Pesadilla. CAP. 05

Emmet

Por favor, deja ya de llorar, tienes que entender que estar así justo como estás ahora no va a arreglar nada y eso lo sabes perfectamente. —dije ya un poco cansado de la situación pues Alice todavía no dejaba de llorar y de hablar de la situación con Jules.—

Alice

Entonces dime como debo estar o reaccionar a esta horrible pesadilla, Emmet. ¿Acaso no entiendes lo grave de la situación? no estamos hablando de un tema cualquiera, estamos hablando de algo que pasó, de algo que viví, de algo que tú también viviste y fuiste testigo.

Emmet

Lo entiendo, pero estar llorando y hablando de lo mismo no va a solucionar nada. Las cosas ya están como están y nadie puede hacer nada para cambiarlo o solucionarlo.

Alice

¿Y quién dice que no? tal vez si mañana la busco para hablar con ella, Jules quiera hablar conmigo porque estará más calmada y...

Emmet

Olvídalo, Alice. No entiendo el porqué quieres seguir engañandote, por más que intentes mentirte a ti misma, sabes que esto no tiene solución.

Alice

¡SI TIENE SOLUCIÓN! —grité ya desesperada sin saber que hacer por la situación que estaba viviendo.— Ella es mi mejor amiga y tiene que darse cuenta de que yo no fui. Yo...no hice eso, nunca le haría algo así, tienen que creerme.

Emmet

Lo sé, bonita. —dije caminando hacia ella para tomarla entre mis brazos y así poderla abrazar intentando darle el apoyo y el confort que ella necesitaba en estos momentos.— Yo te creo, ¿y sabes porqué? porque te conozco y eres la mujer más bondadosa y dulce que jamás e conocido. Sé que tú nunca serías capaz de hacerle daño a alguien, ni siquiera le quieres hacer daño a los bichos que te pican o te molestan, así que yo te creo. Por favor deja de llorar, no sabes como me parte el corazón verte de esta manera. —Tomé su rostro entre mis manos acariciando y limpiando sus mejillas rojas llenas de lágrimas.— Sé que esto es muy difícil para ti, pero tienes que superarlo y olvidarlo. Tu amistad con Jules, terminó y fue culpa de ella por no confiar en ti, por no creerte.

Alice

—Mis labios temblaron por las ganas de llorar que tenía y ya no me contuve más. Me solté a llorar en su pecho sintiendo como mi cuerpo se estremecía una y otra vez por mis lágrimas y dolor. A pesar de que Emmet, no era bueno consolando o con las palabras, se las había ingeniado para hacerme saber que él estaba para mí y que él confiaba en mí.— No sabes lo mucho que significa para mí que estés aquí conmigo y que me digas que me crees. No sé que haría sin ti en estos momentos.

Emmet

Sé que puedo llegar a ser muy duro o que puede parecer que no me importas, pero no es así. Créeme que si pudiera yo mismo te evitaría todo dolor que existiese en tu vida porque odio verte mal. Reconozco que a veces no soy un buen novio, pero siempre me esfuerzo por serlo para ti, siempre me inspiras a ser una mejor persona, por eso mismo te creo. Porque confiaste y me diste tu corazón y yo jamás dudaría de la nobleza que tienes en tu alma. Yo te amo, Alice y daría lo que fuese por mantener tu bonita sonrisa siempre en tu rostro, quisiera poder ser capaz de protegerte de todo mal y así evitar que sufrieras algún dolor.

Alice

Oh Emmet, no sabes lo mucho que te amo. Sé que no es momento para hablar de amor pero...no sabes lo enamorada que estoy de ti. Sé que nadie es perfecto, porque nadie lo es, pero para mí, lo eres. Ni siquiera cambiaría nada de ti porque amo cada rincón de tu vida y de tu corazón. Gracias por estar en mi vida y darme el apoyo en estos momentos tan difíciles de mi vida.

Emmet

Alice, te prometo que llegaré a la verdad. Te prometo que haré que este dolor y este malentendido se aclare. Voy a dar con la verdad y le demostraremos a Jules y al mundo entero que todos están equivocados. —murmuré sobre sus labios acortando toda distancia entre nosotros para así fundirnos en un beso cariñoso y lleno de necesidad. Mis manos se aferraron a su cintura apretando esta misma comenzando a sentirme desesperado. Mis labios se separaron de los suyos y descendieron por su cuello lentamente dejando un rastro de saliva por este mismo. Y mis manos inquietas se escurrieron por debajo de su falda sintiendo su piel con mis dedos.— No me rechaces, Alice. Ambos nos necesitamos más que nunca.

Alice

Hazme tuya, Emmet...hazme sentir que solo somos tú y yo en el mundo. —murmuré soltando un jadeo al sentir sus enormes manos acariciar y apretar mi trasero.— Te amo.

Taeyong

—Apreté mi mano sobre el bulto que se asomaba en mis ajustados pantalones para calmar la necesidad de entrar a esa maldita habitación y tomar a Alice a la fuerza y someterla ante mí. Por la pequeña abertura de la puerta abierta observaba todo y yo miraba con atención. La acción había comenzado, así que con mucho cuidado y silencio desabroché mi cinturón y mi pantalón para así mi pene erecto saliera disparado. Tomé mi miembro con mi mano y comencé a masturbarme lentamente al observar como mi hermano se follaba a la chica que me gustaba y que algún día iba a ser mía.—