Confesión

Llegó a la casa y Astrid está hablando con su hija y le digo a mi sobrina que tengo algo que contarle, ella me conoce y sabe que tiene que ser algo delicado, por la forma que se lo dije, esta noticia la va a alegrar ya que la pobre sufre mucho y sobre todo en esta fecha, ella todavía sufre mucho la ausencia de su hijo.

Me siento en la cocina, a tomarme un té, ella llega, se queda viéndome y le suelto el chisme, ella se queda con la mirada fija como pensando lo que le estoy contando y luego me dice, eso no me lo esperaba y ya me monto en averiguar eso y si ellos son los responsables me lo pagarán con creces y sabrán quien soy y se lamentaran de haber hecho lo que hicieron de eso no te quede la menor duda tía, me las pagarán.Yo solo le digo que hay que actuar con mucho cuidado, no podemos alertarlos, sería peligroso ya que lo pueden volver a esconder.

Llamamos al detective y le contamos está pista, el nos dice que se monta en eso y que pronto nos da información.

Han pasado tres semanas y el detective nos trajo un mechón de pelo de Guillermo, para analizarlo con el de Astrid y comprobar si es o no el hijo perdido de mi sobrina, ya lo llevo al laboratorio, tenemos que esperar tres días, para saber está verdad.

Hoy llamaron del laboratorio ya están los resultados, estos fueron los tres días más largo de nuestras vidas, las tres nos dirigimos al laboratorio, nos entregaron los resultados y en efecto es su hijo con un 99,98% de probabilidad, fueron ellos los secuestradores del hijo de Astrid, ahora van a saber quién es Astrid Vegas Solís, no me gustaría estar en la piel de esas personas.

Mi sobrina pidió una orden de extradición de la familia Lizarraga, Olga mi amiga hablo con el padre de la novia de Andrés para que supiera lo que se avecina y pedirle que no intervenga, el hombre quedó horrorizado, con lo que hicieron los Lizarraga y pidió suspender la boda de su hija Lucia Fonseca con Andrés Lizarraga hasta tanto no se aclarara la situación, la noticia de la demanda corrió como pólvora, fueron señalados como secuestradores, ellos trataron de hablar con Tulio y con mi hermana Lucrecia, pero está les dijo que no era con ellos sino con la madre del niño, Andrés llamo a mi sobrina, para pedirle que lo defendiera en el juicio y está le respondió, no puedo, ya que soy yo quien te está denunciando, el muy bruto le dijo que tenía más dinero que la parte acusadora y que podían llegar a un acuerdo, que la madre era una ignorante sin estudios y no tenía para pagarle, ella se le rio en la cara y le respondió nos vemos en el juicio.

Los dos mejores abogados de Nueva York, eran los acusadores, muchos abogados que conocen la trayectoria de mi sobrina, no aceptaron la defensa, un abogado de Canadá fue quien se decidió a defenderlo, pero no le aseguro el triunfo, mañana Andrés conocerá el rostro de su verdadero verdugo.

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