La campana del segundo recreo acaba de sonar, haciendo que Anya y Luna se apresuren a recoger sus cosas para poder seguir a Achassia de inmediato. Las dos chicas corrieron directamente hacia la parte trasera de la escuela antes de que se pusiera más concurrida.
Después de asegurarse de que la situación era segura, ambas entraron a su cuartel secreto. Apenas entraron, Anya y Luna vieron a Acha que estaba cerrando los ojos y apoyando su cuerpo contra la pared con audífonos con motivo de conejo púrpura que Luna había elegido para ella. Ambas se miraron y luego negaron con la cabeza como si preguntaran a través de esa mirada.
Aunque Luna es fácil de engañar, sabe que Achassia no está bien en este momento. Anya también sintió eso, porque no era común que Acha se comportara así.
"¿Qué hacen paradas ahí?" Preguntó Acha repentinamente sorprendiendo a Anya y Luna.
"Ehehe, Luna pensó que Acha estaba durmiendo", respondió Luna con una sonrisa tonta. Ambas chicas se sentaron en la alfombra de piel junto a Acha.
"¿Acha ya terminó su trabajo?" Continuó preguntando, a lo que la chica respondió asintiendo.
"Solo di si necesitas ayuda", dijo Anya, haciendo que Acha levantara una ceja.
"Sé que tienes un problema, pero tampoco quiero obligarte a explicar cuál es el problema", continuó Anya, haciendo que Acha levantara las comisuras de sus labios.
"¿Alguna de ustedes dos trajo una chaqueta o sudadera con capucha?" Preguntó Acha sin responder ni replicar las palabras de Anya.
"Creo que tengo una en el casillero", respondió Anya, recordando que una vez la guardó en el casillero.
"¿La traigo después de la escuela?" Preguntó Acha de nuevo.
Anya asintió. "Tráela, ¿qué pasa con tu sudadera con capucha?" Continuó preguntando.
"Nada", respondió Acha.
Anya frunció el ceño sintiéndose extraña con la chica. "Está bien, tómala tú misma", al final se la dio de todos modos.
"Vamos a la cafetería, Luna tiene mucha hambre", invitó Luna que ya se estaba agarrando el estómago.
"Siempre comiendo este mocoso", se quejó Anya golpeando suavemente la cabeza de Luna a propósito.
"Acha, vamos", suplicó Luna a Acha.
"Tú eres el bebé, Ca, muy ruidoso", Acha ignoró a ambas y salió primero.
"Ves, Acha se fue. Es culpa de Anya", se quejó Luna después de eso y se fue a seguir a Acha.
Anya solo negó con la cabeza después de eso y siguió a sus dos amigas. Antes de irse por completo, no olvidó cerrar la puerta y cubrir la parte de la cerradura con una caja de madera desgastada para que nadie sospechara.
Las tres chicas caminaban lado a lado y de vez en cuando se reían sin saber de qué hablaban. Achassia suspiró, por qué tenía que cruzarse con Kainoa y sus amigos. Los cinco chicos estaban fumando debajo del árbol que estaba detrás de la escuela, mientras que el almacén estaba ubicado en la parte de atrás y la distancia era bastante larga.
"Ehh Anya", saludó Chaziel a Anya cuando las tres chicas pasaron junto a él.
"¿Cómo puedes, Nya, ser amiga de una chica rara como ella?" Preguntó Gavin haciendo que Anya se diera la vuelta y mirara al chico.
"¿Quién eres tú? Actúas como si me conocieras para hablarme", respondió Anya con fiereza después de eso tiró de la mano de Acha y se fue de allí. Incluso la chica no se dio cuenta de que Luna se había quedado atrás.
"Bien hecho", se burló Chaziel riendo satisfecho.
"¿Cuántas veces se les ha dicho, no les gusta hablar de la gente", dijo Arkan sintiéndose cansado.
"Apin, no puedes hablar así. Si Acha te rompe la cabeza, lo sabrás", dijo Luna con los ojos muy abiertos para asustar a Gavin. Después de decir eso, Luna fue directamente a seguir a Anya y Acha.
"Ehh buset, esa Kunti enana solo me asusta", dijo Gavin de repente sintiendo escalofríos. Mientras que Arkan sonrió al ver el comportamiento de Luna que parecía adorable en sus ojos.
"¿En qué piensas?" Preguntó Bumi cuando vio que Noa solo miraba en silencio la partida de Acha. Nora solo negó con la cabeza.
...🍃🍃🍃🍃🍃...
La campana de salida ya había sonado hace unos minutos. Anya y Luna ya habían terminado de recoger sus cosas, mientras que Acha todavía estaba sentada en su banco.
"Vamos a casa", invitó Anya a Achassia y Luna.
"Adelántense, tengo asuntos que atender", respondió Acha sin mirar a Anya.
"¿A dónde quieres ir? Vamos, te llevo", dijo Anya de nuevo tirando de los bordes del bolso de Acha.
"En estos días, no vuelvan a casa conmigo", respondió Acha un poco molesta.
"¿Todavía no quieres contar?" Preguntó Anya haciendo que Acha negara con la cabeza.
"Está bien, nos vamos a casa primero", se despidió Anya, después de obtener un asentimiento de Acha, la chica tiró directamente de la mano de Luna. "Vamos, Lun".
Achassia suspiró, sus pensamientos giraban por todos lados. No sabía a quién apuntarían esas personas, por eso indirectamente les dijo a Anya y Luna que se alejaran un poco de ella. La chica salió inmediatamente del aula, antes de irse a casa se cambiaría de ropa y tomaría la chaqueta de Anya en el casillero.
Al llegar frente a su casillero, inmediatamente tomó la ropa deportiva que nunca había usado. Durante este año nunca había tomado clases de deporte y afortunadamente al profesor no le importó. Después de cambiarse de ropa, también se puso la chaqueta gris de Anya, sin olvidar ponerse la máscara que había usado esa mañana.
La chica salió apresuradamente, su destino era la oficina de Sagara. Kainoa que estaba practicando baloncesto miró extrañado cuando Achassia pasó corriendo, parecía que la chica tenía prisa. Pensó Kainoa en su corazón. No sabía desde cuándo esa chica extraña había llamado su atención, lo que sí sabía es que cuando la chica deambulaba a su alrededor, quería seguir mirándola.
Achassia pensó que esperar un angkot tomaría mucho tiempo, así que decidió tomar un taxi en moto. Después de unos minutos de espera, la chica mostró inmediatamente la dirección a la que se dirigía para que pudiera ser llevada directamente. Su corazón se sintió un poco aliviado porque esas personas no se dieron cuenta en absoluto cuando pasó, tal vez porque la chaqueta que usaba era diferente a la que había usado esa mañana.
"Ehh Neng Acha, ¿por qué recién apareces?" Preguntó el guardia de seguridad que conocía muy bien a Achassia.
"Sí, señor, porque Acha está ocupada con la escuela", respondió Acha casualmente.
"¿Buscas al Sr. Sagara, verdad?" Preguntó el guardia de seguridad de nuevo haciendo que Achassia asintiera.
"¿Está ahí la persona?" Preguntó Acha.
"Está ahí, Neng, entra", dijo el guardia de seguridad permitiendo que Acha entrara.
"Está bien, Acha entra primero, señor", se despidió Acha cortésmente haciendo que el hombre sonriera.
Como de costumbre, muchas personas en esta oficina ya la conocían. De repente, una mujer tiró de su mano sorprendiendo a la chica.
"¿Qué haces deambulando por aquí?" Preguntó la mujer.
"¿Y eso qué? Estoy acostumbrada a venir aquí", respondió Acha, parecía que nunca había visto a esta mujer.
"¿Esta es la oficina de tu padre?" Preguntó la mujer con una cara burlona.
"¿Tía debe ser una nueva empleada, verdad? Cuidado, quiero pasar", la chica todavía estaba tratando de ser paciente con esta mujer.
"¡No soy tu tía! No seas descarada, ¿a quién vas a ver aquí?" La mujer tiró bruscamente del brazo de Acha.
"Quiero ver al dueño de esta oficina. Suéltame", respondió Acha todavía tratando de controlar sus emociones.
"No digas tonterías, ¿el Sr. Sagara te conoce?" Esta mujer todavía no quería soltarla.
"Suéltame", dijo Acha con la paciencia que comenzaba a agotarse.
"No, mejor vete de aquí", dijo la mujer empujando a Acha hasta que la chica se tambaleó y casi cayó.
"¡No me empujes, demonio!" Gritó Acha enfadada. Desde hace un rato estaba tratando de ser paciente.
Debido al grito de Acha, los empleados de esta oficina se reunieron para ver su pelea. Debido a que nadie se atrevía a separarlos, alguien le contó esto a Sagara.
"¡Te atreves a insultarme!" Gritó la mujer sin aceptarlo.
"¿Qué? Ven aquí, ¡te golpearé y te dejaré sin dientes!" Gritó Acha sin querer perder. La chica incluso subió las mangas de su chaqueta hasta el codo.
Las personas que presenciaron su pelea de repente se rieron debido a las palabras de Achassia que sonaban divertidas.
"¡Eres una maleducada! ¡Me estás desafiando!" La mujer se adelantó e intentó golpear a Acha, pero la chica rápidamente esquivó y corrió detrás de la mujer.
"Ahhh ay, suéltame", gritó la mujer porque Acha le estaba tirando del pelo con fuerza.
"Muere, bruja", dijo Acha que seguía tirando del pelo de la mujer cada vez más fuerte. Mientras que la mujer ya estaba llorando aguantando el dolor.
"¿Qué está pasando aquí?" Preguntó Sagara que acababa de llegar. Se sorprendió mucho cuando alguien le contó sobre este alboroto.
"Ella no dejó entrar a Acha, tío", se quejó Acha a Sagara con la mano todavía en el pelo de la mujer.
"Ahora estoy aquí, ¿verdad? Ya, suéltala", convenció Sagara porque sentía lástima por su nueva empleada.
"No quiero, que Acha le corte la cabeza primero", dijo Acha haciendo que el llanto de la mujer fuera aún más fuerte.
"Suéltala, Ca, es una pena que se le esté cayendo el pelo así", convenció Sagara de nuevo, realmente sentía lástima al ver caer tanto el pelo de su empleada, si continuaba así tal vez se quedaría calva.
"No se queden ahí, ayuden", gritó Sagara a sus otros empleados.
Algunos de esos empleados inmediatamente se apresuraron a ayudar a separar a Acha de la mujer. Después de ser liberada con éxito, Sagara inmediatamente levantó a Acha como un saco de arroz y se llevó a la chica de allí.
"Aaaa bájame, Acha", gritó Acha sintiéndose mareada porque su cabeza estaba al revés.
"Ya Ca", dijo Sagara sintiéndose mareado al ver el comportamiento de esta chica mágica.
"Acha no quiere saber nada, de todos modos Acha no quiere volver a ver a esa bruja", gritó Acha golpeando la espalda de Sagara.
"Sí, tío se encargará de eso", convenció Sagara con su voz suave. Esto es lo que a Acha le gusta de Sagara, el hombre nunca levanta la voz.
"¡Oye bruja! ¡Cuidado si te atreves a acercarte al tío Sagara!! ¡¡Él es el futuro papá de Acha!" Gritó Acha después de eso y le mostró sus dos dedos medios a la mujer.
Sagara solo pudo negar con la cabeza al escuchar el grito de la chica. Cualquiera que sea su comportamiento, Sagara está agradecido porque la presencia de Acha hace que su vida sea mucho más colorida. Quiere mucho a esta chica como a su propia hija.
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