LUCIA SMITH
Los días fueron pasando con tanta rapidez. El momento de la aclamada graduación llegó. Mi mamá me compró un vestido azul muy bonito. Dejaba la escuela e iniciaba otro capítulo en mi vida.
Dylan se graduó una semana después. Sus padres iban a preparar un banquete de festejo. Era lo más lógico siento Dylan su único hijo.
Le ayudaba a mi madre en todo lo que podía. Ella es muy hábil en la cocina.
A las 6:00 de la tarde todos los platillos estaban listos. Empezaron a llegar los invitados. Todos ellos de la alta alcurnia.
Dylan se veía muy atractivo y elegante.
Durante este tiempo (2 meses), hemos tenido pocas citas, el único día que tuvimos contacto sexual fue ese día en la playa. Mi madre ha tenido mucho trabajo y yo le ayudo.
— Madre necesitas que te ayude. Puedo llevar los platillos o te ayudo en retirar las copas vacías.
— Retira las copas y si puedes ir llevándola, mejor.
Tomé una bandeja y entré a la sala donde era la celebración. Era chocante ver a Estela con Dylan, aunque sé que él no la deja pasar esa línea. Ella va a aprovechar cualquier entrada.
Iba caminando de un lado a otro retirando las copas cuando veo que un señor tiene del brazo a mi madre, parecía como que le reclama algo, ella parecía asustada, estaba blanca como un papel.
Me acerqué a ella.
— ¿Pasa algo mamá? — ella abrió sus ojos como platos redondos.
— ¿Ella es tu hija? — el señor preguntó.
— ¿Quién es usted? — el señor no soltaba a mi madre — suéltela.
— Vete a tu cuarto— mi mamá me lo pidió con una voz alterada.
— No me voy, hasta que este señor te suelte.
— Obedece por favor.
— Ella no se irá. Dime si es mi hija o no.
Me quedé helada. Nunca le pregunté a mi mamá por mi papá. Ella me ha dado todo el cariño y amor suficiente, que no me hizo falta una figura masculina.
— No digas más. Y tú vete al cuarto— mi madre le tomó de la mano y lo sacó.
Yo no podía quedarme así por así. La duda ya estaba sembrada. Fui detrás de ellos.
— Te dije que te fueras al cuarto.
—Quiero saber si este señor es mi padre. ¿Por qué nunca me hablaste de él?
— Entra. Yo te explico después.
— Tú eres mi hija. Soy Marco Guillén. Todo este tiempo te he buscado a ti y a tu madre. 15 años y hoy por fin te encuentro.
¿Marco Guillén? ¿Por qué la señora lo invitó?
— Haz caso por favor. Ve al cuarto.
Me sentí como una explosión en mi pecho. ¿Enojo? ¿Decepción? ¿Tristeza?
Salí corriendo a la cocina. Iba con los ojos húmedos. Dylan entró a la cocina, me miró fijo y me hizo de seña que fuera al jardín trasero. Dylan salió primero.
Nos encontramos ahí. Él me abrazó. Puse mi cara en medio de su pecho. Mi cuerpo temblaba. Empecé a llorar. Él acariciaba mi cabello.
— ¿Qué sucede mi niña?
— Ese señor, llamado Marco Guillén dice que es mi papá. Que me ha buscado. No entiendo.
Dylan acarició mi rostro y me dio un beso en la frente.
— Así que con la hija de la cocinera me engañas— era la voz de Estela.
Empujé a Dylan.
¿Qué mierda pasa con mi vida? ¿Por qué todo me sale mal?
— No te engaño. Tú sabes muy bien que no te amo. Es momento de terminar con ese compromiso.
Estela brincó encima de mí, tomándome del cabello. Me solté.
— Estúpida. Muerta de hambre. Roba novio.
— No te he robado nada.
— Y esto lo van a saber mis padres. Haré que te corran, mojigata.
Estela entró a la casa.
— Yo sabía que esto iba a pasar.
Dejé a Dylan en el patio y me fui a mi cuarto.
La señora América entró. Me dio una bofetada tan fuerte que mí mejilla ardió.
— Te dije que no te quería cerca de mi hijo.
— Yo lo amo. Usted tiene que entender que Dylan y yo nos amamos.
Mi madre entró al cuarto.
— Tomen sus cosas y lárguense ya. Me voy a tomar el tiempo para que nadie las contraten. Ubica a tu hija, no pensé que la has criado tan mal.
Doña América Salió endiablada.
Nada salió bien.
— Podemos hablar hija.
— No quiero hablar por ahora. Voy a hacer mis maletas. Estoy enamorada de Dylan, perdóname por fallarte. Es mi culpa que nos echen.
—No importa. De todas formas hoy ponía mi renuncia. Nos vamos a ir lejos.
Mi vida era un lío. ¿Un padre aparecido? Doña América nos descubrió. Mi madre sin empleo. Y yo creo que ... No voy a pensar eso.
Salí del cuarto a buscar a Dylan. Lo busqué entre medio de los invitados. Dylan no estaba ni sus padres ni Estela.
Mi madre me tomó de la mano.
— Es hora de irnos.
—No. Quiere hablar con Dylan.
— Vámonos. Antes que nos saquen por la fuerza.
Salí con mi madre. Era poco lo que llevamos.
Detuvo un taxi que nos llevó a un hostal para pasar la noche.
Tengo sentimientos encontrados.
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Updated 40 Episodes
Comments
Sam
embarazada y el otro obligado por una deuda de la mala administración de su padre y una estela que es poca mujer no sabe de dignidad cosas que el dinero no compra
2025-02-24
0
Guadalupe Aviles
y luego hay que triste por que Laos personajes son tan .alas e injustos
2024-12-22
1
Andrea González🇻🇪🇻🇪
y no se cuidaron ? o si no leí bien...... Dios y también la mamá, pobre Lucia
2024-12-16
1