EN MARCHA

●Carmina: No estoy celebrando ni felicitando a mi hija, simplemente porque no estoy de acuerdo con esta unión. Pero si ya todos están de acuerdo, ¿quién soy yo para seguir oponiéndome? Hija, solo espero que no te hayas equivocado al hacerle tanto daño a tu pequeña hermana; sabes cuánto te quiere. Bueno, no tengo nada más que decir, me retiro, voy de camino a las escaleras, pero una mano me sostiene fuertemente del brazo. Me doy la vuelta y veo a Pedro con el ceño fruncido; se ve muy enojado.

●Pedro: ¿Qué demonios está haciendo esta mujer estúpida que ni se imagina que podría arruinar este gran negocio que estoy a punto de firmar? Si nuestra Aurora lo que quiere es un hombre guapo, puedo conseguirle a otro. Me dirijo hacia donde está Carmina, la tomo del brazo con fuerza, me acerco a su oído y le digo: 'Si no quieres que termine mal esta noche, te sugiero que te quedes y muestres una sonrisa por Elizabeth, ¿me entiendes, estúpida? Ahora te quedas aquí y muestra una sonrisa por Elizabeth, ¿me entiendes, estúpida? Ahora te quedas aquí y haces el papel de buena madre. La suelto y voy hacia donde está el señor Michael.

●Elizabeth: ¿por qué le dijiste eso a esa mujer? La expresión que nos está dando ahora es muy buena, ¿no crees? Gracias, de verdad, por todo lo que estás haciendo por mí. Tengo los documentos en los que te explico muy bien acerca del proyecto que te mencioné antes. Déjame ir a mi habitación por ellos. Te voy a pedir otro favor: invítame más tarde a cenar. Tengo que salir a hacer un trabajo y, si no es contigo, no me dejarán salir de esta casa.

●Máximo: está bien, ve por los documentos y de eso hablamos ahora, ¿te parece? Elizabeth sube las escaleras, dejándome en la sala con su maldito padre y esa mujer que, solo con mirarla, me provoca ganas de retorcerle el cuello con mis propias manos. Mi abuelo me llama, así que me acerco a ellos con una gran sonrisa.

●Michael: Hijo, ahora que se ha solucionado lo de la boda, quiero que hablemos de algo que me acaba de mencionar el padre de tu prometida. ¿Es cierto que le ofreciste una idea de negocio? Miré a mi nieto con una expresión que decía que ya sabía hacia dónde iba esto. Él me mira y asiente. Pensándolo bien, si le damos un poco de dinero, dejará de molestar a esa pobre niña. Bueno, quiero saber de qué se trata ese negocio.

●Pedro: Bueno, señor Michael, la verdad es que nunca hemos mencionado de qué trata el negocio; solo acordamos discutirlo. Pero ahora que usted está aquí, podemos abordarlo, ¿no lo cree?

●Máximo: Bueno, abuelo, en realidad no es que lo vaya a incluir en uno de los proyectos de nuestra empresa. Sabes que no daría algo que no me pertenezca. Ahora que estamos todos, les contaré de qué se trata. Abuelo, sabes de la pequeña empresa que me dejó mi padre; bueno, eso es lo que quiero ofrecerle a mi suegro para que comience a crecer en el mundo de los negocios. Ya sabes que él es dueño de una pequeña compañía, pero no tiene suficiente reconocimiento. ¿Qué piensas, suegro? ¿Te agrada la idea? Verlo tan asombrado me entusiasma, ya que involucré esa propiedad en negocios oscuros solo para entregársela a este hombre y así comience a desmoronarse esta maldita familia. Pagarán por todo lo que le hicieron a mi querida Elizabeth.

●Pedro: joven, de verdad que me dará esa gran propiedad. No sabe cuánto se lo agradezco. A partir de ahora, cuenten conmigo para lo que necesiten y les prometo que ganaré mucho dinero para poder estar a su altura.

●Michael: hijo, no me preocupa que dispongas de mis bienes, pero ¿estás seguro de ceder esa propiedad que fue dejada por tus padres? Considera que es uno de los pocos recuerdos que te quedan de ellos. Si quieres, puedo ofrecerle otra cosa a tu suegro, ¿qué te parece? Algo me dice que Máximo está tramando algo, ya que no es habitual regalar algo tan valioso a alguien que no lo merece. Cuando salgamos de aquí, le preguntaré.

●Máximo: no te preocupes, abuelo. Sé que eso fue dejado por mis padres, pero es solo algo material. Lo que realmente necesito de ellos siempre lo llevaré en mi corazón, así que no te preocupes. Esto es lo que quiero darle a mi suegro, solo lo mejor para la familia de la mujer que amo. Suegro, mire, aquí están los documentos; solo tiene que firmar y esta propiedad pasará a su nombre de inmediato. ¿Le parece bien?

●Pedro: No sé cómo podré agradecerte esto, Máximo. Estoy tan feliz, gracias a esa niña,siempre supe que algun dia me seria de utilidad. Hoy estoy cerrando el negocio más grande de mi vida. Ahora sí seré millonario y podré disponer de todo ese dinero.

●Carmina: veo que todos están entretenidos con su conversación, así que aprovecho para ir hacia la maldita de Elizabeth. Entro en su habitación y la veo sacando unos documentos, así que le digo: 'Oye, ¿qué es lo que tienes en las manos? Sabes que eso no me interesa en este momento. ¿Por qué demonios le estás haciendo esto a tu hermana pequeña? Pero ni creas que te voy a dejar casarte con ese hombre. Ahora mismo sales y le dices que no te podrás casar con él. ¿Me escuchaste bien?'

●Elizabeth: JAJAAJA, ¿por qué haría eso, mamá? Si yo estoy muy feliz con ese hombre, además lo amo mucho. Eso debería ser lo único que le importe a mi madre: que su hija sea feliz, ¿no es así?

●Carmina: Está maldita, se está burlando de mí en este momento. Desde antes noté que esta basura tenía algo diferente; además, su forma de hablar ha cambiado. ¿Qué le ocurrirá? Bueno, sea lo que sea, haré que se comporte como antes, como un simple perro que seguía todas mis órdenes sin negarse. Voy hacia ella, la tomo del cabello y le digo: 'Mira, perra de mierda, no me hagas perder la poca paciencia que me queda y haz lo que te digo.' Levanto mi mano para darle una bofetada, pero esta maldita me agarra con fuerza del brazo.

●Elizabeth: esta maldita me toma del pelo y trata de pegarme, ya no puedo soportarlo más, así que la sujeto del brazo con fuerza y le digo: ¿por qué harías eso, madre? O prefieres que te llame Carmina. La veo abrir los ojos de par en par y continúo diciéndole: sé que una perra como tú no es mi madre, y escúchame bien, espero que esta sea la última vez que intentes pegarme, porque si no, juro que haré tu vida un maldito infierno, así como lo hicieron conmigo. ¿Me escuchaste, bruja?

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