La prueba de Sol

Al rato, Neo y Lilith regresaron con los demás, aunque la chica decidió quedarse sentada en un sitio apartado para estar sola por un rato. Neo por su parte no había tenido tiempo suficiente como para procesar correctamente la información y organizar sus ideas cuando empezó a ser interrogado por todos los allí presentes. Él pensó que era natural que quisieran obtener respuestas, porque hasta hacía poco él también las estaba buscando; pero no creía que fuera el más indicado para darlas. Aún así inspiró hondo y empezó a resumir la conversación que había tenido con la chica INTJ. Empezó diciendo que las letras en los papelitos eran siglas que representaban un tipo de personalidad según el MBTI. Resaltó que al ser dieciséis de estas, había una gran posibilidad de que en el edificio hubiera dieciséis personas en total, por lo que les faltaba conocer al menos a ocho más. Cuándo comentó que la razón por la que los habían secuestrado podría deberse a sus tipo de personalidad y la posible obsesión con el tema por parte del organizador de toda esa locura, fue Sol quién se echó a reír amargamente.

_¿Sabes por lo que he tenido que pasar para poder escapar de ese sitio?- señaló una de las entradas que estaba en el techo- ¿Lo sabes? Pude haber caído metros y metros de altura hasta quebrarme el cuello, ¿Y tú me estás diciendo que casi arriesgo mi vida, pasando una estúpida prueba mortal, sólo porque a un idiota le dio por cumplir sus fantasías de Nerd?

Neo no tenía ni idea de cuál había sido el tipo de prueba por la que habían tenido que pasar el resto de sus compañeras, pero asumió que cada una tenía riesgos importantes. Si él o Blonde hubieran presionado ese botón sin antes revisar la máquina, era más que seguro que uno de los dos habría muerto desangrado por el brazo arrancado por el metal. Y si eso no los hubiera matado, lo habría hecho las infecciones y el hambre.

_¿Cuál fue tu prueba? -preguntó de repente.

_¿Cómo que cuál fue mi prueba? ¿Acaso eres estúpido? ¿O sordo? Ya yo lo dije.

Neo imaginó que la chica les había contado a su grupo toda la travesía por la que había pasado mientras Lilith y él conversaban a las afueras de esa sala. Todos se habían percatado del momento exacto en el que ambos se habían alejado, pero al parecer, la rubia prefería jugar el papel de chica tonta.

_Querida, Neo no se encontraba aquí cuando nos contaste tu experiencia -dijo Olivia con calma.

_¡Ah, sí! Es verdad -respondió Sol con desinterés fingido- estabas con esa -señaló a Lilith.

Neo pensó que aunque Sol estaba siendo demasiado déspota con todo el mundo, parecía que tenía algún tipo de rencilla especial con Lilith, a pesar de que apenas se habían conocido hacía unas cuantas horas. Se preguntó si había más historia detrás pero decidió mejor preguntárselo a la propia chica INTJ.

_¡La verdad es que fue horrible! -empezó a relatar de nuevo con un tono fatalista.

«desperté en una cama fea e incómoda y todo estaba muy oscuro. Era como una cueva pero había antorchas pegadas a las paredes. Entonces me puse de pie, y ví con horror que la cama estaba al borde de un precipicio; no se veía ni siquiera el fondo.

Me puse a pensar cómo iba a salir de ahí, hasta que me di cuenta de que había un tramo que se elevaba por sobre la caída, pero era tan estrecho que no podía poner los dos pies en él. El caminito se extendía hasta la otra punta del precipicio, que era bastante lejos, y si pisaba mal podía caer y morir. Pero como yo he caminado en muchas pasarelas en tacones altos, solo me propuse a imaginar que hacía eso mismo. Así que, caminé, con la vista enfocada al frente hasta llegar al otro extremo. Pero cuando llegué me dí cuenta que no había salidas, únicamente muros sólidos.

Entonces yo me dije: ¿Cuál era el punto de venir hasta aquí si no hay nada? Y ahí fue cuando noté que había una especie de llave del agua.

Me pregunté qué hacía un grifo empotrado a un muro de roca sólida, entonces la abrí. Y lo más sorprendente sucedió cuando en vez de salir el agua, de repente el suelo se empezó a mover hasta formarse un gran agujero por dónde pasaba luz. Cuando me asomé, vi que había unas escaleras, y cuando terminé de bajarlas llegué aquí».

Neo se imaginó a si mismo caminando por ese tramo elevado y pensó que quizás él no habría tenido el mismo valor para cruzarlo. Era una prueba bastante peligrosa, tomando en cuenta que no confiaba en que los demás tuvieran la destreza suficiente como para avanzar por un sendero tan estrecho, y menos cuando vieran que a su alrededor nada más los recibía un vacío de varios metros de profundidad. Entonces, se acordó del sol negro con el vacío en su interior, y de cómo por un momento había confundido su brillo con la luz que emanaba del bombillo en la habitación. Allí había conocido a Blonde, y fue así como supo que algo no terminaba de cuadrar con la historia de la rubia.

_No mencionaste a nadie más en tu relato ¿Acaso despertaste sola?

_No, no despertó sola -Habló por detrás de él Úrsula- Yo estaba con ella. Es solo que la señorita aquí presente decidió que su relato sonaría mejor y más heroico si eliminaba mi existencia de él.

Sol la miró fastidiada.

_Es que tú te pondrías a dar detalles que son innecesarios y…

_Como el hecho de que fui yo quién encontró el tramo en medio del abismo mientras tú te quejabas por todo, ¿no? -interrumpió Úrsula indignada- Que por cierto, el tramo no se podía divisar a simple vista porque estaba pintado de negro, y se confundía con el hueco. También, fui yo quién se dio cuenta de que había una llave pegada en la pared. Lo único que tú hiciste fue abrirla. Y por último…

_No te atrevas –un brillo maligno surcó las retinas de Sol, mientras apretaba los labios.

Úrsula sonrió de manera pícara.

_No hay de qué avergonzarse, a cualquier persona le podría haber pasado -soltó con sarcasmo- ¡Qué bueno que no había nadie para verte rodar por las escaleras! ¿Cierto?

El rostro de Sol se contrajo de la rabia, y de manera impulsiva, se abalanzo sobre Úrsula; pero la detuvo Blonde interponiéndose entre ambas.

_¡Quítate, animal! ¡me estorbas!

Pero Blonde no se movió. Incluso si Sol trataba de pasar por un lado, él la detenía con sus brazos musculosos. Aquello no la iba a detener: le asestó un rodillazo en la entrepierna; a lo que los demás respondieron con un «Ouch», haciendo que Blonde se arrodillara en el suelo noqueado y retorciéndose del dolor.

_Te dije que te quitaras -Escupió la chica.

Sol quiso agarrar a Úrsula por el pelo, pero no llegó a hacerlo porque la muchacha la recibió con un puñetazo en la nariz. Otro «Ouch» se escuchó en la sala y Sol retrocedió unos cuántos pasos hasta caer de culo en el piso, mientras se agarraba el tabique. Le había empezado a sangrar.

_¡Maldita bruja! -Gritó sol adolorida.

_Me lastimé la mano con tu cara huesuda -le dijo Úrsula mientas se sobaba los nudillos- deja de vomitar la comida o vas a quedar como un cadáver. Un buen cuerpo se gana a base de ejercicio, no de dietas absurdas o de dejar de comer.

La cara de Sol se tornó roja de la rabia. Se puso de pie y le alzó el dedo medio a su oponente.

_¡¿Te has visto en un espejo, maldita cerda?!, ¡Vete al diablo!- le dijo mientras se alejaba por uno de los pasillos -¡Váyanse todos a la mierda!

_Métetelo por dónde te quepa -le respondió Úrsula.

Neo no se supo explicar cómo todo se había salido de control tan rápido. Sabía que no había sido su culpa que las dos chicas empezaran a discutir, pero pensó que quizás, si no hubiera preguntado nada, se habría evitado la pelea. Aun así, reflexionó que Sol había estado provocando a más de una persona sin un verdadero motivo desde que se habían reunido allí en la puerta. Así que, tarde o temprano, alguien se iba a sentir ofendido y una discusión de ese tamaño era inevitable. Tal cual una bomba de tiempo.

Suspiró. Blonde seguía en el piso y sintió que el chico no se había merecido una patada en sus partes. Lo único que había hecho era justo lo que nadie intentado: parar la pelea. No obstante, entendió que las personas generalmente se mantiemanteníanrgen cuando sucesos como ese terminaban pasando, para evitar salir heridas o lastimadas. Blonde, al ser la excepción de la regla, era el ejemplo perfecto de lo que sucedía cuando alguien terminaba inmiscuyéndose en discusiones ajenas. Había actuado de manera imprudente, sin tomar en consideración las posibles consecuencias. Una filosofía de vida que no compartía, pero que podía llegar ser necesaria en ciertos casos. Si no hubiera personas que se arriesgaran a actuar, el mundo no funcionaría. «¿Pero valió la pena?» Se preguntó. “No, para nada”. El error de Blonde había sido subestimar a ambas mujeres, eso era enteramente culpa de él.

Decidió echar un vistazo a lo que hacía el resto. Olivia y Esmeralda se acercaban a Blonde para intentar ayudarlo a mantenerse sentado. Habían sido las primeras en preocuparse por el estado del muchacho. Luego les siguió Sky, pero en este caso para ayudarlo a levantarse: “pon un poco de tu parte, hombre”, la oyó decir. Úrsula, por el otro lado, se había ido directamente a la puerta y se había agachado para examinar la parte inferior de los barrotes. Ya no se sobaba la mano. A pesar de que había sido la otra parte en el conflicto, se había desentendido de los demás.

Dirigió la mirada a la última integrante. Lilith no se había movido de su lugar y parecía absorta en sus pensamientos. No se mostraba interesada en lo que sucedía a su alrededor, casi como si no estuviera presente.

_¡Neo! ¿Será que puedes ayudar aquí? -le regaño Sky.

Neo sacudió de un lado a otro su cabeza para dispersar sus pensamientos: Otra vez se había quedado sumergido en su mente. Miró a Sky y asintió.

_Sí, sí. Claro.

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