Sofia entro al despacho de su padre, el estaba sentado en su escritorio leyendo la biblia.
Sofia
Padre no te aburres de leer siempre el mismo libro.
Leonardo
Sofia deberías de darle una oportunidad a esta preciosa biblia, te hará muy bien yo sé lo que te dijo.
Sofia
Padre ya no lo intentes más, nunca voy a leer la biblia y jamás me harás creer en tu Dios, porque si Dios existiría como lo prédicas, porque permite tanto dolor y sufrimiento.
Leonardo
Sofía eres demasiado pequeña para poder comprender este tema tan complejo, te equivocas al pensar que yo predicó, tan solo deseó enseñarte y compartir contigo mis creencias.
Leonardo
Además, debes de recordar hablarme de usted.
Sofia
Oh padre te equivocas yo ya no soy una niña, acabo de cumplir 17 años, me he convertido en mujer, acaso no lo has notado?.
Leonardo
No me importa cuanto crezcas yo siempre te veré como mi pequeña Sofía.
Sofia
Padre me sorprende que usted siendo un hombre tan culto como puede creer en un ser todo poderoso que nunca ha sido visto por absolutamente nadie.
Sofia
Extraño no te parece?.
Leonardo
Sofía ya lo hemos platicado en diferentes ocasiones, yo nunca intentaré obligarte a creer en mi religión, solo te pido que la respetes.
Sofia
Está bien padre y discúlpeme,
¿pero usted a menciona que su Dios desea que nos amemos profundamente o me equivoco?.
Leonardo
Si es correcto Sofía
Sofia
Entonces porque te resistes tanto en amarme.
Leonardo
Sofía yo te amo demasiado, eres mi pequeña.
Sofia
No padre no me entiendes, deseo que me ames como a una mujer y no como tu hija,
necesito que tomes mi virginidad.
Leonardo
cállate Sofía esa no es la forma en la que te eduque, compórtate por favor y deja de pensar en esas tonterías.
Sofia
padre te aseguro que no son tonterías,
yo a usted lo amo
deseo sentir su calor dentro de mi.
Leonardo
Sofía ya hemos hablado de eso, si no quieres ser castigada por Dios y vivir en el infierno, ya deja de hablar blasfemias y súbete a tu habitación.
Sofia
padre porque sería castigada si usted y yo no compartimos la misma sangre, yo ya se que usted no es mi padre.
Sofia
entonces dios no nos tiene porque castigar,
ayúdame con esta lujuria que me consume.
Sofía sé quito el camisón,
su bella desnudez relucía en esta noche fria y oscura,
su delicada figura cautivaria a quíen la observará.
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