Me acerco a mi silla y me siento mirándolo, diciendo:
—Okay, señor...
Él responde:
—Peterson. Dylan Peterson.
Lo sé. Recuerdo bien lo que pasó después de verlo aquella tarde años atrás.
Le pedí a Michael que recogiera alguna información sobre aquel joven. Dos días después llegó con una carpeta con solo dos papeles.
Descubrí que el padre había abandonado a la familia, que la madre estaba tratándose de un cáncer de pulmón, en fase de recuperación. Su nombre era Dylan Peterson, 17 años y tenía un hermano menor de 15 años.
Me quedé días obsesionado con el tipo que ni siquiera quiso escuchar mi oferta y juro que estaba dispuesto a ofrecer mucho por unos minutos con él en mi cama.
Mi pene hasta se retuerce en mis pantalones solo de pensar en eso. Respiro hondo, me acomodo en mi silla. Él todavía hace lo mismo con mi cuerpo.
Pero ¿qué hace él aquí años después de casi volverme loco observándolo desde lejos?
El tipo que no quiso ni oír mi propuesta aquella tarde.
Bien, sabré ahora cuando digo:
—Siéntese, señor Peterson y dígame qué lo trae aquí.
Recuerdo que él siempre tenía esa expresión cargada de algo no dicho y misterioso, pero ahora simplemente parece triste y tenso. Muy tenso.
Él se sienta y dice:
—Necesito un préstamo.
Yo río un instante, pero él todavía está serio y con la misma expresión, solo que ahora más desolado y yo digo:
—Nosotros no trabajamos con eso aquí, señor Peterson.
Él dice:
—Puedo pagar, en realidad puedo pagar una parte que tengo conmigo y hago cualquier trabajo, cualquier cosa para pagar el restante del préstamo.
Él parece un poco desesperado y yo pregunto:
—¿Está con algún problema, señor Peterson?
Él entiende mi mirada, muchas personas están con esos problemas últimamente, la droga y el tráfico han tomado cuenta de aquella región.
Él dice:
—Sé que sabe de dónde soy. Ya lo he visto pasar muchas veces por allá. Pero no es eso lo que está pensando. Yo estaba en el ejército, señor.
La forma como él dice señor me deja duro.
Él piensa un poco y dice:
—Necesito la plata para ayudar a mi hermano menor.
Yo sé que no está involucrado en esos problemas, recuerdo que no lo vi después de un tiempo y Michael investigó eso también, él se había alistado en el ejército. Algo que hizo parte de mis fantasías por un tiempo.
Es extraño tener en mi frente después de esos años, a alguien que quedó tanto tiempo en mi cabeza y él parece dispuesto a cualquier cosa para tener ese dinero. Eso me excita aún más, pero él no necesita saber eso.
Pregunto:
—¿De cuánto necesita?
Su rostro se ilumina un poco y él responde:
—15 mil.
Yo digo:
—Disculpe, señor Peterson, pero no puedo ofrecer eso en préstamo. No hace parte de nuestra política de la empresa.
El muchacho parece desolado ahora en mi frente, esa mirada triste acaba con mis fuerzas, como la primera vez que lo vi. Él se levanta, respira hondo, parece sin piso ahora, medio anestesiado y dice:
—Cierto, yo agradezco por haberme oído y por su tiempo, sé que está muy ocupado.
Yo sonrío con cordialidad y me quedo mirando él salir en dirección a la puerta.
No puedo dejar que él salga así, no después de todo lo que pasó aquí. Yo digo:
—Puedo ofrecerte la misma cuantía...
Él para y me mira ahora. Yo continúo mirando en sus ojos:
—Si pasas una noche conmigo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 65 Episodes
Comments