El viaje fue largo, y la diosa se hizo presente, hola odiosa que buena nueva me traes, pues creo ya te diste cuenta de algo, de que se trata le pregunto, sabes quién es la hija de la esposa del mafioso, no la conozco le dije, estás seguro? Claro solo vi a mi madrastra y a su esposo. ¿Me da un golpe por la nuca, te lo dibujo, o te explico con manzanas? Me dice, y bueno dibuja que estoy lerdo, le respondo, y otro coscacho por la nuca, la protagonista era hija de la esposa del villano, si? Si le digo. ¿Y era su hija adoptiva, verdad? Si respondo. ¿Y fue al chalet Bernard donde fue torturada y demás cosas? Si ya sé esa historia, ahora dime cuando conozco a la dueña del corazón de mí papurri. ¿Y la diosa enojada me dice, tú usas el cerebro o lo tienen con el empaque de fábrica? La miró y digo que no la conozco únicamente vi a mi madrastra y su esposo. ¿A ver menos, donde vas? ¿Al chalet le dije y tu madrastra como te dijo le digas a Gabriel, padre por ser su esposo, mmmm y tú no tienes hermanos? No que yo sepa, entonces?
Creo la chapita eres tú, Diosa, en la novela Gloria era hermosa, frágil, fue secuestraba muchos años y torturada, era gamma, tenía un pelo rosa hermoso y sus feromonas a rosa y Fresias le encantaban al villano, lo hacían sentir en el jardín de su hogar. Y esa persona NO LA VI, nunca, la Diosa me miró de arriba a abajo y me dijo no piensas que eres muy llorón para ser un Alfa, bueno es que no sé eso de las Feromonas y me ganan, y ya no te llevaron en brazos como princesita en varias ocasiones, la miró y le digo creo fueron dos veces ni tantas. Y no te dijeron que eres hermoso y yo comencé a reír, boba no me adules que soy un espanto. Un alfa sin músculos, una cinturita de avispa, a quien se le ocurre, y mi madrastra dice que mis Feromonas son horribles. Y la diosa me preguntó y que aroma tienes, yo sonreí con arrogancia seguro a roble, o licor, o tabaco, debo ser un Alfa apasionado, ya que ni orejitas tengo, e hice pucheros, la diosa se empezó a reír y me dijo que tal si liberas un poco y las siento y te digo, por si tú no las percibes, bueno y libero un poco, que perfumes sientes le digo y ella sonríe y me dice muy varonil, lo mejor de los alfas y yo me siento muy feliz por eso y pregunto yyyy,... rosas y Fresias.
QUEEEE, grito, yo, y de pronto entiendo reencarne en la protagonista, pero como. Y de pronto recuerdo como muere Gabriel y comienzo a llorar, digo con la voz entrecortada, diosa yo, yo oo, yo, puedo cambiar el futuro de esta novela, sigo llorando con la cabeza gacha y ella dice, ya cambiaste varias cosas, eres el protagonista y no estabas en el libro, si te lo propones puedes cambiar todo.
Se va, por qué frena el vehículo. Unos hombres entran a la furgoneta y me hacen bajar. Al salir veo un edificio enorme, lúgubre como castillo medieval, solo faltan las cadenas arrastrándose digo sin pensar, y una persona detrás de mí me contesta, si te portas bien no la usarás nunca, sino te acostumbraras a arrastrarlas.
Me giro y veo una mujer con carita de ángel pero lengua afilada, me dice me presento soy Roxana tu tutora hasta que cumplas 21 años. Sin poder decir una palabra alguien me pincha el cuello con algo, quiero ver y caigo desmayado.
Cuando desperté estaba en una habitación con varias camas cuchetas, yo estaba en una cama baja. No tenía ya mi ropa puesta sino un traje como los detenidos de color naranja, no veo mi mochila ni mi caja, y me pongo a llorar, por no tener el aroma de Gabriel. Una persona me toca el pie y grito del susto por qué ya me jalan las patas de nuevo, y esa persona me hace callar y dice bajito, no llores tengo algo que pude esconder. Me quiero bajar a dónde él está, debajo de mi cama y dice, NO PORQUE SI TE VEN NOS Castigan, LUEGO. Y se va. No sé quiénes pero su voz es muy agradable y me da algo de tranquilidad.
Unos selladores vienen por mi grito y me preguntan que me pasó, le digo vi una cucaracha y se ríen de mí, burlándose que soy un alfa cobarde. Me dicen ya que estás despierto vamos hoy inicia tu nueva vida.
Me intento poner zapatos y me dicen acá no se usa nada ostentoso, la austeridad de los monjes descalzos nos guían, los veo con mocasines y le digo y ustedes porque usan esos y uno se gira y me da un golpe haciendo caer sobre el piso, nosotros ya fuimos iluminados, tú eres un carbón que ni siquiera comienza a pulirse para llegar a ser, o pretender dice el otro, ser un diamante.
quiero llorar, pero resisto, me levanto y me sacudo la ropa, les digo está bien, disculpen iluminados, hago una reverencia y los sigo.
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