Jeongin está sentado en el sofá de Changbin con una taza de té caliente entre las manos. El ambiente está tranquilo, solo se escucha el golpeteo constante de la lluvia contra la ventana. A pesar de lo sucedido, se siente un poco más seguro con Changbin cerca.
Changbin se sienta a su lado, sin decir mucho. Solo su presencia parece bastar para que Jeongin se relaje poco a poco.
Seo changbin
Te sientes un poco mejor ahora?
Jeongin asiente levemente, dando un sorbo al té.
Yang jeongin (I.N)
Sí... gracias, Binnie. No sé qué habría hecho si no hubieras estado cerca.
Changbin sonríe con calidez y le da un leve empujón amistoso en el hombro.
Seo changbin
Te habrías manejado bien. Eres más fuerte de lo que crees, Innie.
Jeongin rueda los ojos y sonríe, pero su expresión se suaviza rápidamente.
Yang jeongin (I.N)
No siempre quiero ser fuerte... A veces solo quiero que alguien esté ahí, como ahora.
Changbin asiente comprensivamente.
Seo changbin
Siempre que lo necesites, yo estaré aquí. Eso no es negociable.
Jeongin se queda en silencio por un momento, sintiéndose reconfortado por las palabras. Finalmente, deja escapar una pequeña risa.
Yang jeongin (I.N)
Está bien, vecino ruidoso. Pero si vas a estar ahí para mí, por lo menos baja el volumen de la música de vez en cuando.
Changbin suelta una carcajada.
Seo changbin
Trato hecho
Ambos se ríen suavemente, el ambiente sintiéndose más ligero. Aunque el miedo de la noche anterior todavía persiste, en este momento Jeongin se siente protegido y menos solo.
La sala está en penumbra, iluminada solo por la luz tenue de una lámpara de mesa. Jeongin se había quedado dormido en el sofá, la taza de té vacía aún descansando en la mesita de centro. Su respiración es tranquila, y su rostro relajado refleja una paz que no había mostrado en toda la noche.
Changbin lo observa desde la otra esquina del sofá. Una suave sonrisa se forma en su rostro mientras lo ve descansar. Se inclina un poco, cuidando de no hacer ruido, y toma una manta del respaldo del sofá para cubrir a Jeongin con cuidado.
Mientras acomoda la manta sobre sus hombros, Changbin siente algo inesperado y extraño dentro de él. Una calidez, una especie de satisfacción silenciosa por saber que Jeongin está a salvo. Es una sensación nueva, diferente a la preocupación general que suele tener por los demás. Esta vez, se siente más personal, más genuina.
Se queda unos segundos más mirándolo, notando los detalles de su expresión tranquila y las suaves hebras de su cabello que caen sobre su frente.
Changbin piensa para sí mismo:
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Sandra Isabel
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2025-05-18
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