Las horas pasaban y para los demás, era un infierno escuchar en cada momento como peleaban ellos dos, dio la hora de salida y cada quien iba a casa
Kasumi Kojima O.D
¿Por qué no podemos ir a beber?
Shiro Yamazaki A.D
Diario quieres beber
Kasumi Kojima O.D
¿Qué tiene de malo?
Kazuki Hasegawa O.P
Cirrosis
Kasumi Kojima O.D
Ay tampoco bebo tanto
T: ¿A no?
Kasumi Kojima O.D
Un poquito
Takeshi Tobio A.D
No quieres tu vida
Kasumi Kojima O.D
En fin, en ese caso, los veo mañana
Kasumi Kojima O.D
*se aleja*
Shiro Yamazaki A.D
Esa niña
Yoichi Yamazaki O.D
Los vemos mañana
Kazuki Hasegawa O.P
Está bien
Ambos se van
Kazuki Hasegawa O.P
(vaya día)
Comienza a llover
Kazuki Hasegawa O.P
(agh, ¿en serio?)
Takeshi Tobio A.D
Suerte con la lluvia idiota
Kazuki Hasegawa O.P
*lo ve* ¿en serio vinieron a entregarte tu auto?
Takeshi Tobio A.D
Ventajas de tener uno
Kazuki Hasegawa O.P
Ojalá y te lo hayan dejado peor
Takeshi Tobio A.D
Mocoso
Kazuki Hasegawa O.P
Imbécil
Kazuki Hasegawa O.P
*se aleja*
Takeshi Tobio A.D
*suspira* (tarado)
.
.
.
En casa de Kazuki
Kazuki Hasegawa O.P
*se acuesta* mmmmgh
Kazuki Hasegawa O.P
(que cansancio)
Kazuki Hasegawa O.P
-solo quiero dormiiiir...-
Kazuki Hasegawa O.P
*se queda dormido* mmmgg
.
.
.
Pasó un rato y Kazuki dormía con tranquilidad, aunque, se despertaría por algo raro, o más bien, aterrador
Kazuki Hasegawa O.P
Mmmmgh
Kazuki Hasegawa O.P
*voltea*
Kazuki Hasegawa O.P
-hace calor-
Kazuki Hasegawa O.P
*se despierta* ¿por q-
Kazuki Hasegawa O.P
*se levanta rápido* ¡carajo!
Kazuki Hasegawa O.P
*toma su teléfono*
Kazuki Hasegawa O.P
*sale rápido* (debo conseguir ayuda)
Se escucha un crujido
Kazuki Hasegawa O.P
(¡mierda!)
El techo del pasillo colapsó por completo, lamentablemente, el brazo de Kazuki había quedado atrapado
Kazuki Hasegawa O.P
AAAAGH
Kazuki Hasegawa O.P
*trata de quitar las cosas* (¡vamos, no puedo estar aquí!)
Kazuki Hasegawa O.P
*le caen lágrimas* (¡¿cómo pasó esto?!)
Kazuki Hasegawa O.P
AYÚDENME
Kazuki Hasegawa O.P
POR FAVOR ALGUIEN AYÚDEME
Cada vez el oxígeno le faltaba más a Kazuki, llegando al punto de desmayarse, él empezaba a rendirse, no se escuchaban las sirenas de los bomberos y nadie iba a ayudarlo, fue tal su tristeza que ya no tuvo las fuerzas de seguir luchando, aunque, por suerte, recibiría la ayuda que buscaba
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