...? Hola? *balbuceó*
Desde la entrada del callejón, la voz impaciente de Kai lo apremió:
Kai sirius
Date prisa, Gael. No tengo todo el día para tus aventuras.
Una voz débil y temblorosa respondió desde la oscuridad:
hombre
ALEJATE!!
Gael sirius
Tranquilo, no voy a hacerte daño
*miró a la criatura escondida entre la basura*
Gael sirius
¿Cómo te llamas y qué haces aquí?
La figura tembló aún más, susurrando entre sollozos
hombre
Me-me llamo Yu-lye... quiero irme a casa... *Las lágrimas recorrían su rostro*
Gael sirius
tranquilo yulye, yo puedo ayudarte
*dijo mientras sonreía*
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