Capitulo 3

Nadia salió de la biblioteca con una felicidad que hacía tiempo no sentía, abrazando con fuerza los libros que había adquirido. Alida la observaba con una sonrisa, contenta de ver a su hermana tan animada. Después de la biblioteca, decidieron buscar un lugar para almorzar.

- ¿Qué se te antoja, Nadia? - preguntó Alida mientras caminaban por la plaza central del pueblo.

- Mmm, algo dulce estaría bien - respondió Nadia, aún con la mente en las historias que la esperaban en sus nuevos libros.

Encontraron una pequeña cafetería con una terraza que daba a la plaza. Se sentaron y pidieron dos pasteles y un par de tazas de té. Mientras esperaban su orden, Nadia observaba a la gente pasar, tratando de identificar a algún joven que pudiera ser un buen partido para Alida.

De repente, su mirada se detuvo en un chico que caminaba por la plaza. Era alto, de cabello negro y ojos grises, con una sonrisa amable que iluminaba su rostro. Vestía ropas elegantes, y emanaba un aire de confianza y simpatía aunque parecía serio.

"Él podría ser... " pensó Nadia, sintiendo una chispa de esperanza.

Justo en ese momento, el chico tropezó con una piedra suelta y estuvo a punto de caer. Alida, que estaba sentada frente a Nadia, reaccionó rápidamente y lo sujetó del brazo, evitando que se lastimara.

- ¿Estás bien? - preguntó Alida, con una voz llena de preocupación.

- Sí, gracias a ti - respondió el chico, con una sonrisa que hizo que el corazón de Alida diera un vuelco -. No me había dado cuenta de esa piedra.- dijo un poco apenado por la situación.

- Tenga más cuidado - le dijo Alida, aún sosteniéndolo del brazo.

Nadia observaba la escena con atención. El chico parecía verdaderamente agradecido, y Alida lucía un poco sonrojada. "Esto podría funcionar", pensó Nadia, con una sonrisa traviesa.

- Permíteme presentarme - dijo el chico, extendiendo su mano hacia Alida -. Soy...

Pero antes de que pudiera decir su nombre, un hombre se acercó corriendo y lo interrumpió.

- ¡Señor! ¡Lo he estado buscando por todas partes! El carruaje está listo y debemos partir de inmediato.

El chico suspiró con frustración y se disculpó con Alida.

- Lo siento mucho, debo irme. Ha sido un placer conocerte. Espero verte de nuevo - le dijo, con una mirada que prometía más de lo que sus palabras decían.

Luego, se dirigió a Nadia y le dedicó una breve sonrisa antes de alejarse rápidamente junto al hombre que lo esperaba.

Alida se quedó mirando cómo se alejaba, con una sensación extraña en el estómago. No sabía por qué, pero sentia que tenía que verlo nuevamente.

- ¿Viste eso, Nadia? - exclamó Alida, con los ojos brillantes, -. ¡Casi me caigo!.

Nadia sonrió con picardía.

- Sí, lo vi. Y también vi cómo te miraba ese chico. Creo que le gustaste, además de que estaba guapo.

- ¡Tonterías! - respondió Alida, sonrojándose aún más -. Apenas lo conozco.

- Sabías que aveces el amor surge con solo una mirada - dijo Nadia, con una sonrisa -. Y además, no te dijo su nombre. Eso es muy misterioso y romántico digno de una novela.

Alida frunció el ceño, pensando en lo que había ocurrido. Era cierto, el chico no les había dicho su nombre, y eso la intrigaba. ¿Quién era ese joven misterioso que había aparecido de repente en su vida? ¿ Será que lo volverá a ver ?.

Mientras tanto, en el carruaje que se alejaba a toda velocidad, el chico miraba por la ventana, con una sonrisa pensativa en los labios.

"Alida... " murmuró para sí mismo. "Es un nombre hermoso para una joven aún más hermosa. Definitivamente, tengo que volver a verla".

Nadia, ajena a los pensamientos del chico, se preguntaba si había encontrado al candidato perfecto para alejar a Alida del príncipe Káiser.

Al llegar a la mansión Nadia se fue apresurada a su habitación junto con todas las cosas que había comprado y era seguida por su dama Sasha, mientras Alida fue con su madre.

 - ¿Madre puedo pasar? - dijo mientras se asomaba por la puerta.

 - Claro hija pasa - respondió mientras Alida tomaba asiento junto a su madre - me enteré de que tú y Nadia salieron de paseo ¿cómo les fue?.

 - Bien, Alida compró varias cosas, especialmente varios libros - esa última palabra sorprendió a la duquesa pues ella bien sabe que a su hija menor no le agrada la lectura.- también me sorprendió, pero es normal que le empiecen a gustar cosas o actividades que antes le disgustan.

 - Tienes razón, lo mismo ocurrió contigo, pero cambiando de tema mañana.- de pronto la duquesa saco una caja y se la entrego a su hija - es mi regalo para tu debut.

 - ¡Es hermoso, madre!.- dijo observando deslumbrada aquel bello vestido - en una semana podré estrenar este hermoso vestido, gracias eres la mejor madre del mundo.- seguidamente abrazo a su madre.

 - Señora el duque la mandó llamar.- dijo un señor un poco mayor.

 - está bien, dile que iré enseguida - volvió a ver a su hija - debo de ir con tu padre seguramente quiere tratar los preparativos para tu debut.

 - No te preocupes madre ve y saluda a mi padre por mí sé que últimamente ha estado muy ocupado iré con mi hermana.

Después de salir de la residencia de su madre se dirigió a la habitación de su hermana para mostrarle el vestido, pero cuando llegó se enteró de que su hermana había salido al jardín así que se dirigió para allá.

 - ¿leyendo?. Que milagro.- dijo Alida con un poco de humor haciendo que Nadia volteara a verla.- ¿por que tan repentino cambio? Antes ni siquiera querías ver un libro.

 - Bueno pues me di cuenta de que la lectura es buena y más cuando te lleva a un mundo de fantasía.- lo dijo literalmente ya ella estaba en una novela que leyó antes.

 - Pues si, pero quería mostrarte el vestido que me regaló mamá para mi debut, verdad que es hermoso?- pregunto emocionada.

 - La verdad si que lo es, te verás hermosa en el y todos los chicos estarán embobados, ojalá y asista el chico misterioso al que ayudaste.- lo dijo en un tono de picardía

 - que!? No lo sé tal vez asista - dijo mientras se sonrojaba.

 - ¿Te gusta?- pregunto Nadia con intriga.

 - ¡¿Qué? Claro que no, ni siquiera sé su nombre tampoco de que familia es!.- Alida se sonrojó aún más.

 - No te juzgaría era muy guapo.- menciono, pero debía investigar a aquel chico podrá ser muy guapo y todo, pero podría ser una mala persona.

no pienses en tonterías mejor descansa el día fue largo ya está anocheciendo será mejor que vayas a tu habitación.

¡como usted diga jefa! - dijo Nadia en tono de burla.

Alida no le prestó atención y mejor decidió ir a su alcoba y Nadia hacia lo mismo debía investigar quién era aquel chico será difícil si no sabe su nombre pero debe hacer lo nesesario y al parecer a Alida le interesó aquel chico, pero lo que le preocupa era que cuando vea al príncipe se enamore de este, no, eso no debía ocurrir.

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