Pequeña Ciudad De Estrellas.
Capitulo 3
Mateo Solon
*Abrochando sé la camiseta*
Mateo Solon
*Voltea a verla de reojo*
Ahora actúas como una pobre señorita a la que acaban de deshonrar, no finjas, siempre fuiste una zorra barata, pero por lo menos eras honesta al respecto, así que no pierdas tu única buena "cualidad"
*voltea verla de forma despectiva*
Mateo Solon
*Sonríe con frialdad pero a la vez un toque de burla*
¿O es que no terminaste satisfecha? ¿Eh?
Pregunta viendo a la pelinegra, quién no le contesto.
Mateo Solon
*Borra su sonrisa al mismo tiempo que saca un par de billetes de su cartera y los arroja a los pies de la chica*
Entonces finalmente se fue, dejando solo a la chica sola, pero ella no se movía, estaba hecho ovillo en su cama, al mismo tiempo que temblaba y se abrazaba a sí misma.
Iris Harrison
*Observa su cuerpo y más lágrimas saladas caen de sus ojos negros*
El vestido blanco que usaba estaba hecho ahora tirones, y había sangre manchando lo.
*Con dificultad baja de la cama y se dirige al baño*
Al entrar se observa en el gran espejo, su vestido destrozado, su cuerpo estaba lleno de golpes y sangre, su cuello y hombros al igual que sus pechos estaban llenos de chupetones y marcas de mordidas, y sobre todo el dolor que había en su entrepierna era insoportable, además de que aún sentía algo viscoso salir de ella.
Lloró, lloró y lloró, la rabia, la importancia y el asco, la carcomía. Quería gritar, lo necesitaba.
Iris Harrison
AAAAAAAAHHHHHHHH
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Enfermera
*Checando las heridas de Iris*
Doctor
*Voltea a ver de reojo a Iris*
Señorita si no es mucho problema me gustaría hablar con usted en privado.
Iris Harrison
*Asiente en silencio*
Doctor
*Le hace unas señas a la enfermera para que se retire*
Doctor
*Se aclara la garganta*
Señorita lo que le diré es muy delicado y entiendo si no desea responderme, pero mi deber moral y profesional me lo dictan.
*Dice con seriedad aunque se veía nervioso por la pregunta que aria*
Señorita..... ¿Acaso usted fue perjudicada de forma sexual?
Iris Harrison
*Voltea a verlo*
Iris Harrison
¿Pregunta si me han violado?
Se quedo en silencio, ¿Que debería decir?, ¿Que si? o ¿Que no?
Doctor
Está bien, no se sienta presionada.
*Saca algo de su bolsillo*
Pero le aconsejo tomar esto.
Era una pastilla del día siguiente.
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Ya había pasado una semana desde que fue dada de alta en el hospital.
Y aunque el Doctor le insistió, no quiso presentar denuncia, solo quería olvidarse de todos y de todo.
Quería dejar de tener pesadillas por la noche, quería dejar de despertarse llorando y quería dejar de estar asustada las 24 del día pensando en que Mateo volvería, entrando por esa puerta y la lastimaría de nuevo.
Deseaba poder verse al espejo otra vez sin sentir asco y ganas de vomitar, deseaba tanto poder dejar de sentir esa necesidad de bañarse a cada momento hasta que su piel se enrojeciera y comenzará a sangrar.
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Los días de incapacidad se terminaron e Iris se vio obligada a volver al trabajo.
Iris Harrison
*Entra al restaurante*
Ana
¡Qué bueno que volviste! ¡Estaba preocupada!
Ana
*Se separa para ver a la pelinegra al rostro*
Y lo que vio la deja horrorizada, el lindo y blanco rostro de la chica estaba lleno aún de moretones y varios rasguños, ¡¿Qué demonios había pasado?!
Iris Harrison
*Desvía la mirada*
Iris Harrison
No quiero hablar sobre eso.
Ana
¡¿Cómo que no?!, ¡solo mírate como esperar que no me preocupe!
Ana
¡Estás llena de heridas y ade-
Iris Harrison
*La ve a los ojos pero después desvía la mirada*
Iris Harrison
Por favor Ana, no quiero hablar de eso.
Ana
¿Quieres que te de tu uniforme?
Ana
Vamos
*La toma de la mano*
Ana
*Voltea a verla*
¿Pasa algo?
Iris Harrison
*Suspira tratando de relajarse*
No nada
*Niega*
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Iris Harrison
*Limpiando una mesa*
Iris Harrison
*Voltea a verla*
¿Que sucede Ana?
Ana
*La mira de forma triste*
Iris ¿tu estás saliendo con Matteo Solo, verdad?
Iris Harrison
*Se tensa y su mirada se vuelve más oscura*
Iris Harrison
No Ana, él ya no tiene nada que ver conmigo.
La verdad era que desde lo que pasó, él no había vuelto, y ella lo agradecía de sobre manera, no creí tener la fuerza para afrontarlo y también el miedo constante de que volviera a herirla seguía latente.
Ana
Entiendo, entonces eso lo explica.
Iris Harrison
*Levanta una ceja*
¿Explicar qué?
Ana
Esto.
*Lanza un periódico a la mesa*
[ ÚLTIMO MOMENTO ]
[El jovén Mateo Solon y la señorita
Emili Dantez confirma estar en una relación tras verse filtrado unas fotografías de ambos teniendo múltiples citas y las más recientes siendo de ellos dos salir de un hotel en las afueras de la ciudad]
Ana
Esta mañana noté que todos en la ciudad no dejaban de cuchichear acerca de la supuesta “Pareja del año”, ya sabes que en una ciudad pequeña como está, solo es cuestión de poco tiempo para que una noticia así este en boca de todos.
Iris Harrison
*Aprieta el periódico*
Iris Harrison
(Ni siquiera te importa el daño que me hiciste........... Mientras yo me ahogo en mi miseria día con día, tu estás allá afuera pasándola bien............)
Iris Harrison
N-necesito a-aire
*Sale casi corriendo del establecimiento*
La pelinegra hizo caso omiso a su llamado y salió corriendo del lugar, lo que necesitaba en ese momento era estar sola, pensó que ya lo había olvidado, que ya no le importaba más, pero ver esa noticia le dolía, dios le dolió como infierno, verlo al lado de esa rubia, sonriendo y mirándola con amor, la hizo tener una tormenta de emociones.
Lo amaba aún esa era la cruda realidad, pero también lo odiaba y eso pesaba más, porque si bien la tristeza y los celos al saberlo en los brazos de otra mujer fueron terribles, peso más el odio y el rencor de verlo tan tranquilo y campante disfrutando su vida mientras ella se hundía en su propia miseria recordando con temor y odio el daño que le causó, viviendo con el miedo de vivir lo mismo otra vez.
No era justo, no es justo, no es justo......... ¡No lo es!
Iris Harrison
(¡MALDITA SEA!)
Iris Harrison
*Se detiene*
Iris Harrison
No es justo *murmura*
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